Alguna vez han estado a punto de hacer algo y se han arrepentido
Ah creo que ya me afecto el hecho que tengo todo el día trabajando y ya es muy tarde, y creo que el pensar en que mañana me paro temprano para seguir trabajando me está haciendo alucinar y nuevamente dar rodeos sobre el mismo tema
Pero alguna vez han estado entre la delgada línea que separa la cordura de la locura; pero no dicen acaso que la locura es una forma de genialidad o simplemente es locura, locura a secas, pero me viene de nuevo a la cabeza que no son los locos los únicos de cambiar al mundo.
Alguna vez han estado a punto de hacer algo y se han arrepentido
La locura el peor enemigo de alguien, merma la razón y socava la cordura, es por su maldita culpa que uno termina haciendo cosas que no debería hacer nunca ningún ser humano, bueno, exagero, por culpa de la locura uno termina haciendo cosas que la dignidad y el orgullo propio le reprocharán eternamente, oh tengo una excelente idea, que mi voz maniática hable tan increíblemente fuerte que apague la voz recriminante del orgullo y sus tontas frases de “no lo hagas” o “cómo es posible que lo hayas hecho”.
Sospecho que cada quien tendrá su punto débil, al cual no quiere sucumbir, cada quien tendrá su particular caso al cual tiene que resistirse con todo su ser, pero, como le hacen los demás, en serio díganme de dónde sacan fuerzas para no comerse la dona extra, para no entrar a mirar porno a la web, para no llamarle a ese alguien que no debes llamarle, ¿en serio como?
Lo más torturante de la situación de hacer o no hacer, esa es la cuestión.
Que cuestión ni que ocho cuartos, es tortura china estar en la decidía o más bien en el limbo de animarse a lanzarse al precipicio con los brazos abiertos o quedarse en la orilla mirando con miedo y asombro hacia abajo. Ese es el punto, vivir en la orilla del acantilado permanentemente, decidiendo entre saltar o vivir en la relativa seguridad de ese lugar.
Eso está mal, saben, pensándolo bien debería hacerse o retírate por completo, pero no te quedes en la orilla pensando por un momento con una enorme intensidad saltare para volar muy alto y por otros instantes NO ME VOY A CAER TENGO MIEDO, esos instantes, esos switch de pensamiento pueden volverte más loco de lo que ya estas, sabes que si vas a saltar hazlo y ya, no te resistas y abre los brazos bien fuerte, pero vivir en ese impasse de sí o no, de dudas es muy cruel y eso si te puede, repito volver loco o neurótico.
Pero saben ahorita ando bien gallita y avalentonada diciendo si voy a hacerlo y dejare de vivir pensando en el que pasaría, pero entonces llega de sopetón el arrepentimiento y la cobardía haciéndome incapaz de producir un solo movimiento o emitir un sonido, no sé si sea miedo, sentido común o prevención de la vida, supongo que una fuerza invisible me hace imposible, realmente imposible marcar el teléfono.
Y eso de estar a un segundo de hacer algo y de repente sentir la fuerte noción DE NO LO HAGAS, es terrible, intentar hacer algo durante toda una semana y declinar es terrible.
O lo hago o dejo de pensar en ello, esa es la cuestión.