¿Cómo han evolucionado los métodos de pago?

Disponer de diversos métodos de pago en cualquier negocio actual sin dudas puede mejorar la experiencia de compra de los clientes y lo que es mejor aún, las ventas, haciendo que el comercio sea rentable. Sin embargo, es necesario saber que esta variedad de opciones no estaba disponible siglos atrás.

En el caso de los pagos en línea, estos han ido evolucionando exponencialmente en los últimos años gracias al demandante uso del internet, tanto en dispositivos móviles, computadoras y tablets como en cualquier equipo que pueda navegar online. De hecho, en México, los smartphones son considerados como una parte integral de la sociedad, pues según estadísticas, al finalizar el 2017 se alcanzaron a registrar un total de 99.5 millones de teléfonos inteligentes en operación a lo largo del territorio nacional.

Asimismo, una investigación realizada por las empresas Ipsos y MercadoPago reveló que los métodos de pago más utilizado por los ciudadanos mexicanos a través de internet fueron la tarjeta de débito con un 54 %, seguido de las plataformas de pago online con el 52 %, tarjeta de crédito con el 50 %, transferencias bancarias con un 48 % y efectivo con un 16 %.

Ante esto, las formas de pago digitales se han convertido en una excelente alternativa para que los usuarios realicen sus compras y cobros de servicios de manera rápida, cómoda y segura. Pero, anteriormente esto no existía, entonces ¿Cómo funcionaba el comercio en la antigüedad? Hagamos un repaso desde el origen del dinero hasta la llegada del comercio electrónico para comprender mejor.

¿Cómo surgió el dinero?

El origen de la palabra dinero deriva del latín ‘denarius’, que hace referencia a la moneda usada por los romanos para practicar sus actividades comerciales. Y aunque se desconoce dónde comenzó realmente a utilizarse el dinero, existen varias hipótesis.

La primera surge del historiador griego Heródoto, quien afirmó que la creación del dinero fue llevada a cabo por los habitantes de Lydia, un pueblo del Asia Menor posicionado en las costas del Mar Egeo (entre Grecia y Turquía), en el siglo VIII, donde se manejaban monedas hechas con una mezcla entre el oro y la plata, cuya imagen era la de un león, que en ese entonces se conocía como el símbolo del pueblo.

Otra evidencia de la utilización y certificación de la moneda proviene de China, durante la dinastía de Zhou, quien gobernó entre los años 1046 y 256 antes de Cristo. De igual forma, fue en este mismo país asiático donde se inventó el papel moneda, esto ocurrió en el Siglo IX después de Cristo, bajo la dinastía Tang. Mientras que, en Europa, el papel moneda comenzó a usarse de manera formal a mediados del siglo XVI, donde su valor comercial dependía de los depósitos en oro que resguardaba cada país que lo emitía.

En el caso de México, su método de comercialización antes de la conquista española, eran las semillas de cacao. Aunque también se realizaban trueques con otros productos por piedras de jade, mantas de algodón, yerba mate y ganado. Las primeras monedas certificadas por la Casa de México se dieron de los años 1535 y 1821 y estaban elaboradas con plata, cuyo valor era de 4, 3, 2, 1, medio y un cuarto de real, a las que llamaban Moneda de Carlos y Juana, puesto que eran ellos quienes reinaban en este tiempo.

Transición del dinero en efectivo a la tarjeta bancaria 

Se tiene la creencia de que la tarjeta de crédito fue creada en el año 1949 bajo el registro del empresario Frank X. McNamara, dueño de una compañía de crédito llamada Hamilton Credit Corporation. Su invención surgió de un incidente que el empresario tuvo en un restaurante, tras haber olvidado su cartera, con lo cual se vio en la necesidad de contactar a su esposa para que le llevase el dinero y así poder pagar la cuenta.

A raíz de este inconveniente, un año más tarde, McNamara fundó Diner’s Club (el club de los que van a cenar), una tarjeta de crédito con la cual, la persona podía pagar sus compras sin necesidad de cargar dinero en efectivo. Al principio solo era aceptada en 14 restaurantes de Nueva York, pero su éxito fue tan grande que 10 años después más de mil instituciones financieras comenzaron a crear sus propias tarjetas, entre ellas BankAmericard, lo que hoy en día conocemos como VISA y Bancomático, la primera tarjeta de crédito tanto de México como de América Latina, creada por el Banco Nacional de México (Banamex).

Sin embargo, de acuerdo con lo revelado por un working paper de la Reserva Federal de Filadelfia, las tarjetas de crédito ya habían existido desde la primera década del siglo XX. Estas en un principio fueron emitidas por compañías de gasolineras y grandes almacenes, pero no tuvieron un buen recibimiento debido a que solo podían ser usadas en áreas geográficas y establecimientos específicos.

¿Qué es una tarjeta de débito?

Tras la invención de la primera tarjeta bancaria, fueron creadas diferentes tarjetas por otras entidades financieras y en vista de las diversas opciones que se encontraban en ese entonces las personas comenzaron a realizarse preguntas como ¿qué es una tarjeta de débito? O ¿Para qué funciona? Con lo cual poco a poco fueron comprendiendo que estos objetos no eran más que métodos de pago que les ayudaban a realizar sus compras de una forma más cómoda, práctica y segura.

Desde la creación de este medio de pago, la posterior llegada del internet y el auge del comercio electrónico, los mexicanos han elevado significativamente el uso que le dan a sus tarjetas, tanto las de crédito como las de débito. De hecho, las operaciones en el comercio electrónico en México se sextuplicaron entre el periodo de 2009 a 2014, pasando de 24.5 a 162.1 miles de millones de pesos.

Mientras que para el 2015, las personas con acceso a internet pasaron a 65 millones de usuarios, de los cuales el 75 % realizaron al menos una compra en una tienda en línea. Y para el 2020 se realizaron cerca de 3,499 millones de transacciones con tarjetas de crédito y débito, donde el 16.6 % de estas fueron a través de ecommerce.

Con este repaso al pasado podemos darnos cuenta de todo lo que hemos avanzado en el ámbito financiero y todo lo que está por venir, pues al parecer el futuro para los negocios se basará en la tecnología.