Filosofando

Ayudar a los demás de buena onda

Uno de los lemas que he tenido en esta vida es ayudar a los demás de buena onda, sin esperar nada a cambio, sin pretensiones de ningún tipo, ni siquiera esperando de forma egoísta, acumular buen karma a mi favor; cuando está en mis manos ayudar a alguien, lo hago sin pensarlo. Digo, si puedo hacer la diferencia en la vida de alguien, pues porque no hacerlo, no busco recompensas, solo saber que hice una buena acción y listo.

Cuando se habla de ayuda o favores, yo soy de esas personas que hacen cosas activamente, bueno, debería primero que nada debería especificar a qué me refiero por favores pasivos y favores activos.

En la actualidad, creo yo que hay favores pasivos del tipo hacer click, es decir, cuando alguien quiere que des like en algo, que le envíes cierta información o que hagas una recomendación; esos son los favores del tipo muy sencillos o pasivos; no necesitas hacer mucho para ayudar a alguien y están los otros favores, los favores activos, aquellos que requieren acción, para que hagas algo que involucre tiempo y esfuerzo. Lo malo es que en la actualidad no todos están dispuestos a hacer favores activos, más bien casi todos se centran en las actividades o favores pasivos que solo requieren que se mueva uno de sus dedos para hacer click en algo, si requiere más elementos o más esfuerzos, pues vienen las clásicas excusas de me encantaría, pero tú sabes, de momento no puedo, te ayudaría con gusto PERO SIMPLEMENTE NO ME DA LA GANA HACER ALGO ACTIVO POR TI; bueno, eso último en mayúsculas normalmente no se dice, pero es lo que se piensa cuando se dan muchas excusas para no ayudar a alguien.

Los favores pasivos casi todos los hacen, ya que es muy fácil brindar ese tipo de ayuda; pero cuando se trata de involucrarse más, de hacer un esfuerzo extra; es ahí cuando muchas personas rompen el circuito de la ayuda, de ser un buen samaritano y ayudar a los demás de buena onda, sin esperar nada a cambio, incluso sin esperar buen karma, es en ese momento cuando ser bueno y ayudar, pues se deja un poco de lado.

Aunque claro, también están los favores que no se pueden hacer, que son imposibles o simplemente no ameritan la pena hacerlos; es decir, si uno de tus conocidos, ese conocido que nunca te pela, que no te habla, que no te dirige, nunca el saludo y cuando tú los saludas te dejan con la palabra en la boca, digo, a esas personas no van a quedar muchas ganas de ayudarles nunca y menos cuando te tratan condescendientemente para que les hagas un favor.
Primero porque para pedir un favor hay que tener una relación activa con esa persona, así como la confianza suficiente para hacerlo, para poder pedirle algo y finalmente, nunca hay que olvidar que en el pedir, está el dar.

Así que siempre me considere una persona que ayuda, cuando recibo un email, cuando me mandan un tuit, cuando me piden ayuda por Face, siempre trato de ayudar, siempre trato de involucrarme, siempre trato de dar algo de mí a los demás, simplemente por ayudar y porque sé que la indiferencia es lo que está matando este mundo; pero el otro día un escritor quería de mí un favor muy grande, uno que si se analiza más que un favor era algo como una imposición extraña.

Lo que este escritor pretendía, era que le pasará todos mis contactos de cine, sí, todos las relaciones que tengo con las distribuidores de cine y televisión, digo, yo a él lo vi en todos esos eventos, sé que él los tenía; pero pedirme mis contactos es algo excesivo en este medio.

Bien tendría que explicarte como es este mundo de medios de comunicación, relaciones públicas y los bloggers que nos hemos añadido poco a poco a esa práctica; y es que con tu trabajo escrito, comienzan a invitarte a cubrir eventos, hasta que te haces visible en el radar de las empresas que traen el cine a México y entonces te comienzan a invitar. Además mucho de este trabajo como blogger o medio, es hacer relaciones públicas, para conocer a otros reporteros, ser amable y pedirles que si no tienes el contacto con cierta distribuidora de cine, te del email de la persona que hace las invitaciones al cine y puedas conectarte; pero ese tipo de solicitudes las haces en buen plan, las haces porque tienes una buena relación, te hablas bien y tienes la confianza suficiente para pedir un contacto.

En mi caso debo decirlo, todos los contactos que hice, todos excepto uno, los hice yo, con mucho trabajo y durante muchos años; pero entiendo lo difícil que es empezar un nuevo medio, una revista digital o un blog, y trato de ayudar, contactar y vincular a las personas; cuando son abiertas y tienen una relación buena conmigo.

Al principio si ayudaba a todos, conocidos o no y les daba el contacto que me pedían, ya sabes, yo sabía lo difícil y el tiempo que tardaba hacer contactos, así que yo ayudaba, sin que me lo pidieran; algo que nunca se valoró y al final era mi obligación y mi culpa si salía mal. En base a malas experiencias, empecé a apreciar mis contactos para solo compartir mi networking con personas que si lo apreciaran y me apreciaran a mi.

Pero hace poco un escritor de un super blog, quería que le pasará todos mis contactos, porque algo extraño paso, se separan las revistas donde trabajaban, se hizo un caos y desorden, le borraron su email, el perdió sus contactos y en su desesperación acudió a mi, una colega a pedirme ayuda.

Extrañamente este cuate, solo quería mi ayuda cuando necesita algo, porque justo cuando le mande un saludo, cuando lo conocí para alargar mi networking, el me dejo en visto, sin siquiera decir “gracias” o “de nada”, pero ahora que tengo un posible uso o valor, resulta que ahora si soy digna de que me hable no para pedirme un favor, sino solidaridad o alguna mamada de ese tipo.
Yo ayudo a todas aquellas personas que me lo piden, excepto, cuando esa persona no tuvo la menor cortesía en siquiera responderme un saludo.

La ayuda debe ganarse

Pedir solidaridad es una cosa, pedir un favor es otra, y necesitas seguir los protocolos para pedir un favor como ser humilde y hacerlo en un tono cordial, no puedes obligar a alguien a que te ayude o te haga un favor, no puedes, eso es ser limosnero y con garrote, exigir algo, exigir ayuda puede funcionar en ciertas personas, pero no todas van a reaccionar de manera positiva.

Ayudar a los demás de buena onda sí es algo que hago, no necesito mayor motivación que simplemente, lo quiero hacer, pero no voy a ser un favor activo, con alguien que me ha tratado mal. Entiendo la filosofía de poner la otra mejilla, pero no comprendo cómo alguien que ni me habla, quiera que yo le pase TODOS, literalmente todos mis contactos.

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com