La validación de los demás
Vivimos en un extraño mundo en el que somos algo o alguien, solo y únicamente, cuando otra persona lo decide; vivimos en ese extraño mundo en el que le damos el valor y el poder a los demás, de darnos valor, de definirnos y validarnos, y lo peor o lo que más asusta de este mundo, es que ahora una simple acción como que alguien nos de like o nos siga en una red social, nos define y nos asigna un lugar en esta extraña sociedad que se conforma por likes.
El primer capítulo de la segunda temporada de Black Mirror, era eso, un macabro episodio en el cual las personas recibían un rank en base a los likes e interacciones que tenían con otras personas, asignando en base a ese rank, no solo su popularidad social, sino su estilo de vida y su potencial éxito en la vida.
Y cuando se planteó esta extraña realidad, que solo parecía ser factible en el mundo de Black Mirror, ahora es básicamente una realidad, en el que todos, han permitido que su rank social digital, y en menor medida su rank social off line, los defina, les asigne un valor y un lugar en la jerarquía social.
Eso es bizarro, aunque no es nuevo, y antes del mundo digital, las personas populares o los chicos cool, habían dejado el precedente, que solo las personas populares y aceptadas en cierto grupo social, son las que tienen valor.
Pero antes, a las personas fuera de ese círculo social, por lo menos a la mayoría y en teoría, no les importaba encajar, pero ahora sí.
¿Por qué?, porqué nos permitimos de grandes, cuando se supone que razonamos, porque nos permitirnos que la validación de los demás nos defina, y lo peor, es que enseñamos a los más pequeños, que solo importamos y existimos cuando alguien más lo desea.
¿En serio?
¿En qué clase de jodido mundo vivimos?, o mejor aún ¿qué clase de sociedad somos?, y lo más interesante, qué tipo de personas somos, que necesitamos que un extraño de manera digital nos apruebe y nos festeje, con la misma urgencia y gran necesidad, con la que deseamos que nuestros conocidos cercanos nos acepten, nos celebren y nos validen.
Qué clase de mundo es esté, en el que se necesita no solo la estima y el respeto de los demás, sino también y más importante la validación de esas personas.
Ahora, creo que lo más trastocado de este asunto, es que se busca la validación de personas superficiales, huecas y vacías; eso es lo que más se anhela en este mundo, que las personas equivocadas nos acepten, nos validen y nos hagan sentir grandes.
Digo, entiendo que haya personas a las cuales consideramos admirables y ejemplo a seguir por aspectos intelectuales o los consideramos sabios, creo que esperar la validación de esas personas, las personas de gran calidad moral, sería ideal, pero en vez de eso, esperamos que alguien al estilo Kardashian, nos acepte y le diga al mundo que valemos.
¿Cómo es posible?
El mundo esta tan mal, en serio tan mal, que hay personas en redes sociales hablando sobre la importancia que tienen los seguidores y el cómo es importante, conseguir los seguidores adecuados, mientras que algunos los hacen enseñando cuerpo o usando su sexualidad, hay quienes lo hacen enseñando su sonrisa.
¿Qué?
Buscar seguidores y buscar los seguidores correctos, solo porque un número de personas acumulados en una red social, hace que tengas valor, ¿qué?, y lo más absurdo, es lo que se hace y lo que se dice por conseguir a esos seguidores.
Por qué lo hacemos, en serio, porque, creo que la moraleja es, la gran sabiduría que han venido cultivando los inaceptados y es, no me importa lo que los demás piensen de mí.
En serio, quien necesita que alguien más valide tu existencia o tu valor.
Creo que debería valernos 5 hectáreas de pepino, lo que piensen los demás, ahora, yo sé, vivimos en una sociedad y somos entes gregarios que necesitamos del próximo, porque así esta forjada nuestra supervivencia; pero una cosa es necesitar su ayuda y actuar de forma cordial y otra cosa, es que la opinión de los demás nos valide o nos dé, de alguna manera una especie de valor.
Esto es inverosímil e innecesario.
Tú valor no radica en el valor que los demás te asignan, y para nada está relacionado con el número de seguidores que tienes, tu plusvalía no radica en que alguien más diga que vales, no, tu valor se encuentra en tus ideas, tu personalidad, tus pensamientos, tu calidad moral, tus acciones y tus contribuciones, y no en el que otra persona acepte y decida que existes.
Se acuerdan del proverbio chino que decía, “Si un árbol cae en un bosque y nadie está cerca para oírlo, ¿hace algún sonido?”, este proverbio es una reflexión sobre el mundo material, en el que se afirma que la existencia de algo, parte de que exista otra persona que lo perciba.
Así que, en este caso, nos estamos convirtiendo en el árbol, que necesita para confirmar su existencia, que alguien más lo perciba.
¿Eso es en serio?
Porqué maldita razón le damos ese poder a las personas, el poder de reconocer nuestra propia existencia, ¿por qué?