A veces hacemos cosas incorrectas por las razones correctas
Te has puesto a pensar en las cosas incorrectas por las razones correctas, ¿alguna vez lo has hecho?, lo correcto y lo incorrecto, eso es todo un debate que apela a nuestra moral, a nuestro sentido más sublime de lo noble, la justicia, la esencia ética que existe dentro de nosotros, pero, a todo esto, ¿se puede definir lo correcto y lo incorrecto?, o ¿cómo diferenciamos uno del otro?
¿Acaso se puede?
Esto de lo correcto y lo incorrecto puede ser tan tajante como entender lo que es bueno y diferenciarlo de lo que es malo, pero en ambos conceptos siempre termina aplicando que todo depende del cristal con que se mire, y algo desde un enfoque puede ser blanco, pero desde otro lugar, puede verse negro.
Ah, todo aquello que apela a nuestra conciencia y criterio, puede ser muy confuso.
Siempre me lo preguntaré, siempre me lo cuestionaré, como saber diferenciar lo correcto de lo incorrecto, y es que a veces la percepción distorsiona todo de una manera insospechable, y siempre terminamos siendo subjetivos, en aspectos objetivos de la vida.
Supongo que todo es una experiencia personal, del tal manera, que nuestras creencias y convicciones configuran de forma muy personal lo que creemos es correcto y lo que es incorrecto; aunque de alguna manera, estos aspectos subjetivos de nuestra vida, son considerados parámetros universales, es decir, todos deberíamos ser capaces de diferenciar lo correcto de lo incorrecto a simple vista, bueno, eso es teoría, porque en la práctica resulta ser muy difícil.
Pero qué tal si dejamos de lado el debate sobre lo que es correcto o no, y mejor nos centramos en aquellas veces en las que hacemos cosas incorrectas por las razones correctas.
Eso nos haría partir del supuesto, que en verdad sabemos distinguir lo bueno de lo malo, y nos hace conscientes de nuestras acciones, y nos hace meditar sobre lo que estamos haciendo.
Y es que resulta que a veces hacemos cosas incorrectas por las razones correctas, y por más que nos duela, a veces cuando existe una buena razón para las cosas que hacemos.
Muy interesante, ¿no te parece?, como esa brújula moral interna, antepone un bien común a nuestras necesidades propias o las de nuestros seres queridos, y a pesar de que duela, hacemos cosas que a la larga procurarán más estabilidad en nuestra vida.
A veces uno tiene que hacer algo incorrecto, por una razón correcta, y aunque suene dudoso o debatible, en la vida nos tendremos que enfrentar muchas veces a esas cosas incorrectas por los motivos correctos.
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