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Precauciones de seguridad: cómo evitar un robo en la ciudad

by Yes

Ene 30, 2022

in Vida y Estilo

Reading Time: 2 mins read

21 0

Viviendo en una gran ciudad las precauciones para salir y transitar por una mega urbe nunca están demás, ya sea para caminar por las calles o incluso a la hora de viajar en el transporte público; sobre todo en tiempos inseguros en los que la violencia y la inseguridad son parte de nuestra vida diaria, así que nunca hay que olvidar cosas básicas de seguridad, para evitar ser parte de las horribles estadísticas de esta ciudad.

Que bien, cuando se hablan de robos y e inseguridad en la Ciudad de México, las cifras son mejores que hace una década atrás, tiempos en los que todos los capitalinos teníamos una experiencia cercana con los robos y asaltos. En aquellos tiempos no solo teníamos amigos o familiares que habían experimentado de primera mano lo horrible de la delincuencia, en aquellos tiempos todos, desgraciadamente, teníamos una historia por mes de algún atraco en el metro, en la calle, en la escuela, en el camión, en la esquina de la casa.

Sin embargo hablando de inseguridad, delincuencia y crímenes todavía no estamos ni siquiera cercanos a lo que debería ser ideal, pero dentro de todo lo malo, lo bueno es que el DF, ya es de las ciudades más seguras de México, y siguiendo reglas básicas de vida como siempre caminar por calles iluminadas y transitadas, así como estar alerta, son un buen inicio para estar seguros en cualquier ciudad del mundo o el país, no solo la Capital de México.

¿Cómo evitar un robo en la ciudad?

Básicamente las reglas para estar seguro, es estar alerta y sin distracciones, ya sea que vayas en el coche, caminando o en algún sistema de transporte público, hay que estar atentos del entorno que nos rodean, las personas que están cercanas a nosotros y vislumbrar salidas de emergencia o áreas seguras.

Normalmente las personas que son víctimas de robos o asaltos son aquellas que van distraídas y sin fijarse en las amenazas de seguridad.

Estas son las formas más básicas de precauciones de seguridad

No usar el celular en la calle, no vayas navegando por internet o texteando ni siquiera cuando esperas el camión.
Estar atento al peligro.
Evita audífonos y música, que te aíslan del ambiente.
No traías accesorios llamativos en la calle.
Procura lugares bien iluminados y muy transitados.
Guarda tus pertenencias de valor en lugares seguros pantalón, mochilas.
Distribuye tu dinero en diversos compartimientos.
Cuídate.

Tags: como evitar un robo en la ciudad DF inseguridad precauciones robos seguridad

Comments 3

George Berkeley says:
8 años ago
Hola, Yes. En esta ocasión quisiera decir dos cosas.
1) Hay algo que me sorprende desde hace ya mucho tiempo, y es que soy uno de los pocos, me atrevo a decir, que no han sido asaltados nunca, jamás (ni siquiera taloneado), en toda su vida en esta asquerosa Ciudad de México. Cualquiera diría así rápidamente que un tipo como yo de seguro que no toma, no sale de noche y siempre se ha quedado a jugar sus juguetes en su casa, como un auténtico señorito de familia, como Sinclair, el personaje del Demian de Hesse (¿lo has leído, Yes?). Mi vida no ha sido así. Ha sido como la de cualquiera. De hecho, hubo un tiempo, años, en que me la pasaba en la calle, tirado de borracho. Y a mí nunca me pasó nada. En mi juventud, viajé mucho en trenes de carga para visitar distintas partes de México. En dichos viajes, sin dinero y vagando por calles pobres de pueblos y ciudades desconocidas, me pasaron muchas cosas, pero nunca nadie me hizo daño. Yo atribuyo esto, aunque dicho de una forma bastante metafórica (?) a que tengo un demonio cargando en la espalda, uno que hace que nadie se me acerque a lastimarme por miedo a ese horrible ser que se posa sobre mi cabeza o espalda, no sé, pero que yo no puedo ver porque siempre está detrás de mí, fuera del alcance de mis ojos. Un vez ese diablo evitó que una combi me matara en un coche y la gente cercana a mí siempre ha pensado que fue un ángel el que me me cuida siempre. Pero me extraña que digan eso, y que no vean lo que ando trayendo a cuestas, que no es un ángel sino una cosa horrible. Francamente, pienso que existe una buena razón para pensar que fue el diablo quien ha evitado mi muerte todo este tiempo, y es que esa cosa no quiere que muera, no desea que vaya al cielo a gozar de la presencia de algo sublime y del descanso eterno, sino que sufra. Y la mejor forma de lograr esto es manteniéndome aquí, entre toda esta gente a la que odio tanto.
2) Estuve revisando los reportes de mis SEO’s, y veo, con mucha pena, que no ha servido de mucho, más bien de nada, el linkg building que he hecho en mis comentarios en tu blog. Es decir, no se registran los links. Quiero hacerte una proposición, aunque no indecorosa :). Como sabemos, tu sistema de comentarios añade el atributo NOFOLLOW a los links. Tú podrías quitar ese atributo si quisieras, y en su lugar poner DOFOLLOW, para que así los links de todos aquellos que comentan tus posts fueran reconocidos (indexados) por Google. Quizá de entrada esta proposición te parezca demasiado. Bueno, existe una razón amigable de por qué el titular de un blog haría tal cosa: principalmente como agradecimiento a aquellos que se toman el tiempo en escribir comentarios, es decir, en reconocer de una u otra forma el trabajo del dueño del blog, en este caso tú, Yes.
Si te resuelves satisfactoriamente, puedes hacer el cambio de NOFOLLOW a DOFOLLOW al menos de dos formas posibles. 1) Si no le tienes mucho miedo al código de programación, puedes editar un solo archivo de tu instalación WordPress, y de él, eliminar una sola palabra: NOFOLLOW, como se indica aquí. 2) O bien, instalando uno de los muchos plugins al respecto, como este, en donde podrías hacer que se pusiera DOFOLLOW sólo a los comentarios de gente de tu confianza, como yo :).
Un último intento:
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Saludos, Yes, y hasta pronto.
Yes says:
8 años ago
Si leí a Hermann Hesse, Demian fue un libro que leí hace muchos años, creo que tenía 15 cuando lo hice, de hecho ese libro fue el primero que leí de Hesse, pero también leí sus Cuentos maravillosos, Klein e Wagner y El lobo estepario, que por mucho tiempo en mi juventud me hizo sentir como toda una loba, pero en el sentido que planteo Hermann, y planeo en un futuro leer Siddhartha; extrañamente comencé al revés con Herman Hesse y leí primero lo que debía leer al último.
Podrá parecer increible, pero he leido mucho, https://elblogdeyes.com/cuales-libros-han-marcado-tu-vida/, pero no quiero presumir mi gran cultura, jajajajajaja.
Y por cierto chalesssssssssssss, neta, chalesssssssssssss, yo tambien tengo una extraña fortuna como la tuya, una que me cuida y vela por mi, incluso cuando yo me pongo de forma deliberada en maximo peligro, pero yo no asumo que me cuida un demonio, jajajajajaja, yo me encuentro en la esquina opuesta y asumo que traigo una legion de angeles guardianes, una estrella que me guia, una conexión divina que me procura, porque estoy convencida que tengo una gran misión que cumplir en este mundo, podría citar un personaje de un libro, seguro así entenderías mejor. Pero mi genero es el cine, pero entrariamos en un abismo en el que haría corto circuito nuestra comunicación.
Ahora si filosofamos por lo que traes o no a cuestas, eso dice mucho de ti; algo muy inquietante y oscuro.
Bien ahora el tema de las ligas, agradezco que comentes en mis post y me gustan tus opiniones, pero si partimos de la razón por la que lo haces, no es porque te gusto mucho el blog, jajajajaja, solo lo haces por razones de SEO, así que puedo entender entonces tu frustración por comentar por un motivo en específico, un trabajo y una razón, que no está cumpliendo su cometido. Entiendo que eso puede ser frustrante.
Tú me pides, apelando a mi buen corazón, decencia humana, sentido del honor o que se yo, recompense tu acción por comentar algo en mi blog, relativo al tema, pero tú no lo haces por querer hacerlo, tú lo haces como medio para obtener un fin; eso es debatible, ¿no lo crees?
¿Quieres ganar-ganar?, jajajajajaja, dame algo, si pides mi lealtad o gratitud, pues esfuérzate en algo, entra a leerme más seguido, comenta por qué quieres hacerlo, no porque deseas un link rastreado por google.
Además, pudiste haber apelado a otra razón, en la que yo te pago un favor que tú me hiciste a mí, “gratitud con gratitud se paga”, recuerdo haberte pedido que fueras mi editor, pero entonces tendrías que entrar diario a leerme y a revisarme, pero en lugar de ello, solo entras a cumplir con tus cuotas de SEO y es entonces cuando comentas algo y no porque quieras hacerlo, sino repito, porque es un medio para tu fin.
Esa me parece una petición extraña, y sobre todo porque apelas a lados éticos y honorables; no juzgo, de verdad, pero me pongo a pensar, que pides a cambio algo, como respuesta a algo que haces no porque quieras hacerlo, sino porque tienes que hacerlo.
Realmente me parece mucho lo que estas pidiendo, una gran petición y has despertado una serie de preguntas éticas sobre lo que hago y como lo hago; no sé, me pones a pensar en el favor que me haces tú a mí, leyendo pero también en el favor que yo hago generando contenidos de calidad para ser leídos gratuitamente.
En donde comienza tu favor, en donde termina el mío, hablando de buena voluntad.
Por otro lado, te imaginas que un lector mande una petición así a una revista, “por favor hablen de mi empresa en su revista; porque les hago el favor de leerlos”
MMMMM, no me malentiendas, pero ese no me parece un argumento razonable, más bien parece un insulto y no es afán de bronca; pero deberías ver en perspectiva tus negociaciones, antes de plantearlas.
George Berkeley says:
8 años ago
Veamos, muy bien, muy bien. Puedo decir varias cosas, aunque no en orden como las fuiste planteando tú.
1) Mira, tienes toda la razón en eso de que yo comento sólo por SEO y no por otra cosa. Me declaro culpable del delito :).
2) Afirmas que yo apelo a lados éticos y honorables, pero, ¿en dónde leíste eso? ¿Crees que puedas citarme? Lo que dije que más se acerca a ello es que activaras el DOFOLLOW a modo de agradecimiento, pero hasta ahí, y el agradecimiento no es necesariamente un valor ético. Puede serlo, pero no siempre lo es. En el contexto en el que lo usé fue apelando a un valor social, en el sentido en el que lo son los buenos modales. Si alguien estornuda, le dices “salud”, aunque no nos importe realmente su salud. Lo mismo decía yo del agradecimiento: no importa la razón de por qué yo comento en tu blog (como no importa por qué razón digo “Salud” a alguien a quien realmente no me importa su salud). Pero es cortesía saludable y de gente educada agradecer a quien nos da un bien (así como debemos dar “Gracias” a quien nos dice “Salud” aun a sabiendas que no le importamos realmente). Son simples convenciones sociales que mantienen unida a la gente. Estornudo, tú me dices “Salud” y yo contesto “Gracias”. Ello no implica valores éticos, sino sociales. Entonces, cuando sugieres que yo hablo de cuestiones éticas, evidentemente deduces demasiado de la expresión “agradecimiento”. No te preocupes, así nos pasa a todos cuando aún no caemos en la cuenta de que la mayor parte de las palabras del lenguaje, si no es que todas, son equívocas. Esto quiere decir que las palabras y expresiones de la lengua tienen varios sentidos, no hay un único sentido de las cosas.
3) También comentas que yo debo dar algo para pedir algo, y que, en pocas palabras, no me he ganado todavía ese privilegio debido a lo siguiente: “Recuerdo haberte pedido que fueras mi editor, pero entonces tendrías que entrar diario a leerme y a revisarme, pero en lugar de ello, solo entras a cumplir con tus cuotas de SEO”. Te voy a contar una anécdota de la época en que me estaba titulando, y que francamente me avergüenza, pero, total, estamos entre amigos, ¿no? Los pasantes acabamos de terminar los créditos de una licenciatura, y aunque hayamos sido los más sobresalientes de nuestra generación (cosa que generalmente no somos, ¿verdad?), no tenemos experiencia, y siendo sinceros, no sabemos nada de nada comparados con muchos de nuestros profesores. Ellos ya han recorrido el camino que nosotros apenas comenzamos a andar. Muchos de ellos incluso tienen un doctorado, o más allá, lo que implica seguramente 3 tesis de grado, mucha experiencia en docencia y otras cosas que los hacen mejores que nosotros. Ya imaginarás el ridículo que haría cualquiera presentándose ante su asesor, ante su sinodal o ante cualquiera que represente alguna autoridad, con una actitud de “yo sé lo que hago y usted no me va a enseñar cómo tengo que hacer las cosas”. Así, es del todo razonable que los asesores se exasperen y nieguen su asesoramiento a un pasante megalomaniaco que no ve su impertinencia; como los borrachos, que no saben que importunan en una reunión de gente decente. Un pasante que se niega a llevar a cabo las sugerencias de su asesor, tiene sin duda una opinión desmedida de sus capacidades, lo que sugiere su poca experiencia y juventud. Ahora bien, llevemos todo esto a nuestro caso. A) Yo acepté el honor de ser tu humilde corrector de estilo, y no mucho tiempo después hice un par de comentarios en tu blog, y antes que pudieras leerlos, me dijiste que no ibas a realizar ninguna corrección que yo planteara ahí. B) Dediqué un tiempo para leer el primer capítulo de tu libro y luego, con mucho cuidado, redactar algunas recomendaciones que me parecieron valiosas. La respuesta que diste a ellas puede resumirse en una de tus expresiones: “¿quien dice que así deben ser todos los libros?”. C) Por último, en varias ocasiones te he sugerido que pongas un poquillo de atención en el acento diacrítico, que es muy importante. Créeme, en los posts que han venido después de mis sugerencias se nota que no te has preocupado mucho por averiguar la diferencia entre sólo y sólo, entre quién y quien y muchas otras palabras del mismo tenor. En resumen, apenas iniciando nuestra relación profesional, si así la podemos llamar, te negaste a realizar cambios en tu escritura, punto, y he dado tres buenas razones de ello. Así que me llama poderosamente la atención que te extrañe por qué no entro a leerte y revisar tus posts. Cualquiera diría: “Bueno, pues si no me hace caso, para qué voy”.
4) Por último, escribes que ‘te imaginas que un lector mande una petición así a una revista, “por favor hablen de mi empresa en su revista; porque les hago el favor de leerlos”’. Ok, mira, Yes, el argumento por analogía está documentado en Lógica, en eso tienes razón. Pero en cualquier libro que encuentres sobre principios o fundamentos de lógica, verás que para que la analogía sea válida es necesario que cumpla con ciertos requisitos. Entre éstos está el hecho de que las cosas que se comparan tengan una relación esencial, de tal modo que lo que aplica a uno aplique al otro. Pero tu analogía está mal formada. ¿Por qué? Porque en el caso de una persona que compra una revista, la compra se realiza ordinariamente debido a que se ve algún valor en su contenido y por ello paga dinero. Así, el lector paga y se ve remunerado con contenido que considera valioso. En este caso, no tiene sentido que pida irracionalmente a la editorial que le paguen el favor de leer la revista, porque no está haciendo ningún favor, él paga y recibe su parte. Pero en mi caso, yo aporto comentarios a tu blog (mi “dinero”) pero no recibo nada a cambio. Tú dirás, sí, lo recibes, mi contenido. Pero no es así, porque, como sabes, mi presencia en tu blog no se debe a que considere valioso o no tus pensamientos y decida comentarlos, sino a que hago SEO. Entonces, la analogía se rompe y no puede compararse mi caso con el de el lector que comentas. Porque ese lector ficticio recibe algo valioso a cambio, yo no. Aún no.
De lo dicho, me parece que viendo mis negociaciones en perspectiva, sigo pensando que fueron razonables, y que no tuve que pensar más de lo que lo hice para plantearlas.
Áhora, independientemente de que se logré o no el DOFOLLOW, que tú dediques o no un poco de tu tiempo a investigar sobre el acento diacrítico y otras cosas, esto que estamos haciendo, dialogar, es algo valioso. Me gusta. Así ponemos a prueba nuestras ideas y vemos lo fuertes que son.
Saludos y hasta pronto.