Cuando dos chicos fresas se burlaron de mí por pedir dos mini hamburguesas
De mis peores traumas en la vida, que se burlen de mí, pero bueno, a veces digo tanta tontería que he comenzado a aceptar que ese hecho suceda, que la gente se ría de mí, obvio, yo me repito internamente que es conmigo, para que no me afecte tanto; pero a veces sucede ese hecho, te vas a topar con gente tan cretina, que se burlarán de ti por tus defectos físicos, tu forma de hablar, tus ideas, tu apariencia o los proyectos que realizas o cualquier cosa, depende de ti, reaccionar de forma apropiada y entender lo que está pasando para evitar que esas risas o comentarios hirientes de alguien más puedan lastimarte.
Una especie de bullying moderno, en el que las clases sociales altas, se burlan de las cosas que hacen los demás mortales, digo, a mí me parece tan absurdo, pero estas personas salidas de la dimensión desconocida del mundo de Ricky Ricón, solo a estas personas se les hace gracioso que la “gente pendeja” viaje apretada en el metro, solo a ellos se les hace gracioso ver el metrobus hasta la madre, mientras se ríen de nosotros por hacer cosas para ellos tan increíbles, que la única respuesta merecida es una gran carcajada.
Cuando las personas son diferentes a ti, no importa cómo o preocuparte por entender y conciliar esas diferencias, lo que tienes que hacer es reírte de ellas.
Bien, no estoy diciendo yo, que hagas eso, NO, ese no es mi consejo, pero parece ser que las personas, en su mayoría creen que eso es lo ideal, el cómo se debe reaccionar con las personas que son diferentes.
Pero esta intolerancia, burla y bullying sucede de forma cotidiana y es normal, tanto que ahora todos se rían de las personas que son diferentes, de las personas con sobrepeso, de las personas que hablan raro, de las personas que tienen algún defecto, es tan común que ya a nadie le importa esas risas.
¿Oh si?
Pues supongo que a alguien le importa, por eso estos días se escucha muy fuerte muchas campañas sociales para respetar a los demás, para no discriminar por ninguna diferencia física, social o racial a las personas.
Como el caso de Sean en twitter, que unos jóvenes se burlaron de él, por querer bailar.
Y hoy me sumo a la queja, digo, se acaban de burlar de mi dos fresitas porque en vez de solo tomar una mini hamburguesa, pedí dos.
Ahora, no creo que nadie se debería burlar de otra persona por comer, y no creo, que ni siquiera si hubiera pedido toda la charola, estos chicos arrogantes, ni siquiera así les hubiera dado el derecho a reírse de mí; porque ellos no sabrían si tengo la suficiente hambre como para comerme toda esa charola, ellos no saben si no he comido nada en todo el día o muchos días.
Hay personas que lo tienen todo, en excesos, que cuando una persona normal, pide un poco más, un poco extra, lo toman como la cosa más graciosa del mundo.
Mientras me señalaban, mientras se reían de mí, mientras hacían obvio que se reían de mí en mi cara, sin importarles que yo me haya dado cuenta, yo seguía comiéndome mis dos mini hamburguesitas.
Yo me pude haber reído de su alcoholismo y de que pidieron, no uno, ni dos, sino muchos tragos con vodka, pero no lo hice.
