Sábado de películas
Y esta confesión me da pena hacerla, es de esas cosas que uno no dice en voz alta, a menos claro está que estés buscando consejo del encargado de la farmacia y en voz baja, así entre dientes dices algo vergonzoso, como “que me recomiendas para la diarrea o sarpullido en ciertas área”, definitivamente hay cosas de ti, que no quieres que nadie sepa, absolutamente nadie y solo las compartes porque no te queda de otra.
Pues así me pasa cuando tengo que hablar de las actividades de mi sábado, sí, yo también termino diciendo entre dientes, así como que no quiero, normalmente digo que tengo que trabajar. Todavía no sé si decir que es muy mala suerte la mía o por el contrario muy buena suerte laboral, que desde que comenzó este 2014 tengo una cantidad absurda de trabajo, así que desde enero siempre tengo algo que hacer, no solo de mis proyectos personales como este blog, noooooo, también tengo trabajo de diseño o generación de contenidos de mis clientes.
Dicen que trabajar independiente tienen muchas ventajas, pero ciertamente tiene contras bien marcados y es la perdida de horarios personales para descansar, así que para mí aquellos fines de semana en los que no hacía nada y me quedaba todo el fin de semana en pijama viendo películas o visitando museos, o cualquier cosa propia del fin de semana como salir con mis perros, ir a comer barbacoa o disfrutar de las comidas familiares, para mí son un vago y lejano recuerdo.
De todas esas cosas que he tenido que sacrificar pro avanzar profesionalmente y cumplir mis metas en ese terreno, la única que si extraño y todavía me puede son mis fines de semana de película, esos maratones que comenzaban a las 11am que me paraba el sábado y que terminaban el domingo a las 12am, esos días que disfrutaba de todas las películas que estaban en la versión on demand o en netflix, es más, a veces ni siquiera veía películas y me pasaba esos dos días viendo mis series favoritas, es más, ni me bañaba para no perderme un capitulo. Ah, viejos y lejanos días en los que me divertía viendo cualquier cosa, obvio, luego me quejaba de esas cosas que veía; días en los que sábados y domingos me la pasaba comiendo frituras, helado y palomitas.
Ahora son solo un recuerdo que se disipo por mi responsabilidad.
Pero saben que, me niego a perder estos dos días de descanso, me niego rotundamente a ser workaholic que solo trabaja o escribe, SIMPLEMENTE ME NIEGO, y en plan rebeldía este sábado pasado me desperté a las 11 de la mañana con la firme idea de no hacer nada, de ver películas todo el día en la cama y comer frituras hasta vomitar. Ese fue mi objetivo del sábado y lo cumplí sin remordimiento, lamentablemente creo que el universo tiene un complot contra mi, porque eso de verme feliz nunca sucede, ni cuando tengo un plan tan básico como mirar películas todo el día en la cama.
Oh no señor, mi vida nunca será fácil, claro que no y eso lo comprobé este sábado que quería ver películas, el único día en el año en el que tenía planeado no hacer nada y ver buenas cintas, ese día lo único que se pudo ver en la televisión es EL MALDITO CANAL DEL EL GOURMET.COM, ok, normalmente veo su programación, pero veo solamente uno de sus shows y ya luego le cambio y veo otra cosa, pero ese pinche día, algo le paso al aparato de cablevisión que lo único que se podía ver era el canal de El Gourmet.com, quisiera ver lo que quisiera ver, on demand, películas, simplemente no le podía cambiar al canal.
Un mensaje irónico de la vida, el único día que me doy libertad de no hacer nada, solo está disponible la programación de cocina, pero esa pequeña dificultad no me iba a impedir ver películas, oh no, así que me puse en la computadora, aunque fuera incomodo en una silla a ver netflix, para buscar las recomendaciones del día, así me encontré con 2 opciones, “Amor a primera visa2” y luego iba a ver “Skyfall”, pero resulta que por netflix solo pude ver la infame película de Jaime Camil “Amor a primera Visa” y luego cuando por fin le pude cambiar a la tele me encontré en las películas disponibles de HBO on deman Hello I Must Be Going, esta segunda película si la disfrute mucho.
Ni hablar, supongo que uno debe ser lo suficientemente hábil para adaptarse a las situaciones y retos que se presentan, sin embargo debo decirte que no veas nunca, ni siquiera porque lo único que se ve en la tele sean programas de cocina, no veas Amor a primera Visa
Amor a primera Visa
¿De qué trata?
Pues un mariachi Alejandro Fernandez interpretado por Jaime Camil, necesita sacar una visa que fue negada por una cónsul muy difícil, Rachel, interpretada por Laura Ramsey, pero en un plan loco para convencerla de que el merece la visa, la ayuda a buscar una computadora perdida, que claro, él tiene en su poder, pero para hacer tiempo y demostrarle que tiene lazos con mexico, propiedades y trabajo idea un plan loco que los lleva por toda la ciudad.
En esta película también tenemos otras estrellas como Stockard Channing, Tom Anrold e incluso Omar Chaparro, sin embargo y por más estrellas que aparezcan en esta película, es muy aburrida, predecible y repito aburrida.
Simplemente mala, que después de una hora de aburrimiento lo que hice fue adelantarle para ver qué pasaba.
Afortunadamente para quitarme el mal sabor de boca de esa horrible y nefasta película, me encontré con esta película protagonizada por Melanie Lynskey que seguramente ubicarán más por su papel como Rose en Two and a half men
Hello I Must Be Going
¿De qué trata?
Esta es la historia de Amy, una mujer de 35 años que está sufriendo los estragos de su divorcio, mientras intenta salir de una profunda depresión, ella descubre que es lo que necesita en su vida para ser feliz.
Pero todo esto lo descubre mientras se enamora del hijo de uno de los clientes de su padre, quien tiene 19 años y todavía no es un cliente de la firma de abogados de su padre, sino simplemente un gran prospecto que puede salvar de la bancarrota a la familia de Amy.
En el proceso de enamorarse y descubrir quiénes son ellos, se dan toda clase de circunstancias divertidas e incomodas que te dejan pensando así es la vida.
De verdad te recomiendo muchísimo ver esta película de Melanie Lynskey del 2012, una película emotiva y algo extraña.