Renunciar a algo: Vivimos en la era de las renuncias
Lo de hoy es renunciar cada que algo comienza a ponerse difícil sin siquiera pensarlo mucho, ¿para qué tanto esfuerzo?, ¿acaso no se dice que la vida es corta para sufrir?, y mucho de este pensamiento viene máximas filosofías como el YOLO, el viejo CARPE DIEM y demás similares que promueven una vida feliz, casi hedonista en la que las complicaciones, los sacrificios y las dificultados no merecen el más mínimo esfuerzo, porque solo se vive hoy, por ello hay que vivir aprisa, en sintonía con la felicidad, haciendo lo que nos gusta.
Y por cierto, no estoy criticando en mal plan a esa filosofía de solo se vive una vez, no, realmente lo que pretendo es reflexionar en voz alta sobre los peligros que trae consigo pensar que nada vale mucho esfuerzo. Entiendo el concepto de pensar en el hoy, pero no puede entender cómo se tergiverso el asunto a tal grado que todos usan la máxima de SOLO SE VIVE UNA VEZ, para hacer lo que se les da la gana y renunciar a algo cuando ese algo es muy complicado.
En la actualidad renunciar es parte de nuestras costumbres, lo hacemos sin pensar y sin evaluar que pasará a largo plazo al renunciar a algo. Lamentablemente muchas personas lo hacen bajo la excusa tonta, de que la vida es muy corta para preocuparse, para sacrificarse, para ocuparse.
¿Para qué?, en la actualidad nada merece el esfuerzo y todos terminan renunciando muy rápido; abandonando aquello que los hacía felices, pero en el camino se complicó.
Oigan, abran los ojos, todo en esta vida es difícil, TODO, creo que se debería incorporar al YOLO esa parte, que tal vez son las letras pequeñas de la vida, pero esas letras pequeñas son esas piedritas que traemos en los zapatos, la vida no es sencilla, naaaaaaaaaa, quien crea lo opuesto muy seguramente es hijo de Slim, sin embargo todos los demás entendemos que cada cosa, proyecto, empresa, actividad, relación o lo que sea, va a ser un gran sacrificio pero uno que valga la pena; porque al final todo ese gran esfuerzo será recompensado, pero nunca sabrás que tan lejos puedes llegar, que tan gratificante será si estas renunciando a las cosas, a todas las cosas que emprendes.
Antes nos burlábamos de aquellas personas que siempre comenzaban algo y nunca lo terminaban, porque era demasiado complejo y eso las obligaba a renunciar a algo, sin importar que; antes lo normal eran pocas personas que no podían comprometerse a terminar algo. Lo malo es que ahora son tantos los que renuncian, y es en verdad una gran pena.
Ahora es más fácil renunciar, se puede renunciar a algo si uno se cansa o se fastidia rápido, sin pensarse mucho, hablando de trabajo, amigos, relaciones, proyectos y amor. Si algo es duro, hay mejor déjalo así y renuncia, no te compliques.
Pero te imaginas que pasaría si no renunciaras, sin importar lo difícil o complejo que sea una situación; te imaginas que pasaría si vivieras el hoy como si fuera el último, pero dejarás el corazón en todo lo que haces, con pasión y con entusiasmo hasta terminarlo.
Creo que el mundo sería muy diferente.
Lo malo es que vivimos en la era de las renuncias y las personas renuncian a sus sueños, renuncian al amor, renuncian a una meta, renuncian a todo en el minuto exacto en el que las cosas se complican. Esa es una gran pena.
En verdad es una lástima la desidia de la gente la actualidad…
Hasta el punto en que si alguien se esfuerza en cualquier ámbito es tachado de loco…
Sí, es una pena pero también es una reacción lógica a los días modernos.
Ahora es muy, pero muy fácil renunciar.
Yo estuve a punto de renunciar a publicar el pequeño comentario debido a la burocracia de Google+…
Pero no creo que sea debido a la actualidad en sí…
jajajajajajaja