Cuando se te va la inspiración y no tienes ganas de escribir

Cuando se te va la inspiración y no tienes ganas de escribir

Eso es lo que le puede pasar a todo escritor, guionista, blogger o generador de contenidos, en algún punto de la carrera le pasa eso de perder las ganas de escribir, perder ese interés por generar información y compartir algo que valga la pena decirse, es como si fueras un florista y de repente odiarás las flores o te pareciera trivial e irrelevante hacer flores, ¿acaso una flor cambiará al mundo?, ¿acaso tiene algún caso?

Cuando se te va la inspiración y no tienes ganas de escribir

Pues bien, cuando eso pasa es oficial, estas descompuesto y necesitas un arreglo, pero dónde hacen dichos arreglos, dónde un florista recupera las ganas de trabajar con las flores, donde un escritor recupera las ganas de escribir, que haces cuando se va tu musa y ninguna idea viene a tu mente, o peor aún, la simple idea de escribir te genera pereza, flojera y terminas rehuyendo a algo.

O peor aun, cuando descubres tu bloqueo, descubres el origen de ese bloque creativo y te da coraje, te molesta que se te haya ido la inspiración, pero lo peor, es que un escritor sin palabras es tan útil como música que no produce sonido.

Por cierto, me acaba de caer el veinte, yo tuve la culpa en todo sentido, sí, yo tuve la culpa de todos mis problemas, incertidumbres actuales y bloqueos creativos, yo y solo yo, tengo la culpa de no tener ganas de escribir y no es falta de inspiración, es culpa, esa culpa que te carcome y no te deja ser o hacer.

Perfecto, acabo de descubrir la raíz de uno de mis problemas, ahora, tengo que resolver otros dos, pero son con su tiempo, a su tiempo y con su espacio; necesitare unas tres semanas para ver si tengo problemas y buscar la manera para empezar a resolver esos conflictos, pero por lo pronto he descubierto la falta de mi inspiración y ya se que hacer, ahora, no sé exactamente cómo solucionar la raíz central del problema, pero en esencia tengo un plan para recuperar mis ganas de escribir y la solución es escribir, escribir, escribir y escribir muchísimo.

Esa es la forma en la que los escritores tratan de solucionar sus problemas creativos, escribiendo, ahora, que la calidad de la escritura sea buena, ese es otro boleto; pero esto se soluciona un paso a la vez, solo un paso a la vez y solo por hoy, solo por hoy escribiré tantas cosas como me sean posibles para recuperar esa inspiración y esas ganas de escribir.