Reseña de la película Titanes del Pacífico: La Insurrección – Pacific Rim Uprising (2018)

Este 22 de marzo llega la esperada secuela de Pacific Rim; una emocionante franquicia que, desde que surgió con su primera cinta en el 2013 se convirtió en cine de culto, no solo entre los fanáticos del anime, sino también entre las personas que gustan y disfrutan del genero de ciencia ficción y aventura; todos quedamos fascinados con la primera entrega de esta saga dirigida por Guillermo del Toro que nos llevó a un futuro terrorífico en el cual inmensos monstruos azotaban el planeta, y para contratacarlos se crearon los Jaegers, gigantescos robots piloteados por humanos que harán lo que sea necesario para acabar con la amenaza de esos monstruos llamados Kaiju.

Todos esos elementos, más grandes panorámicas, mucha destrucción, tecnología del tipo sci-fi y efectos especiales de primer nivel hicieron que esta saga sea la favorita de muchas personas; y la buena noticia es que esta segunda entrega, Titanes del Pacífico: La Insurrección es igual de buena que la original, de hecho, no se extrañan a los personajes iniciales y a pesar de la falta de Guillermo del Toro en la dirección, Steven S. DeKnight hizo un estupendo trabajo dirigiendo esta cinta llena de acción, con una trama muy interesante que te hace seguir la acción minuto a minuto para descubrir que es lo que va a pasar y en dónde radica la trama principal o en qué momento regresarán los kaijus para destruir a la humanidad.

Además de eso, el elenco está bien aterrizado y todos los actores de esta gran cinta que seguramente será la más taquillera de esta temporada, están muy metidos en su papel para ofrecernos actuaciones emocionantes, interesantes y que te meten por completo a lo que está pasando.

Otro buen detalle es que la película no es demasiado larga, y comparándola con la última entrega de Transformers, que, si bien no tienen nada que ver, pero terminan siendo similares, creo que Titanes del Pacífico: La Insurrección tiene todo lo que le faltó a la otra y mucho más, para hacernos vibrar en una película que se va muy rápida, no se siente y está llena de emoción.

Sinopsis de la película Titanes del Pacífico: La Insurrección

¿De qué trata?, 10 años después el mundo parece estar en calma, y ya sin los ataques constantes de los kaijus, las personas pueden intentar reconstruir su vida, eso es lo que intenta Jake Pentecost (John Boyega) exiliado de la vida militar, renegando del pasado y de su padre, se dedica a robar piezas de los jaegers para ganar dinero rápidamente, ahí es cuando se encuentra con Amara Namani (Cailee Spaeny), una joven adolescente que construye un jaeger ilegal para estar lista en caso de que esos monstruos espaciales regresen; la mala noticia es que los descubre el gobierno y a estos dos no les queda de otra, más que unirse al programa de entrenamiento de pilotos de los jaegers.

Pero esa era está por terminar, cuando los drones automatizados de Liwen Shao (Tian Jing) sean liberados.

La mala noticia es que además de estos drones, un nuevo jaeger letal aparece y comienza a destruir la ciudad, comenzando una batalla contra un enemigo desconocido que planea regresar a este mundo a los kaiju.

El Reparto de la película Titanes del Pacífico: La Insurrección

Pensé que el personaje más débil de esta película sería John Boyega, pero lejos de eso nos ofrece un buen protagónico, fuerte, divertido, inteligente y hasta sexy, que hace buena mancuerna con los otros actores de esta cinta, principalmente Scott Eastwood y Cailee Spaeny, quienes son buenos complementos y dan balance al personaje de Boyega.

Mi opinión de la película Titanes del Pacífico: La Insurrección

Me gustó mucho, y a pesar de que ya estaba bastante desconectada de la primera cinta, es fácil agarrar el hilo para sumergirte más en la trama de Pacific Rim, que sin darte cuenta terminas rápidamente muy metido en esta epica guerra entre jaegers y kaijus.

Además, disfruto mucho la acción con sus emocionantes secuencias de acción, tiene efectos especiales impresionantes y lo mejor de todo es que el plot está bien construido de tal suerte que no hay mucho que puedas criticar.