Música y Conciertos

Fiesteando en viernes

En realidad este post se titulaba “Expedición a la perdición”, pero digamos que mi memoria es algo dura y juzga con demasiada severidad la noche del viernes pasado, siento como que me hacen falta escenas mentales de lo que fue el viernes, eso o tal vez yo no soy nada fiestera y eso de desvelarme en un antro, club, bar no es lo mío.

Y siempre se preguntan todos por qué nunca narro mis parrandeadas, bueno, básicamente por un motivo, no soy nada parrandera y lo que a mi me gusta, lejos de pensarse que es estar bailando en un antro hasta las 4am, a mí lo que más me gusta hacer en un fin de semana es quedarme en casa viendo la televisión todo el día. Realmente me gusta mucho hacer eso, como disfruto eso de quejarme de que no hay nada en la televisión, que es el colmo que teniendo mil canales no haya nada y termine viendo lo que se grabó en el aparato HD durante toda la semana, de verdad que eso me gusta hacer los sábados y domingos todo el día.

No sé por qué las personas tienen la rara idea de que me encanta la fiesta, salir, pasear y vagabundear por esta bella ciudad, que si lo hago, pero normalmente es de lunes a viernes y por cuestiones laborales, no es que esté presumiendo, bueno tal vez un poco, pero al ser una reportera de entretenimiento hay seguir la nota, pero de lunes a jueves y de viernes a sábado a mí me gusta quedarme en casa, de verdad que lo disfruto mucho. Pero creo que ya dedique muchas líneas a justificar mi ñoñez y seguramente ya perdí muchos lectores y cada línea que paso escribiendo sobre lo aburrida que soy, pierdo y pierdo, más gente.

Pero esperen un momento, en breve tendremos GROSERÍAS, desnudos, videos sexuales expuestos en público, drogas y mucho más, ¿cómo es posible?, no lo sé, ok, ¿ya capte su imaginación con eso de sexo, drogas y rock and roll?

Por cuestiones de confidencialidad, los nombres de todos los involucrados en dicha parranda, por cierto ellos asegurarían que no fue parranda, ni tan extrema, ni tan decadente, serán omitidos de esta historia verídica, pero les juro que yo siento que fue una parranda épica LENGENDARIA, seguramente no lo es, pero yo siendo tan ñoña y con eso de que odio los lugares llenos de personas, siento que fue una extreme night.

Para variar llegue tarde, o eso aseguran los presentes, mientras que entre pláticas ocasionales y silencios incómodos transcurren los minutos y el grupo decide que hacer y a donde ir. Es tarde o eso siguen asegurando todos y de una buena vez se desempolva la pereza y todos se ponen en marcha, nos dirigimos a disfrutar de esta bella ciudad tan cosmopolita, el destino es incierto, solo el conductor y líder de este grupo de 5 amigos lo conoce y vaya que nos tiene preparadas muchas sorpresas.

Han transcurrido 40 minutos y solo sabemos que estamos en el centro de la Ciudad de México, a pesar de la zona, nos sentimos seguros, digamos que las reformas y mejoras que han hecho en este centro tan vivo han hecho de él, el lugar de moda para estar. Caminamos una calle hasta un pintoresco lugar, a mí me parece un restaurante a pesar de que los demás digan que es un bar, discúlpenme, pero si huele bien y hay gente con platos, definitivamente es un restaurante. Al parecer es la Bota del Centro, no podría decirlo puesto que nadie lo confirmo, solo es un rumor de la expedición; sin embargo, nunca pudimos comprobarlo porque la cola de espera era larga y después de 40 minutos decidimos que teníamos demasiada hambre como para seguir esperando.

La opción fue dar una vuelta para ver donde podíamos comer y tomar algo, pero no fue de sorprendernos que todo estaba lleno y debíamos seguir esperando, digamos que 20 minutos más de inanición nos hicieron ir al local de la cuadra que no tenía nada de gente, unas pizzas, pero por algo no tenían gente, una gran lógica estaba detrás de las mesas vacías de la “Pizzería Mala Saña” pero por fin pudimos comer algo.

A estas alturas todos querían fiesta, bueno, la mayoría necesitaba algo de acción, emoción y por supuesto alcohol, que era la promesa de esta excursión. Estábamos en el centro en modo “wild” había que seguir así, y un par de calles más y muchos pisos arriba llegamos al Club Atlántico, cuando justamente se presentaban las Lolas de Mérida.

El lugar es pequeño, pero parece tranquilo un par de mesas de billar, una pantalla que proyecta anime y algunas mesas son lo que puedo ver de este bar, el lugar esta casi lleno y en el escenario hay una banda de rockeras mexicanas, rock en español, no es lo mío, pero vengo a disfrutar de la noche. Todos centramos nuestra atención en el escenario, después de un par de canciones inéditas de estas chicas yucatecas puedo confirmar mi opinión de que no me gusta nada el rock en español y ahora además pienso que estas chicas no saben nada de música, por eso debía poner atención a lo que se estaban tocando y cantando, y después de escuchar “hoy nada, nada, nada, nada, nada me puede parar” durante 15 minutos de una canción titulada “hoy tengo ganas” pensé con preocupación que es lo que estas chicas están haciendo, pero lo peor fue cuando pasaron de tocar sus letras a los covers y bandas como Metric y hasta The Doors fueron víctimas de la tropicalización de estas chicas.

Supongo que para disfrutar de este tipo de espectáculos hay que estar severamente alcoholizados o en el peor de los defectos ser empleado del lugar, pero no todo es para siempre y con esa promesa espere a que terminara su presentación, digo, después vendrá música, por fin buena música y tal vez el DJ mejore la noche.

Cuando una de mis amigas me pide que la acompañe al baño y ya lejos del grupo podemos quejarnos del lugar, pero les confieso que no es buena idea hablar mal del lugar, estando todavía en el lugar y sobre todo cuando algún asiduo visitante pueda escucharte decir “no mames que pinche horrible está este lugar, que estamos haciendo aquí” REPITO por más que eso sientas, no es buena idea decirlo.

Dirigiéndonos nuevamente al grupo pude ver en la pantalla en la que estaban pasando anime, ahora están pasando algo raro, ¿que es?, ES PORNO, ¿qué?, no, no eso no puede ser, seguro es un videoclip artístico con escenas parciales de desnudos y sexo artístico, seguro.

Nuevamente y ya cerca del escenario y escuchando por fin música, vemos que empieza los preparativos para que el DJ ponga ambiente, pero no es cualquier DJ, oh no, es el DJ Warpig, la verdad y no quiero pecar de cínica, pero no tengo ni la menor idea de quien sea Warpig, tal vez sea por el hecho de que soy muy ignorante, claro, hablando musicalmente podría decirse que mi conocimiento sobre el tema es pobre, tal vez sea muy joven para saber quién es Warpig, no lo sé, pero ese día supe quien es Warpig, o por lo menos que es un DJ.

Ya listo el DJ y con la pantalla para ver videos atrás de él empezaba la acción y no miento, de verdad y literal había una película porno de los 70´s en la pantalla.

Lo siento, pero mi reacción natural ante una película porno es reír, eso deja muy MUY CLARO, que mis conocimientos con el sexo opuesto en ese campo son nulos y que es lo más normal cuando ves una porno en publico, en un antro rodeado de muchas personas, pues reírte como imbécil y grabar con tu iPhone la evidencia para que los que te leen en tu blog puedan revivir el mismo incomodo momento natural que viviste hace un par de días.

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com