Cuándo juras y perjuras que los demás te van a extrañar
Todos hemos estado ahí: un día decides que el mundo necesita saber lo maravillosos y esenciales que somos, así que lanzas un dramático “¡Tal vez me voy para siempre!” a través de tus redes sociales. Juras y perjuras que todos los demás te van a extrañar como si fueras el último cupcake en la fiesta. Pero, spoiler alert, desapareces por solo tres horas y, oh sorpresa, ¡nadie se da cuenta! Vamos a explorar este fenómeno universal de la ansiedad existencial acompañado de unas cuantas risas.
El Espectáculo de la Desaparición
Comencemos por la actuación. Te despiertas una mañana, sientes que el universo está en tu contra y decides que lo mejor es dejar a tus seguidores en un estado de angustia. Es así como publicas un mensaje que podría haber sido el guion de una telenovela: “¡Me voy a tomar un descanso de redes sociales porque la vida es muy dura! Quizás durante días, semanas… o hasta años. Los amaré para siempre, pero me siento muy… invisible”.
Y justo cuando crees que tus amigos y familiares se desvanecerán en llanto y tus seguidores llenarán tu inbox con emoticonos de tristeza, te das cuenta de que son tan solidarios como un cactus. De hecho, lo más cercano a una preocupación que recibirás es un “¿Ya comiste?” de tu tía que siempre se preocupa más por tus cuatro comidas diarias que por tu estado emocional.
La verdadera prueba de tu ausencia
Ahora, aquí viene la parte más interesante: decides que es hora de poner a prueba tu hipótesis. Te desapareces de las redes sociales. Tres horas después, te asomas sigilosamente como un ninja para revisar si, por azares del destino, alguien ha llorado por tu ausencia. ¿Y qué encuentras? ¡Nada! Nadie ha publicado un tributo sobre ti, ni siquiera un meme de “se extrañan esos bailes ridículos en las fiestas”.
A veces, ni las publicaciones en tu historia reciben un “visto” de tus amigos. Es casi como si hubiera una convención de ignorancia sobre tu persona. Te preguntas si, en efecto, hay una vida secreta de tus amigos, donde tú eres solo un ítem en su lista de opciones que pueden decidir ignorar en cualquier momento.
Alternativas de Drama: La Casa de los Reales
Y es aquí donde entra el fabuloso mundo de las redes sociales. Te das cuenta de que, en lugar de dedicar tiempo a extrañarte, tus amigos están ocupados tratando de resolver si la relación de esos youtubers que siguen es real o no. Y tú, mientras tanto, te sientes como un personaje de las telenovelas donde todos conversan y tú no estás ni por asomo. Claro, tú eres la que jura y perjura que van a te van a extrañar, pero ellos están demasiado absortos en dramas ajenos para notarlo.
A veces, en tu cabeza, haces un recuento de cuántas veces has compartido memes o frases ridículas en su timeline. Y piensas: “¡Definitivamente deberían estar en deuda conmigo! Mi ausencia debería causar un Grand Finale en sus vidas cotidianas”.
La Realidad de la Amistad Digital
Y mientras permaneces observando el mundo desde la ventana de tu verdadera vida (o tu sofá), te das cuenta de una cosa: la realidad es que la vida continúa. Tus amigos no están necesariamente sentados a la espera de tu regreso, pero tu bicicleta espera pacientemente en la sala, diciendo: “¡Eh, yo tengo una vida también!”.
Quieres creer que te van a extrañar, pero luego te das cuenta que la gente está tan ocupada actualizando su estado, haciendo sus propias publicaciones de “disfrutando la vida”, y sí, olvidándose del dramón que pensaste habías creado. Es casi una advertencia graciosa para que no te lo tomes tan en serio.
Al final, la lección más divertida que puedes aprender es que, aunque a veces juras y perjuras que te van a extrañar, el mundo sigue girando. Así que más vale disfrutar cada instante y no tomarte demasiado en serio.
Así que la próxima vez que sientas la imperiosa necesidad de hacer drama en línea, recuerda: nadie te está esperando, pero eso no significa que no puedas ser el protagonista de tu propia película, incluso si es una comedia. ¡Aprovecha la libertad de ser tú misma y sigue adelante con tu vida! Y si decides desaparecer, tal vez mejor hazlo después de almorzar.