Zapatazo contra Bush, yo no soy tan ágil
¿Te acuerdas de ese famoso zapatazo contra Bush que se volvió viral en 2008? En aquella memorable conferencia de prensa, un periodista iraquí, Muntadhar al-Zaidi, decidió protestar de una manera un tanto… insólita. En lugar de palabras, optó por un par de zapatos voladores. Pero, seamos realistas, si hubiera sido yo, el zapato me habría aterrizado en la cara en un abrir y cerrar de ojos. ¡Yo no soy tan ágil!
El Momento Épico
La escena es digna de una película de acción. Al-Zaidi se levantó, cogió su zapato y lo lanzó con una fuerza digna de un superhéroe.
- La velocidad: Mientras el zapato surcaba el aire con elegancia, Bush mostró una agilidad que no le conocíamos, esquivando el proyectil como si estuviera en la película Matrix.
- El impacto mediático: El evento se convirtió en un fenómeno en internet, con memes, videos y discusiones que durarían años. ¿Quién diría que un zapato se convertiría en un símbolo de resistencia?
Mi Realidad: El “Zapatazo” Inverso
Ahora, imagina que soy yo en esa sala. En vez de lanzarle un zapato a alguien, ¡seguro que un zapato me hubiese aterrizado en la cara! A continuación, algunas razones por las que definitivamente yo no soy tan ágil:
Falta de Preparación
No importa cuántas veces practiques la técnica de lanzamiento en tu mente; cuando llega el momento, la adrenalina puede jugarte una mala pasada.
- Momento de pánico: “¡Oh no! Es el presidente… ¿qué hago?” Y en lugar del elegante lanzamiento, estoy ahí tratando de quitarme el zapato de la cara.
- Testigos sorprendidos: La multitud no sabría si reír o correr por el zapato de vuelta a su dueño.
Lo Que Realmente Sucede en Mi Cabeza
Mientras intento concentrarme en mi objetivo (que, por cierto, sería el mismo Bush, pero en mi imaginación), es probable que en mi mente se conecten cosas como:
- Pensamientos de “Podría haber lanzado un burrito en su lugar”: Ahora, eso sí sería un zapatazo útil y delicioso. ¿Te imaginas? “¡Toma tu burrito de pollo, presidente!”
- Crisis existencial: “¿Por qué estoy lanzando zapatos? ¿Fui a la escuela para esto?”.
El Fallo Dramático
Y si por alguna extraña razón lograra lanzar el zapato con bastante fuerza, estoy seguro de que:
- El Zapato Regresaría: Sí, eso ocurriría. El zapato volaría, pero se descontrolaría en el aire y terminaría golpeándome a mí, mientras que yo caería al suelo como un personaje de una comedia slapstick.
- Las Redes Sociales: Imagina el video viral: “Mujer se golpea a sí misma con un zapato, un nuevo tipo de protesta”.
Así que, mientras pienso en el zapatazo contra Bush, me doy cuenta de que hay dos tipos de personas en el mundo: los ágiles y los que se golpean con zapatos. Ya sea lanzándolos o recibiéndolos, lo importante es que nos divirtamos con estos momentos icónicos de la historia. ¡Tal vez la próxima vez que vea a un político, me quede con mis zapatos bien atados y opte por una buena discusión en lugar de un lanzamiento! ¿Quién necesita zapatos voladores cuando tienes el poder de una buena conversación… o simplemente un burrito?