Filosofando

Creo que cometí un gran error

Bien, obvio que todos hemos tenido, por lo menos un error monumental en la vida, así que sí, esta sensación de haber cometido un gran error todos la conocemos, así que sabes perfecto de lo que hablo, y esa terrible y desconcertante sensación de que cometiste un gran error.

Pero creo que lo más curioso de los errores, es que, a pesar de que nos causen mucho agobio de desconcierto siempre seguiremos equivocándonos y cometiendo errores, porque supongo que es cierto y los errores, aun sabiendo que son errores, hay que cometerlos.

¿Por qué?

Es bien chistoso como nuestra curiosidad es directamente proporcional a nuestra capacidad de equivocarnos, y lo más divertido del asunto, es que defendemos a capa y espada, esa posibilidad o más bien característica humana que nos define, SÍ, hablo de equivocarnos y para defender ese derecho natural, hemos hecho una gran cantidad de apologías, muchas de ellas absurdas para defender nuestros errores.

Pero, a pesar de que nos guste equivocarnos, y hagamos todo lo que está en nuestras manos para poder seguir haciéndolo, resulta que después de un error, en ese justo momento viene el terrible arrepentimiento moral del día después, con muchas preguntas e interrogantes que consumen tu alma sobre las razones del porqué lo hiciste.

Ah, la cosa se complica y todo se reduce a equivocarnos (vivir y experimentar) o no equivocarnos (ver en vez de actuar) y las implicaciones filosóficas que esto conlleva, ya sabes aquello un debate sobre si arrepentirte por haberlo hecho o sufrir eternamente por no haberlo hecho.

Pues bien, justo después de que la cagas y cometes un gran error, es cuando te pones a pensar en las implicaciones que tienen tus actos y en como la paciencia, la espera, e incluso no hacer nada todo termina siendo mejor opción a lo que hiciste.

En ese limbo emocional me siento, de esas veces que me pregunto en que carajos estaba pensando. Ahora, soy una persona a la cual le gusta equivocarse y defenderá para siempre su derecho a hacerlo, claro hasta que me equivoco, y el día de hoy estoy sufriendo porque decidí hacer un cambio en el color de mi cabello, lo sé, no es un error como para morirse, pero, si piensas la implicación que tiene un look que no te guste mucho, hará que maldigas cada segundo de la decisión que tomaste.

Y no queda absolutamente nada, más que aguantarse con las elecciones que uno mismo eligió.

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com