Cuando alguien te da unfollow no te lo tomes personal

Hay muchas cosas que cambiaron con el internet, nos guste o no.
Ahora vivimos de una manera muy diferente, tal vez sea más sencilla la vida por aquello de que todo lo resolvemos con una app; pero irónicamente la vida también se hizo más compleja y muchas situaciones sociales que experimentamos ahora, son de índole confuso, complejo y muy complicado, si bien ahora todo está a un click de distancia, también lo está la locura.

Aquellos años del mundo analógico, es decir off-line, ahora parecen muy lejanos, cuando las experiencias sociales más frustrantes de la vida, era algo así como:

• Ser rechazado en publico
• No ser invitado a la fiesta del momento
• Ser ignorados en una conversación
• Ser ridiculizados en vivo y en directo

Ahora esos problemas, siguen estando ahí, pero a la ecuación matemática de angustia social y estrés emocional, se anexa el combo de frustraciones que se viven gracias a la vida digital con sus redes sociales, su mensajería instantánea, mensajes sms, videollamadas, en fin, en pocas palabras la vida se nos complicó mucho más con el internet, que aparentemente venía a resolver todos nuestros problemas, resulta finalmente que, más bien, los exponencio a la octava potencia y tiene una nueva complejidad, una nunca antes vista.

De verdad, en serio, antes nunca en la vida nos hubiéramos imaginado ser el stalker personal de alguien, noooooo, por dios, eso era de creepys, aunque bueno, antes del internet, ser stalker significaba tener binoculares y seguir en formato incognito a una persona para saber qué hacía, dónde andaba, con quien estaba y dónde pasaba su tiempo; pero ahora ser stalker es solo dar un click en Instagram, entrar a Facebook o seguir a una persona por Twitter, solo un click nos separa de la locura de obsesionarnos con alguien de estar al margen.

Eso se me hace bien pinches loco, como los comportamientos que antes considerábamos bizarros y enfermos, ahora se hacen normales, comunes y muy fáciles de hacer gracias a las redes sociales.

Por eso mi punto, el internet nos jodio la vida.

Y en esas nuevas frustraciones modernas, se agrega el horrible sentimiento, el cual por cierto, NETA ES HORRIBLE, darte cuenta que alguien te elimino de su red social, ya sea en Facebook o Twitter, es horrible cuando estás buscando a una persona y descubres (tal vez un minuto después o puede ser dos años) que ya te elimino o te dio unfollow.

Entras en plan dramático novela, te frustras, te sientes, estas muy dolido, y empiezas con el discurso de:

Maldit@ perr@ infeliz, malnacid@, malparid@ y púdrete en el infierno porque te odio.

Tal vez, ya ni hablabas con esa persona, tal vez nunca te cayó bien, tal vez ni la conocías y cada que veías sus actualizaciones te molestabas, pero el hecho de que te eliminen, eso duele en lo más profundo del ser.

La verdad yo ya dejé de seguirles la pista a las personas que me dan unfriend o unfollow, realmente me causa angustia, sin importar que me valieran pitos antes, saber que me eliminaron me afecta, por eso ni veo quien me elimina o no, pero cuando me doy cuenta que alguna conocida del gym que no veo hace mil siglos me elimina del Facebook, entro en furia, lo sé, no debería pero lo hago y entonces entro a mis otras cuentas de Twitter e Instagram, obvio, para dejar de seguirle, pues quien se cree que es, para que yo la sigua y ella de vuelta no.

Es muy frustrante darte cuenta que alguien te elimino, ah, pero no fueras tú eliminando gente, porque eso es normal y natural, ay lo sé, está mal cuando nos lo hacen, pero cuando lo hacemos es perfectamente normal.

Pues bien, el otro día estaba viendo mi cuenta twitter cuando vi que alguien muy estimado por mí, me dejo de seguir, obviamente yo entre en drama plan novela de las 6pm.

Pero después me dije, calma, no te lo tomes personal, solo fue un miserable insecto que se pudrirá en el infierno por dejar de seguirme.

Cuando alguien te da unfollow no te lo tomes personal, así es la vida, no pasa nada, el mundo no se acaba y no será ni la primera, ni la última persona que te elimine, como si nada, de su vida.

Ahora lo interesante es ¿por qué nos duele tanto que nos eliminen de la vida digital?