El cine Mexicano ¿revitalizándose o agonizando?
Eterna pregunta y sobre todo, tan retorica y desquiciante como la famosa cuestión de “el huevo o la gallina”, pero bien, no se puede reducir a una simple pregunta o una determinante afirmación el futuro de una gran industria y no solo a nivel nacional, sino a nivel mundial. Inclusive tal vez, la pregunta no es acerca del fin, más bien, nos remite a cuestionarnos cuando veremos en el cine BUEN CINE MEXICANO que nos conmueva, que nos alegre o nos llene de ira, pero que nos genere alguna emoción, esa amigos, es la pregunta más importante, cuando dejaremos de exclamar con desinterés “Ah, pues estuvo” cuándo nos pregunten de cierto filme mexicano.
Más allá de una muerte lenta o un revitalizado inicio, todos los análisis nos llevan al mismo lugar, cuándo dejaremos de ver historias flojas y aburridas que olvidamos en un parpadeo, cuándo veremos nuevos rostros y nuevas ejecuciones actorales que muestren gran talento histriónico, ¿cuándo?
Hemos sobrepasado por mucho, los años en los que ir al cine para ver películas mexicanas, era sinónimos de mirar en un formato “corto” la novela popular de la temporada, o las clásicas aventuras de los Hermanos Almada, sin olvidar las historias de suspenso mexicano que tenían en su elenco a Pedrito Fernández y a Tatiana combatiendo muñecas diabólicamente “malas” y no digo malo en un buen sentido. Así mismo, hay que reconocer que no todo ha salido mal en el cine mexicano, existen muchas producciones que lejos de la polémica o la ejecución son buenas historias que reflejan los momentos parteaguas de nuestra sociedad, que en su momento hablaron de religión, política o narcotráfico sangriento.
La historia del cine mexicano es tan antigua y nos retorna a bellas épocas con historias cursis llenas de melodía y los encantos atractivos de La Doña, Pedro Infante, Dolores del Rio, Marga López, Sara García etc., pero no debemos perder de vista el contexto histórico de aquella época dorada del cine mexicano, pero no podemos decir que el cine mexicano sean los años 60´s y 70´s con historias fantásticas de la lucha libre, tampoco creo que podamos decir que el cine empezó en la década de los 90´s y resurgió como el fénix con el clásico filme “Sexo, Pudor y Lagrimas” a partir de ahí y para acá la mayoría de las películas que retratan a la clase media parece que se hicieron con el mismo molde y se calzan todas igual, a quien culpamos de la misma historia boba y aburrida, serán directores o tal vez los productores o carecemos de talento para escribir guiones originales, interesantes y llamativos. Saben, no creo que la salida fácil a este tema sea culpar al gobierno y a su falta de incentivos y descarado interés para con esta industria mundialmente millonaria, después de todo son casas como Miramax, la Paramount, Fox y muchas otras las que invierten capital extranjero para contar las mismas choteadas historias como “Te presento a Laura”, seguramente la culpa es de actores como Kuno Becker, Barbará Mori cuya pasión por transmitir sentimientos es nula.
La buena noticia, es que sí tenemos talento en producción, guionismo, actuación, fotografía, vestuario, etc, lo malo es que a todos los buenos ya los consumió Hollywood para su enorme maquinaria industrial que no deja de producir ni un minuto películas en serie, al igual que el sistema de Henry Ford en el que se mecanizan procesos y se mata la esencia pura y artística del SÉPTIMO ARTE. Lo cierto es que sí tenemos dignos representantes para el cine, de México para el mundo. Ese es el problema, hay talento pero aquí en nuestro querido y bello país nunca se aprovecha y se termina exportando como todo lo bueno, hasta el material intelectual que tanta falta nos hace.
Para ahondar en este tema, platique con Ezzio Avendaño, Subdirector Académico Centro de Capacitación Cinematográfica y me ofreció su perspectiva del asunto
¿Qué pasa con la industria cinematográfica de México?
Se está viviendo ahora con una reconciliación entre el espectador y los que hacen el cine, poco a poco se ha logrado que el público, sea convocado al cine, está creciendo gracias a los fondos y la producción. Existen más opciones y creaciones de películas. Ha costado, pero se ve el camino que se abre, solo hay que entender al público y los discursos cinematográficos que se buscan. México vive una economía difícil y eso se refleja de alguna manera en el cine, pero en México se está buscando una identidad
¿Qué opinas del cine mexicano?
Es una gama de discursos y de historias, es importante ofrecer un abanico de opciones, porque existen diversos tipos de personas que quieres escuchar y ver muchas propuestas. Hay que ofrecer al público un balance de historias. Si se cierran los géneros, se cierran los gustos y los espectadores se vuelven más selectivos, tenemos que competir contra el cine extranjero ofreciendo cine de géneros. El espectador quiere entretenerse.
Vemos muchas historias, algunas muy malas por cierto, a ¿qué crees que se deba esto?
La producción ha mejorado en el sentido de la fotografía y la técnica, quizá, está sucediendo una confusión por exceso de información, queremos contar muchas cosas, para dar énfasis en el sentimiento y en el tema que queremos contar, lo que hacen muchas películas es copiar el discurso cinematográfico, no se debe hacer cine para ciertos grupos o monólogos del director. Pero también están las historias mal contadas, por personas que no cuentan con una formación rigurosa.
¿Qué hace a una buena película?
La historia, una historia bien armada y contada, tener bien claro el objetivo y personalidad del personaje para que el espectador pueda reflejarse, si hay una buena historia y los elementos secundarios técnicos y la claridad para interpretar esta historia, desde la utilería, vestuario, maquilla se traducen en una unidad. Muchas veces falla el cine mexicano descuidando estos elementos.
El gran dilema de siempre, la falta de ejecución y técnica para realizar improvisados guiones de historias flojas muy comerciales, pero eso, entonces es un problema que nosotros los consumidores los ávidos espectadores hemos provocado, al preferir consumir historias domingueras y colocar como líderes de taquilla a los filmes más ridículamente comerciales y no estoy hablando de comicidad en la historia. Pero porqué debemos (copiar como siempre) las formas y modelos de nuestros vecinos del norte, porque tenemos que copiar las historias “cómicas románticas de situación” que inundan durante toda el año las carteleras, lo peor de todo es que se copia y se ejecuta pobremente un modelo cultural totalmente diferente a la cultura mexicana. No logro comprender como es posible que teniendo una acervo cultural tan inmenso y una idiosincrasia tan particular como la de México, casas productoras y cinematográficas recurren siempre al mismo discurso, a la misma técnica cuya formula matemática comprueba con cifras aceptables que si vende, sin importar otros aspectos importantes.
Las pruebas nos dicen que el cine mexicano esta revitalizándose, existen, vemos a muchos guionistas, productores y actores mexicanos brillando en el mundo, y poco a poco la participación de México en los festivales cinematográficos es cada día mayor y no solo son proyectos estudiantiles, también son nominaciones al Oscar y la participación en Festivales como Cannes, lo único que nos hace falta para brillar en el firmemente es la pasión y el compromiso por contar una historia.
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