Cuando se burlan de ti por comer mucho

¡Ay, qué bonito es que te juzguen por disfrutar de la vida!, porque claro, todos tenemos que vivir a base de lechuga y agua para complacer a los demás. Pero, ¿Qué pasa cuando se burlan de ti por darle gusto al cuerpo? ¡Aquí te va mi respuesta (con mucho sarcasmo)!

¿Te lo vas a comer todo?: El Inicio De La Pesadilla

Siempre hay un alma caritativa que, con la mejor de las intenciones (nótese el sarcasmo), te pregunta si de verdad te vas a comer todo eso. ¡Como si fuera su plato! Y ahí empieza el interrogatorio: “¿No estás a dieta?”, “¿No te da remordimiento?”, “¿Y luego cómo le haces para mantenerte así?”. ¡A ver, señores, cada quien su vida y su metabolismo!

Provecho: La frase más burlona del mundo

Después de observarte con lupa mientras devoras tu plato, llega el momento del “provecho”. Esa frase que, en realidad, significa: “Disfruta tu atracón, porque yo estoy aquí para juzgarte en silencio”. ¡Pero qué amables son! Dan ganas de invitarlos a probar un bocado (de mi indiferencia).

¿Y no te sientes culpable?: La pregunta del millón

¡Claro que me siento culpable! Culpable de no haber pedido doble porción. ¿Acaso tengo que justificar cada mordisco que doy? ¿Acaso mi felicidad depende de la aprobación ajena? ¡Por favor! Déjenme disfrutar de mi comida en paz, que bastante cara me costó.

“Es que yo me cuidaría más”: Consejo no solicitado

Siempre hay un gurú de la salud que se siente en la obligación de darte consejos no solicitados. “Es que yo me cuidaría más”, te dicen, como si tuvieran la fórmula mágica para la felicidad eterna. ¡A ver, campeón! Yo también me cuido: cuido de mi salud mental mandando al carajo a los criticones.

¿Qué hacer cuando se burlan de ti por comer?

  1. Ignorar: Es la opción más elegante y efectiva.
  2. Sarcasmo: Responde con un comentario ingenioso y déjalos callados.
  3. Indiferencia: Demuestra que sus opiniones te resbalan.
  4. Humor: Ríete de la situación y demuéstrales que no te afecta.
  5. Empatía: Recuerda que, probablemente, ellos tienen problemas más grandes que tu plato de comida.

Al final del día, lo importante es disfrutar de la vida (y de la comida) sin importar lo que digan los demás. Porque, seamos sinceros, cuando se burlan de ti por comer, es porque ellos quisieran estar haciendo lo mismo. ¡Así que, a darle con ganas y que les arda!

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com