Fitness y Gym´s

Dime quién eres y te diré qué tipo de entrenamiento necesitas

Antes que nada, debemos recordar que cada uno de nosotros somos únicos.  Partiendo de este principio, y del interés por hacer ejercicio, el primer paso para determinar cuál te queda mejor es pensar en tu objetivo. Si lo fijas, seguramente será mucho más fácil comenzar a analizar qué tipo de entrenamiento es el ideal para ti .

Si algo nos interesa es respetar tu individualidad, así que no te daremos una guía de entrenamientos por personalidad, ni recetas mágicas para llegar a tu meta, y menos una lista de actividades de moda. Hacer esto sería meter a todos en la misma canasta, y lo que buscamos es que seas tú y a tu propio ritmo quien elija finalmente, por ello Diego Moya, Director de Fit Jeff, te muestra esta autoevaluación para que sea más fácil saber cuál es el ejercicio que más te conviene: 

Fija tu objetivo. Regresamos al punto inicial. El primer paso siempre es pensar  en cuál es la verdadera razón por la que quieres hacer ejercicio.

Esta serie de preguntas te ayudarán a identificar tus objetivos: qué  quiero, qué necesito, cómo me gustaría verme y sentirme, y cuáles son mis metas a corto y largo plazo. Quiero bajar de peso, cambiar algunos aspectos de mi cuerpo, tonificar los músculos o solo sentirme saludable. Quiero incrementar mi autoestima, relajarme o tener más energía, dormir mejor o simplemente distraerme.

  • Tip: Jamás partas de estereotipos, ni de lo que los demás esperan de ti y muy importante: ¡no te compares! Esto solo te traerá frustraciones y baja autoestima, ya que alcanzar el mundo ideal de los demás, es imposible. Fija tus propias metas y da todo de ti para cumplirlas. No siempre tendrás la motivación, pero tendrás que engancharte de la disciplina, siempre a tu propio ritmo, para lograrlo.

Piensa en tu personalidad. El ejercicio que elijas tendrá que ir en línea con tu personalidad, si no es así, corres el riesgo de dejarlo muy pronto, pues no lo sentirás parte de ti, y esto puede hacer insostenible cualquier actividad que hagas.

En este punto, piensas cómo te sentirías más cómodo. Te gusta la gente o más bien eres un lobo solitario. Te late trabajar en equipo, o prefieres disfrutar de tu individualidad. ¿Team “aire libre” o “yo bajo techo”? Eres impulsivo y la adrenalina es lo tuyo, o más bien eres tranquilo y prefieres relajarte ¿Te gusta la competencia o tu mayor retador eres tú mismo?  Comienza partiendo de lo que conoces de ti, y en algún punto podrías intentar cosas nuevas que te saquen de tu estado de confort.

  • Tip: Si eres muy sociable y te encanta la adrenalina, quizá te convenga hacer hiit, box, crossfit, spinning o zumba. Por el contrario, si no eres tan energético, prueba el baile, nadar o incluso hacer yoga. Ahora, si lo que buscas es bajarle al estrés, pero tonificar músculo, prueba con pilates, yoga o entrenamiento funcional de bajo impacto.

Asimismo, crear una comunidad con gente que tenga tus mismos intereses y con la que puedas convivir sanamente será importante para tener un punto de motivación.

Conoce tu estado físico. Saber en qué condiciones iniciales se encuentra tu cuerpo es fundamental antes de comenzar, pues si sufres de sobrepeso, lesiones, presión alta, algún tipo de enfermedad, o de una mala condición física, podría ser peligroso para tu salud.

Iniciar con un examen médico, no solamente te servirá para saber qué clase de entrenamiento podrías realizar sin ponerte en riesgo, sino en qué nivel te encuentras. Si bien muchos ejercicios son exigentes, iniciar como principiante, sobre todo si es una actividad nueva, es lo ideal. Ya irás subiendo poco a poco de nivel.

  • Tip: El cuerpo es sabio, ¡escuchalo, por favor! Si al realizar una actividad física sientes mareos, náuseas, dolor en articulaciones o músculos (más de lo que debe ser normal, es decir que lo soportes), tienes algún tipo de desvanecimiento, dolor en el pecho o taquicardias, seguramente es porque fuiste más allá de tus límites o tu técnica no es adecuada ¡No seas necio, y bájale a la intensidad o busca un entrenador calificado! Y si aún así persisten los síntomas, acude al médico.

Acoplarlo a tus actividades. Según nuestra experiencia, el pretexto más usado para no ejercitarse es el tiempo. No tengo tiempo por el trabajo o la escuela, por mis hijos, porque cuido a mi abuelita, o por X o Y. Sin embargo, la gran mayoría tenemos en algún punto del día al menos 30 minutos libres ¡Inviertelos en ejercitarte! Tu cuerpo lo agradecerá.

Existe una gran variedad de rutinas que puedes hacer, incluso en tu casa, en 30, 20 o hasta en 15 minutos y que te traerán beneficios. Sí, tal vez tu meta llegará más tarde, pero llegará si eres disciplinado. Ahora, si en lo que estás pensando es en algo que requiera más tiempo, seguramente es porque lo tienes, y te garantizamos que tomar una hora para tener actividad física, no afectará tu maratón de series o tu extensa revisión de redes sociales.

  • Tip: Trata de hacer una revisión de tus actividades diarias e incluye aquel ejercicio que se acople a tus tiempos. Fija los días de la semana que lo harás, esto te permitirá tenerlo ya en agenda. También puedes decidir qué de tus actividades cotidianas puedes sustituir por el ejercicio. Nota mental: incluye el tiempo de traslados a las instalaciones donde vayas hacerlo, así como la rutina de higiene que debes tener antes y después.

Si tu agenda sigue siendo complicada busca programas de entrenamiento flexibles con horarios múltiples e incluso online, es decir, que no sean fijos y que se puedan acoplar a cualquier hora del día y lugar, y que igual lo puedas hacer en la mañana, tarde o noche, de acuerdo a como tu agenda te lo permita.

Revisa tus recursos. Existe una gran cantidad de actividades que pueden ajustarse a tu presupuesto, las que requieren un mínimo de inversión o las que son totalmente gratuitas como caminar, correr, subir escaleras, bailar, saltar la cuerda o hacer ejercicio funcional.

El elemento recursos es vital, ya que debes buscar una actividad que puedas sostener en el tiempo, pues si representan gastos que van más allá de tu presupuesto o de los que estás dispuesto a gastar seguramente terminarás por abandonarlas. 

  • Tip: Si encuentras una actividad ideal para ti, pero representa un gasto fuerte, busca las versiones más económicas. Siempre las hay. En el ejercicio, algo más económico no siempre va en detrimento de la calidad, pues ya que todo depende de ti y qué tanta disciplina y entusiasmo le pongas. 

Tras este análisis ¡lánzate a encontrar tu ejercicio ideal! Hay un mundo de información, y seguramente te será mucho más fácil encontrar lo que te acomoda según tu objetivo, personalidad, cuerpo y cotidianeidad ¡Le deseamos larga vida a tu nueva actividad física!

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com