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Me dan pavor los chicos guapos

Pavor es poco, me dan un gran terror incontrolable, así como para ponerme el reboso y salir corriendo mientras rio nerviosamente, y lo juro, esta no es una más de mis exageraciones, una de las tantas hipérbolas a las que los tengo acostumbrados en la que mi mente sobredimensiona las cosas, noooooo, esta vez no es como cuando digo: “chale me dejo esperando 5 pinches horas mi hermanito” cuando en realidad el significado es “espere 15 minutos a que estuviera listo mi hermano”; esta vez no es exageración, es una expresión muy acertada para el sentimiento de miedo, intranquilidad y nerviosismo que me provocan los chicos que considero sexualmente atractivos a mi persona.

Me dan pavor los chicos guapos
¿Por qué?, yo que carajos sé, si tuviera información más detallada sobre este padecimiento médico, creo que podría hacer algo, o sea, es igual de necio como preguntarle a alguien ¿por qué tienes hipo?, simplemente me dan miedo de una forma irracional, ok, Raj, puede quedarse mudo, pues yo me pongo nerviosa, rio incontrolablemente y tengo que salir huyendo de la escena para evitar más ridículos sociales en ese lugar.

Ya de por si es suficientemente vergonzoso eso de reírte como mensa, por lo que entonces solo me queda irme, encima de que me veo muy mal el chavo en cuestión se da cuenta de que algo me pasa, mmmmm, pero no me pasa cualquier cosa, sino que él me gusta mucho, un arma muy poderosa que en las manos equivocadas puede ser muy mala. Es por eso que es imperativo alejarme de la escena o el lugar donde el chico en cuestión se encuentra, chale, a veces soy tan obvia que terminan persiguiéndome por todos lados, y entre más guapo peor, porque la técnica que desarrolle para evitar guapos de hacer cara de mal humorada ya no funciona, maldita sea, por más mala cara que ponga, bueno, creo que no me la creen, repito, por más caras de seriedad que haga ya no me funcionan, fuck this shit.

Aunque ahora que lo pienso tengo problemas muy estúpidos, mientras que para muchas la cosa sería que las voltearan a ver yo me pongo nerviosa y reniego de eso, ahora que lo digo en voz alta suena a una de mis muchas estúpidas quejas, como cuando digo, UY MALDITA SEA TENGO DOS FIESTAS EL MISMO DÍA, o esta otra RAYOS TUVE QUE IR A ELAGO A PROBAR TODO EL MENÚ DE PRIMAVERA, o esta ME ESTAN INVITANDO A LA PREMIER DE UNA PELICULA PERO NO ES EN VIP SINO 4D, lo acepto mis problemas son idiotas y encima de eso, no son problemas, son cosas que los demás o las demás quisieran experimentar, pero es que cuando me quejo de ellos en verdad son un problema, en verdad me pongo muy nerviosa y entro en pánico.

Ah, como recuerdo a un chico increíblemente guapo que me encontré en el metro, de hecho ahora que lo analizo a todos los guapos que me he topado han sido en el metro, pero solo ha habido dos veces que me he puesto tan nerviosa que ya no sabía dónde meter la cabeza; una de esas veces fue el año pasado, creo, venía con una amiga de Polanco eran como las 10 en viernes, o sea, no había nadie en el metro, más que un chico muy guapo, realmente guapo e irresistible vestido de rebelde en jeans negros y chamarra de cuero, un je ne sais quoi, ojos verdes y cara de ángel, como se eso, pues algunos datos me los conto mi amiga, yo procuraba no hacer contacto visual, pero el sí, tanto que se sentó a un lado de mi sonriéndome mientras yo tenía la mirada clavada en un libro, ahí fue cuando mi amiga se dio cuenta que me quería saludar, pero yo soy una cobarde y salí corriendo, aquí no me voy a reír porque normalmente siempre ando diciendo que tengo una pésima suerte con los chicos y que ningún guapo me pela, pero ahora puedo decir que es una mentira que siempre me auto repito.

Y la semana pasada, yo venía nuevamente en el metro, en la baba, mucho más que de costumbre, es más venía esperando que se abriera la puerta del lado opuesto del vagón, cuando un chico se paró a un lado de mí, viéndome fijamente, lo sé porque eso me saco del trance y pensé “ah sí, te guste por eso me miras con tanta fijación” y cuando voltee para ver el rostro de mi nuevo admirador que me doy cuenta que era una guapura de hombre que inmediatamente me empecé a reír como adolescente, estaba tan nerviosa que me voltee del lado de la puerta correcta y afortunadamente la siguiente estación era mi parada, uf, estuve cerca.

Moraleja: no me gustan los guapos, bueno, sí, pero me dan miedo, necesito encontrar una forma para hablarles como lo hizo Raj en su momento.

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Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com

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