Reseña de la película Ella es Ramona
La película Ella es Ramona ha generado un gran revuelo en la taquilla mexicana, destacándose entre las comedias recientes. Con un enfoque en el tema del sobrepeso y una narrativa que apela a la risa, la película busca ofrecer una perspectiva diferente al estereotipo de la protagonista delgada y perfecta, algo que ha atraído la atención de medios y público. Desde su lanzamiento, ha sido un fenómeno cultural que invita a la reflexión sobre cómo la obesidad afecta la autoestima y las dinámicas sociales.
Una historia sobre la aceptación y el amor
Ella es Ramona nos presenta a Ramona Godínez, una mujer que se acerca a los treinta y lleva una vida promedio marcada por su sobrepeso. Interpretada por la comediante Andrea Ortega Lee, Ramona es una asistente en una empresa de cosméticos, una chica que pasa desapercibida en su trabajo y en su vida cotidiana, hasta que una serie de eventos la impulsan a buscar su lugar en el mundo. La premisa de la película gira en torno a la idea de ser “gorda pero feliz”, un enfoque que busca normalizar el cuerpo y desestigmatizar la obesidad.
La comedia de humor negro se convierte en un vehículo para explorar sentimientos universales, como el deseo de aceptación y el anhelo por el amor. Sin embargo, a medida que avanza la trama, la película comienza a perder su enfoque original, desviándose hacia un relato más predecible y común en el género, centrándose en temas de amor y suerte, en lugar de profundizar en la experiencia de las personas con sobrepeso.
El valor del humor en la película
A lo largo de la película, el humor negro se presenta como una herramienta poderosa. Ramona comparte sus pensamientos sobre los inconvenientes de ser gorda con una honestidad triste pero divertida, mientras confronta los estereotipos que la rodean. Aunque al principio esto parece prometedor, el desarrollo de la historia va diluyéndose, y se convierte en una comedia romántica más del montón, perdiendo de vista el mensaje relevante que se podría haber explorado con más profundidad.
La dirección de Hugo Rodríguez y el guion, coescrito con Beto Cohen, se esfuerzan por mantener el tono ligero y cómico. Sin embargo, el potencial de la película se ve comprometido cuando la trama se enfoca en la búsqueda de la suerte a través de elementos supersticiosos, como los escarabajos mágicos que Ramona utiliza para cambiar su destino. Este enfoque desvirtúa lo que podría haber sido una narrativa más rica sobre la aceptación propia y el empoderamiento.
El elenco y sus actuaciones
En cuanto al reparto, Ella es Ramona cuenta con un elenco que incluye a reconocidos actores como Daniel Giménez Cacho y María Rojo, aunque sus papeles son secundarios en este esfuerzo por lanzar a la fama a la joven Andrea Ortega Lee. Esta comediante, conocida en el circuito del stand up, aporta su experiencia cómica a la película, aunque su gran talento no siempre es suficiente para elevar la calidad narrativa.
El personaje de Ramona plantea interesantes dilemas, pero su desarrollo se siente limitado. Desde la visión de un humor realista, lo que comienza como un estudio de carácter pronto se convierte en una mera representación de clichés románticos. La calificación para Ella es Ramona se sitúa en un 6 sobre 10; igual que muchas películas románticas, enfrenta la trampa de perder la originalidad para caer en lo predecible.
La premisa inicial de Ella es Ramona podría haber presentado una reflexión profunda sobre cómo las personas con sobrepeso enfrentan la vida, pero pronto se convierte en otra historia centrada en el amor y la suerte. El verdadero talento de Andrea Ortega Lee brilla en su stand up, donde explora aspectos similares de la vida de una mujer con sobrepeso, lo que deja a los espectadores deseando que la película hubiera seguido ese camino.
Finalmente, Ella es Ramona invita a la risa, pero también deja un vacío por no cumplir con su potencial. La película aborda un tema importante, pero su enfoque se torna insatisfactorio, convirtiéndose en una comedia romántica más que podría haberse destacado por su originalidad en lugar de caer en lo predecible.