Wrecking Ball esta emotiva canción de Miley Cyrus pasó desapercibida, todo mundo se centró en el amarillismo, en el drama, en lo polémico, en el comportamiento catalogado por muchos como autodestructivo de la artista, de repente se perdió de vista a la canción y todo se centró en la parte visual, en una bola de demolición y Miley posándose desnuda encima de ella.
Desde que salió el video solo hubo algo en la mesa de análisis, la desnudes de Cyrus, la chica ex Disney, la chica que promueve valores entre las mentes más jóvenes y enseña nuevos parámetros de comportamiento, mmmmmmmmm, pero no seamos hipócritas no es culpa de Miley Cyrus que nuestra sociedad carezca de valores o moral y sea deseable salir desnudo en un video para atraer la atención de todos, no es culpa de ella, es culpa de todos nosotros que consumimos eso mismo en todos los medios, con todos los artistas y en todas sus formas, cada vez queremos más y dejamos que la cultura de lo superficial, lo banal y lo frívolo llene nuestra cabeza de eso. Cómo se puede criticar tan ferozmente eso que vemos por todos lados, ¿Cómo?
Pero no quería retomar el viejo debate de esta canción, ya que en tiempos modernos hablar de algo que ya tiene más 5 días que paso, es estar atrasado y en este caso mi análisis sería anacrónico y fuera de contexto. No, yo solo quería hablar de lo bella que es la lírica de esta canción, del mensaje que se esconde tras la desnudes de Cyrus, esa letra para hablar del amor extraño, el amor bizarro que termina haciéndote más infeliz que feliz, ese amor medio neurótico que te exige exigirle a los demás que te dejen entrar a su vida.
Últimamente todos en la búsqueda del amor, bueno, aquellos que ya estamos cansados de lo casual, buscamos imperativamente esa pieza que creemos que le falta a nuestra vida AMOR, COMPROMISO, RESPETO, CARIÑO y todo eso que se siente cuando uno se enamora perdidamente de alguien; el problema es que a veces uno entra como una bola de demolición explosiva en la vida de alguien más, para romper su orden, crear caos todo con la excusa de tratar de entrar a su vida.
Eso pasa últimamente mucho, a veces uno se ilusiona tanto y de tantas maneras con alguien que esa persona simboliza todas esas esperanzas, tanto que en vez de entrar con paz, con calma, con paciencia, uno interrumpe de forma loca, violenta y salvaje; intentando entrar en el mundo de una persona cerrada, que de forma hermética se protegió para alejar a todos aquellos que le quisieran lastimar. Tal vez por eso uno piensa que la mejor manera de abrirse paso al corazón de alguien más sea con una bola de demolición, pero que tal si en lugar de usar la fuerza solo dejamos las puertas abiertas para que esa persona pase, si quiere hacerlo, porque iniciar una guerra, si lo único que querías era entrar en la vida de una persona.
