El Blog de Yes

No, tú no opines, tú me caes mal

Cuando alguien te cae mal, ya valió madres todo y no importa lo valiosa que sea esa persona, lo mucho que podría aportar a tu vida, lo que podrías aprender de ella, nada de eso importa y cuando alguien te cae mal, simplemente es como si esa persona estuviera apestada con la peste bubónica, y no solo te desagrada la idea de que este cerca de ti, sino que te enferma y te da repulsión la simple idea de pensar en esa persona.

Es más, algunas personas tienen espasmos de vomito por el solo hecho de pensar en la persona que les cae mal, y no es mamonada, es real, el desagrado físico que puede provocar una enemistad personal.

Y esto del me caes mal, no solo pasa cuando somos niños, nooooo, a cualquier edad de la vida podemos encontrarnos un némesis, que nos provoque muchas emociones del tipo negativas y nos haga reaccionar de una muy mala manera.

¿Cómo empiezan estas enemistades?, ¿cómo alguien te puede caer tan mal, al punto que te provoca esas reacciones viscerales?, mmmm, la verdad es que es difícil rastrear esos comienzos, el único hecho es que hay personas que te caen mal.

Eso sí, podría decir que hay razones para odiar a alguien en nivel de me caes mal, no te soporte, ve y piérdete en un bosque y son varias, pero todas convergen en una cosa, y es que cuando consideramos que algo se tornó personal y nos ofendieron o agraviaron de forma personal, eso genera enemistades instantáneas que duran toda la vida al mero estilo del conflicto de los Capuletos y Montescos, y para siempre, cada que se vean o se encuentren, se odiaran de por vida y siempre será el sujeto que te cae mal, al cual le deseas cosas tan infames como toz y chorrillo al mismo tiempo.

Cuando alguien te cae mal, no te importa su intención, lo que quiera contigo, si es algo de valor o productivo, cuando alguien te cae mal cierras tu mente a cualquier posibilidad y todo lo que venga de esa persona es basura que necesitas ignorar, desacreditar y mandar al carajo.

Cuando alguien nos cae mal, normalmente es así de:

No, tu no opines, tú me caes mal, cállate porque no me interesa en lo más mínimo lo que tengas que decir

Y yo, hablando de forma personal, nunca había tenido una persona que me cayera así de mal, o sea, si he tenido mis archienemigos que los veo y me siento como Lex Luthor cuando ve a Superman, o sea, si, lo admito, he tenido esas rivalidades, pero nunca me había topado con alguien que me cayera tan mal, alguien que en menos de un año colmo mi paciencia y pudo transformar sentimientos buena onda en un puro resentimiento, de hecho, ayer me hizo enojar tanto esta persona que por la noche me desperté varias veces, (esto es verídico) me desperté varias veces por la noche pensando “muérete maldito (nombre de esa persona aquí)”, fue un sentimiento muy visceral, no me enorgullece, pero el solo pensar en esta persona, que me cae muy mal, me pone en un modo que nunca antes había sentido.

Solo pensar en esa persona me hace hacer la seña del dedo.

Pero no solo es eso, no solo descalifico a esa persona, oh no señor, no solo me levanto por la noche maldiciéndolo, tampoco, oh no, cada que me acuerdo de él y lo mal que me cae, entro a Facebook y le público un mensaje del tipo “te odio” que solo él puede ver.

Algo así como un experimento social que hace alguien que tiene un archienemigo que le cae pésimo.

Así de mal me cae.

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com