Filosofando

No me invitaron a la fiesta – ¿qué hago?

No hay nada peor, que ese terrible momento en el que te enteras que no te invitaron a la fiesta, la pachanga, la reunión, la comida, la ida al cine, lo que sea; no importa la índole de la reunión, sino el horrible sentimiento de ser el desechado marginal, con el que nadie quiere convivir.

Eso es feo, muy feo.

En verdad nada se compara con ese terrible momento cuando miras en Instagram las divertidas fotos de lo que está sucediendo en la reunión, y te pones muy triste tratando de analizar qué fue lo que paso, ¿qué hiciste mal?, ¿Cuál fue el motivo por el cual no recibiste la invitación para hacer eso divertido?, que alguien te dé respuestas antes de que comiences a llorar.

Déjame darte buenas noticias, y no eres el único al que le ha pasado, no, y todos, algunos más que otros, hemos vivido de primera mano el rechazo, de ser el paria del lugar, de no recibir invitaciones a actividades divertidas o no tan divertidas. Todos, en algún punto de la vida, hemos sido NO requeridos en esas actividades.

Obvio, se siente re feo, como una patada en el espíritu que te lleva muy lejos, casi, casi, te transporta a “la chingada”, población “tú”.

Pero, el que no te inviten a la fiesta, no es el fin del mundo, te lo digo por experiencia, me ha pasado tantas veces, (más de las que me gustaría admitir), que debo decir que conforme pasa el tiempo, conforme dejan de invitarte, ves las cosas con otra perspectiva.

Eso sí, siempre se siente muy feo, y duele como si fuera la primera vez, pero conforme pasa el tiempo aprendes a encontrar la mejor manera para canalizar tus emociones.

No me invitaron a la fiesta – ¿qué hago?

Pues puedes llorar desconsoladamente y stalkear a todos en redes sociales, desde Instagram hasta Facebook para ver que tanto se divierten y todos los que se la estén pasando bien, estarán en tu lista negra de enemigos jurados a muerte.

También, puedes despotricar contra todos, hablar mal, insultarlos, principalmente en redes sociales, mandando muchas indirectas sobre lo mucho que los odias.

Eso, o puedes simplemente reaccionar de una forma madura, tratar de analizar porque no fuiste invitado, no sé, preguntarle a la persona que organizo la fiesta si hay algún motivo en específico, y mientras eso sucede, puedes irte a correr o meterte a una clase de MMA para descargar toda tu furia de una forma sana.

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com