Ya nadie quiere blackberry, ni regalada

Ah, la famosa Blackberry, esa maravilla tecnológica que en su tiempo reinó como la reina del trono de la comunicación. Si te encuentras en la treintena o más, seguramente recordarás esos días en los que tener un teléfono Blackberry era sinónimo de estatus, poder y, por qué no, hasta de un poco de selfie glamour. Pero, ¿dónde quedaron esos días? Ahora, la Blackberry es más bien vista como un dinosaurio en un mundo lleno de smartphones inteligentes y tablets que hacen más cosas que las que la mayoría de nosotros hacemos en un mes.

El Auge de la Blackberry

Para quienes no estén familiarizados con la historia de la Blackberry, déjame llevarte de regreso a los dorados años en que esta marca no solo era un teléfono; ¡era una declaración de intenciones! Tener una Blackberry era como tener una billetera de diseñador: no solo era funcional, también era parte de tu identidad.

• Los empresarios se la peleaban: La Blackberry era la herramienta que todo jefe quería tener. Aquella famosa tecla de “Enviar” y su teclado físico eran el sueño de cualquier profesional. La sensación de estar siempre conectado con el trabajo -y la posibilidad de enviar correos electrónicos en cualquier lugar- te hacía sentir como un agente secreto al estilo de James Bond.
• El símbolo del estatus: Tener una Blackberry era como decir “mira, soy importante”. En aquellos tiempos, ver a alguien con una Blackberry era como si te hubiera mostrado su membresía del club más exclusivo de la ciudad. ¡Incluso había gente que prefería la gente que tenía algún modo de ”hacker” en su Blackberry por encima de la moda!

El Gran Desplome

Pero, como bien dice el dicho, “las modas vienen y van”. De repente, de la noche a la mañana, esa joya tecnológica empezó a perder brillo. La llegada de Apple, con su iPhone en 2007, fue el golpe de gracia. Todos querían una pantalla táctil y la posibilidad de descargar aplicaciones, mientras que la Blackberry parecía estar estancada en un desfile de los 90. ¡Adiós estabilidad, hola caos!

• Adiós a los teclados físicos: La tecnología avanzaba y a nadie le interesaban ya las teclas físicas de la Blackberry. La gente quería deslizar, tocar y jugar con sus pantallas. Así que, mientras los usuarios de Blackberry intentaban acomodar el teclado en sus pantalones o en sus bolsos, los poseedores de otros smartphones ya estaban capturando su vida con selfies instantáneas.
• Las redes sociales son el fin: Las aplicaciones como Facebook y Twitter también se movieron rápido, pero Blackberry no logró adaptarse. Así que, en lugar de ser el rey social, se convirtieron en el rey del olvido. Nadie quiere ser el amigo que sigue diciendo “En mi tiempo, la Blackberry era lo de hoy” mientras todos ríen y muestran sus historias de Instagram.

Ahora, ¿Qué Hacemos Con Ellas?

Y ahora que las Blackberry están estancadas en los cajones de muchos, la pregunta es: ¿Qué hacemos con ellas? Te doy algunas ideas:

• Un regalo para esos amigos nostálgicos: ¿Tienes algún amigo que siempre habla de su gloriosa época de Blackberry? ¿Por qué no prenderle la nostalgia dándole el tuyo como regalo? ¡Que lo use de pisa papeles!
• Decoración vintage: Con un poco de creatividad, esas viejas Blackberry podrían convertirse en elementos decorativos para tu hogar. ¿Por qué no hacer un centro de mesa con varias de ellas y explicar a tus invitados lo que fueron en su momento? Puede llevar a una conversación interesante y muchas risas.
• La opción de “emoji”: Tal vez, esas Blackberry merecen un lugar en la historia como los teléfonos que hicieron que los emojis fueran unos de los elementos de comunicación más divertidos. ¡Que sirvan como un recordatorio que no todo era tan estético, pero si efectivo!

En su día, la Blackberry fue la crème de la crème en el mundo de la tecnología y la comunicación. Sin embargo, ya nadie quiere usar una Blackberry, ni siquiera… ¡regalada! Ahora, somos libres en un mundo lleno de opciones y estilos que, si bien pueden cambiar, siempre nos recordarán ese tiempo. Así que, si tienes una Blackberry guardada en un rincón polvoriento, quizá es momento de dejarla ir y dejar que el recuerdo sea solo un divertido chiste en la historia de la tecnología. ¡Hasta nunca, Blackberry! Te llevaremos en el corazón y en los memes.