Filosofando

No te stalkeo pero sé todo de ti

Stalkear o no stalkear, esa ahora es la cuestión.

Ya sé, incluso para nuestros estándares actuales, eso de stalkear, sin importar lo común que termine siendo, es un comportamiento que todos consideramos extraño y negativo, claro, hasta que es uno mismo cuando stalkea, eso pasa de ser una cosa aberrante a hacer una cuestión común y cotidiana.

Pero así sucede siempre, y cuando algo se hace de forma personal, está bien, pero si lo hace alguien más, es un monstruo. Eso sucede con la cosa de stalkear, y cualquier persona que no seas tú, si lo hace, es de psychos, pero cuando eres tú, es solo un poquitín de curiosidad, digo, más ahora cuando todos ponen fotos, videos y textos sobre su día a día, minuto a minuto, no es stalkear, porque finalmente la persona lo comparte y Facebook me lo muestra.

Así que eso implica que no te stalkeo pero sé todo de ti, gracias a la constante necesidad de las otras personas de compartir su información como si fueran coberturas minuto a minuto de su día.

Eso termina siendo muy interesante, porque nos plantea una pregunta filosófica fundamental uno stalkea o uno simplemente recibe información.

¿Cuál es la diferencia?, ¿dónde radica el límite entre ser un horrible acosador de redes sociales o simplemente ser un espectador pasivo de lo que otra persona comparte en internet?

Bien, creo que todos usamos el termino stalker como algo muy malo, menos cuando lo hacemos, insisto, pero, cuando descubrimos que alguien es un fan intenso que se la vive viendo y devorando la información que compartimos, sabiendo mucho, ahí detectamos a un stalker, una horrible persona que no tiene nada que hacer, más que estar al pendiente de lo que hace otra persona.

Pero, qué pasa cuando de forma instintivamente la otra persona, la stalkeada, comparte de una forma indiscriminada su información, digo, cuando subes fotos, videos o pensamiento esperas que lleguen a alguien, que alguien esté pendiente de todos esos contenidos que generas y no solo para darles like, sino para en verdad interactuar con ellos, prestarles atención y saber qué es lo que está sucediendo contigo.

Entonces termina siendo confusa la diferencia entre un stalker y una persona muy informada sobre ti, sobre todo cuando eres tú quien decidiste compartir esa información.

Así que, ¿dónde está la línea entre stalkear y recibir información?

Tal vez sea algo que nunca podamos entender, porque ahora no se necesita ser stalker profesional de alguien en particular, para saber todo acerca de esa persona, porque la cantidad de información que llega, sin buscarla o solicitarla, puede convertirnos a todos en stalkers.

Eso plantea dudas filosóficas sobre que tanto deberíamos o no compartir en nuestras redes sociales, y que tanto tiene la culpa el stalker y el stalkeado.

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com