Pasó el día del beso robado y nadie me robo un beso

¿Por qué?, neta, ¿qué alguien me diga porqué nadie me robo un beso, aunque fuese uno chiquito, no era necesaria la lengua?, pero ¿qué carajos?, acaso tengo que colgarme un letrero que diga: se dan besos o algo así.

Rayos, uno de los días más inútiles, pero útiles del año, pasó sin pena ni gloria, y el pasado 6 de julio, nadie hizo que el día del beso robado fuera épico, por lo menos para mí; aunque bueno, tal vez sí, si hubieron besos robados. Pero como a mí nadie me besó, entonces cuenta como si este día hubiera sido inadvertido o borrado del calendario, porque no pasó nada, o mejor dicho nadie se atrevió a besarme.

¿Qué?, ni un besito para mí, ¿por qué?

Lo sé, es ridículo, pero así pasa, si viene un día como este, polémico, y que promete mucho, sobre todo acción del tipo “besos”, si nadie te besa y nadie se atreve a robarte un beso épico, entonces ese día fue un vil y absoluto fiasco, te robaron; como cuando llega el día de andar en calzones en el metro, y ese día no vas porque se te olvido ir, entonces es como si nunca hubiera pasado o ese día hubiera sido un vil fiasco.

Por otro lado, se me olvido salir ese día, y el 6 de julio, el día del beso robado, no salí ni a la esquina, eso explicaría mucho.

Tal vez suene romántico, pero un buen beso, puede ser lo mejor que te pase un día, así que a mi sí me hubiera gustado que me robaran un beso, como canta el cangrejo Sebastian:

“no hay que temer, ella no te va a comer, ahora bésala”

https://youtu.be/RBaLqbaF7w8

Creo que esa canción de “bésala”, dice mucho, sobre como deberíamos atrevernos a dar un beso, sin preguntas, sin dudas, sin palabras, solo hay que atrevernos a dar ese beso, a robarnos ese beso, porque puede ser que mañana sea muy tarde, en serio, como dice el cangrejo Sebastian, “que horror, que lastima me da, ya que la perderá”.

Así que la próxima vez que alguien me vea, por favor, róbenme un beso.