Hay información que no se puede compartir
Todos tenemos secretos, ¿no? Algunos son inofensivos, otros… ¡mejor ni contarlos! Pero hay cierto tipo de información que no se puede compartir, así como si nada. ¡Es como si tuvieran un letrero gigante que dice “PELIGRO: NO DIVULGAR”! ¿De qué hablo? ¡De esas cosas que si las sueltas, pueden causar un tsunami de incomodidad, juicios o hasta el fin del mundo! (Bueno, quizás no tanto, pero entiendes la idea).
El top 5 de la información “top secret”
Aquí te va mi lista personal de cosas que mejor te guardas bajo siete llaves:
- ¿Cuánto ganas? ¡Uy, no! Este es un clásico. A nadie le importa si te estás haciendo rico o si estás más quebrado que piñata de cumpleaños. ¡Es información clasificada! Además, ¿para qué quieres que sepan cuánto ganas? ¿Para que te pidan prestado? ¡Nambre!
- Los detalles de tu cuenta bancaria. A menos que quieras que te vacíen la cuenta, ¡ni se te ocurra compartir esta información! Ni siquiera con tu mejor amigo. ¡Más vale prevenir que lamentar!
- “Tengo piojos”. ¡Ay, nanita! Esta es una bomba atómica de incomodidad. Imagínate la cara de horror de la gente si les sueltas esta joyita. ¡Mejor ve al doctor y mantén el secreto hasta que te deshagas de esos inquilinos indeseados!
- “Vivo como indigente”. Si estás pasando por un mal momento, ¡lo entiendo! Pero no es necesario que le cuentes a todo el mundo que estás viviendo en la calle. Busca ayuda, apóyate en tus amigos y familiares, pero no hagas de tu situación un espectáculo.
- Tus fantasías más oscuras. Todos tenemos pensamientos raros, ¡es normal! Pero no todos necesitan saber que sueñas con convertirte en un unicornio volador que escupe arcoíris. ¡Algunas cosas es mejor dejarlas en la imaginación!
¿Por qué es importante guardar silencio?
- Para evitar el drama: Algunas cosas son demasiado personales o delicadas para compartirlas con cualquiera.
- Para proteger tu privacidad: No todo el mundo tiene buenas intenciones. ¡Cuidado con quién compartes tu información!
- Para evitar juicios: La gente siempre va a opinar, ¡es inevitable! Pero no les des motivos para criticarte.
- Para mantener la paz mental: A veces, es mejor guardar silencio y evitarte problemas.
¿Cuándo SÍ puedes compartir información “sensible”?
Ojo, no estoy diciendo que nunca debas compartir nada. Hay situaciones en las que es necesario hablar con alguien de confianza:
- Con tu pareja: Si tienes una relación seria, es importante ser honesto y compartir tus sentimientos.
- Con tu mejor amigo: Un buen amigo siempre estará ahí para escucharte y apoyarte.
- Con un profesional: Si necesitas ayuda, no dudes en buscar un terapeuta o consejero.
Hay información que no se puede compartir a la ligera. ¡Piensa dos veces antes de abrir la boca! A veces, el silencio es la mejor opción.


