Filosofando

Cómo convivir con los demás

Parece cosa bien fácil, eso de convivir con los demás, una simple acción que se da de forma natural, por la mera acción de tratar a los demás, pero eso dice la teoría, porque en la práctica nunca es así y lo que parece algo natural, simple y bastante fácil de hacer termina siendo muy complicado y convivir con los demás pasa de ser un arte a una compleja ciencia en la cual la constante es que nunca sabemos que hacer o hacia dónde ir.

Pero, ¿por qué este proceso de relacionarnos con los demás es tan complicado?, digo, en serio, es un gran enigma como complicamos nuestras relaciones a niveles infinitos, y el misterio es ¿por qué?, ¿cómo?, ¿cuándo?

Tengo treinta y tantos años de vida, no son pocos, pero tampoco son tantos, creo que son los suficientes para entender la vida, así como sus elaboradas interconexiones, pero hoy descubro con frustración que no, ni los años, ni la experiencia, ni vivir muchas situaciones dan la sabiduría necesaria para poder saber cómo relacionarte con los demás.

Bien, hace tiempo me habían dicho que la única manera para ser funcionales y sobrevivir a las complicaciones de las relaciones humanas y sociales, era fluir, no obsesionarte con las cosas, no clavarte en los rollos, aprender de lo malo, disfrutar lo bueno, y no enfrascarte en las malas experiencias y situaciones que se viven con las demás personas; si bien suena sabio, medio hippie y buena idea, creo que eso no funciona.

Sí, porque esa filosofía de vida se basa en no ser aprensivo, en no esperar nada de los demás, disfrutar si algo pasa, para ser simplemente viajeros o espectadores, pero eso no se puede, no está en nuestra naturaleza humana simplemente dejar ir las cosas y evitar que nos afecten.

Nuevamente en teoría es ideal, es buena idea, pero en la práctica es imposible, y evitar que algo, alguien o una experiencia nos genere emociones, sentimientos o expectativas, es simplemente imposible; así que la idea de fluir y no enrolarte con nada, es muy difícil de lograr; eso nos deja en el limbo de las relaciones pensando en el cómo convivir con los demás de forma correcta, sin generar conflictos, sin desarrollar problemas o emociones encontradas, pero parece imposible.

Porque incluso tratando de seguir esos consejos de no te enroles, no te claves, disfruta como viene, incuso en ese modo, la complejidad de las personas es tan alta, que terminan ensuciándose todas las conversaciones o interrelaciones que tenemos con amigos, colegas, familiares e incluso en el romance, conversar, dialogar y convivir con los demás es simplemente muy difícil.

Muchas veces me he preguntado con mucha duda ¿soy yo?, tal vez sí sea yo, y tenga una gran incapacidad para comprender al mundo moderno para desarrollarme y convivir con los demás, tal vez sea yo, porque simplemente no puedo, no puede entender a las otras personas, no puedo saber que quieren, que esperan o que desean de mí, y eso me frustra enormemente que sin importar la experiencia o la forma en la que intente llegar con los demás, simplemente no puedo.

Y no importa cómo me quiera relacionar o lo sencillo que parezca, nunca se cómo convivir con los demás, cual es el protocolo a aplicar, que es lo que se espera de mí, como debo reaccionar y cómo deben manejarse mis emociones.

Tal vez la clave si sea que todo te importe una mierda, no esperar nada de los demás, para convertirte en un nuevo ermitaño social, alejado de todos los posibles conflictos que puedan generar las demás personas.

Tal vez esa sea la clave de la vida moderna, y no se trata de saber cómo convivir con los demás, sino de cómo evitarlos, porque todos y cada una de las personas con las que tenemos contacto, todos agregan complejidad a la vida humana.

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com