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El corazón siempre participa en dramas

¿Alguna vez has sentido que tu corazón tiene un doctorado en telenovelas? ¡No estás solo! El corazón siempre participa en dramas, como un buen mariachi en una serenata: con todo el sentimiento y la pasión del mundo. Pero, ¿por qué somos tan propensos a convertir nuestras vidas en melodramas? ¡Acompáñame a descubrirlo con una buena dosis de risas!

Cuando el corazón se convierte en estrella de novelas

Nuestro corazón siempre participa en dramas, como si fuera un actor de reparto en una producción de época. Nos enamoramos perdidamente, sufrimos desilusiones amorosas, nos peleamos con nuestros amigos, nos enojamos con nuestra familia… ¡Y todo con una intensidad que haría palidecer a la mismísima María Félix!

Y es que a veces, nuestro corazón se comporta como un niño chiquito al que le encanta hacer berrinches. Se aferra a sus caprichos, se niega a aceptar la realidad y arma un escándalo por cualquier cosita. Pero, ¿por qué nos dejamos llevar por estos dramas?

¿Por qué el corazón es tan dramático? (y cómo evitar que te arruine la fiesta)

La respuesta es que nuestro corazón siempre participa en dramas porque está programado para buscar conexión, amor y pertenencia. Cuando sentimos que estas necesidades no están siendo satisfechas, reaccionamos de forma exagerada, como un perro chihuahua ladrándole a un camión.

Además, nuestro corazón es muy sensible a las emociones negativas, como el miedo, la tristeza y la ira. Cuando experimentamos estas emociones, nuestro corazón se acelera, nuestra respiración se agita y nuestra mente se llena de pensamientos catastróficos. ¡Es como si estuviéramos a punto de ser atacados por un oso!

Consejos para domar a tu corazón dramático (y vivir más tranquilo)

Aunque no podemos evitar que nuestro corazón siempre participe en dramas, sí podemos aprender a manejar nuestras emociones y a no dejarnos llevar por la histeria. Aquí te dejo algunos consejos:

  • Identifica tus detonantes: ¿Qué situaciones, personas o pensamientos te hacen reaccionar de forma exagerada?
  • Practica la respiración consciente: Cuando te sientas abrumado, respira profundamente y exhala lentamente. Esto te ayudará a calmar tu sistema nervioso.
  • Desafía tus pensamientos negativos: Pregúntate si tus pensamientos están basados en hechos o en simples suposiciones.
  • Busca apoyo: Habla con un amigo, un familiar o un terapeuta sobre tus emociones.
  • Aprende a reírte de ti mismo: El humor es una excelente herramienta para relativizar los problemas y no tomarnos la vida demasiado en serio.

Nuestro corazón siempre participa en dramas, pero podemos aprender a ser los directores de nuestra propia película. Así que ya lo sabes, ¡a tomar las riendas de tus emociones y a vivir una vida más tranquila y feliz!

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com