Cuándo te la pasas tomando fotos pal Feis
Hay una tribu urbana que ha tomado el control del botón de la cámara: los que se la pasan tomando fotos pal Feis. ¿Te suena familiar? Tal vez tú mismo estés leyendo esto mientras un amigo está a un metro de distancia, preparando su siguiente selfie como si fuera un mago en el escenario. Vamos a reflexionar sobre esta fascinante y a veces cómica cultura de las fotos, donde cada respiración se captura para, de alguna manera, compartirla con el mundo.
La vida a través del lente
Antes de arraigar en las razones detrás de estas eternas fotos pal Feis, pensemos en un dato curioso: ¿sabías que según un estudio de alguna universidad desconocida, el 90% de las personas en el mundo tienen una cámara siempre a mano, ya sea en un teléfono, una tablet, o incluso una cámara action? Esta data podría ser la razón detrás de que al salir a cualquier lugar se convierta en una sesión de fotos improvisada digna de un portfolio de modelaje. ¡Qué tiempo tan emocionante vivimos!
El ritual de la foto perfecta
Tomar fotos pal Feis ha superado cualquier otro ritual social. Hay un proceso estratégico que sigue cada aficionado a las selfies, ahorrándote el tiempo del rostro cansado y la falta de iluminación. Aquí te dejo el manual básico que parece ser seguido por todos los que quieren capturar ese momento:
- Mirada de camaleón: El primer paso es tomar el móvil y buscar la luz perfecta. No se puede usar una lámpara de pie; es todo sobre encontrar ese iluminador natural que te haga parecer que acabas de salir de una sesión en una revista de moda.
- Pose digna de Oscar: Se coloca el móvil en la posición ideal para el ángulo, como si se tratara de una escena de película. Y aquí viene la parte crucial: asegurar la “mirada accidental” mientras el fondo es un sueño que nada tiene que ver con la realidad.
- Cacher el “clic”: La combinación de mil intentos y el arte de elegir el mejor entre muchos. Esto puede entenderse como una especie de deporte extremo. Si alguna vez te has preguntado, “¿por qué hay tantas fotos de comida y no de la persona que realmente la está comiendo?” ¡Bienvenido al club!
Las obsesiones de las fotos pal Feis
Los que se la pasan tomando fotos pal Feis han desarrollado sus propias categorías de obsesiones a través de las cuales se vuelven verdaderos artistas. Algunas de las más comunes incluyen:
- El “Selfie del café”: Esta foto se ha vuelto icónica en las redes sociales. Tienes que sostener la taza en una mano y el teléfono en la otra, mientras intentas sacar el mejor ángulo de ti y tu cappuccino. Si hay espuma en la bebida, ¡mejor aún!
- El “Momentazo del atardecer”: Ese instante mágico en que el sol se oculta, y tú colocas tu mejor mirada mientras lo haces parecer que eres parte de un cuadro artístico. Nadie necesita saber que en realidad estás en un parque lleno de niños gritando y perros ladrando.
- La selfie en grupo con el mismo gesto: Aquí estamos hablando de auténtica coreografía. Todos posando con la misma cara de sorpresa y emoción, como si hubieran descubierto el significado de la vida.
El dilema del álbum virtual
A veces, uno se plantea: “¿Es este contenido de calidad o simplemente la necesidad de demostrar que tengo una vida social?”. Los feeds de Facebook se han convertido en un concurso de a ver quién logra mostrar la “vida perfecta”. Eso sí: el momento en que subes la foto, ese aplauso virtual en forma de “likes” se siente tan gratificante que parece ser el mayor logro del día.
Un mundo lleno de capturas
Así que, mientras tus amigos continúan capturando momentos que nunca volverás a ver excepto en sus fotos pal Feis, recuerda que en el fondo, todos compartimos la misma necesidad: sentir conexión. Ya sea porque te la pasas tomando selfies o porque haces parte de un grupo de amigos que se lanzan el teléfono y dicen “¡Toma una foto de nosotros!”, al final del día, estamos creando recuerdos en la manera que mejor sabemos hacerlo.
La próxima vez que te encuentres con alguien que se la pasa tomando fotos pal Feis, regálale una sonrisa y recuerda que, en este mundo lleno de pantallas y filtros, todos necesitamos esos pequeños momentos que nos hacen sentir vivos. ¡Así que sigue posando y divirtiéndote! Quién sabe, tal vez un día seas tú la estrella de los días pal Feis. Recuerda: lo que importa no es la cantidad de fotos que tomes, sino la alegría de tener esos recuerdos que contar.
