Ícono del sitio El Blog de Yes

Una propuesta indecorosa

Este artículo no es el título de una película de los noventas, espera, fue en los noventas esta película protagonizada por Demi Moore y Robert Redford, mmmmm, creo que sí, esperen voy a checar en Google la fecha.

Un momento por favor…

Sí, así es, esta película es del 93, pero hoy no hablo de esta aclamada cinta, ni hago referencia a ella, sino más bien quiero hablar de las propuestas indecorosas; esas reales y existentes que pueden hacerte a lo largo del día, cuando menos lo imaginas y cuando menos lo esperas. Es más, puede ser cuando termine tu clase de spinning y estés sudando como un vil puerco, fodongo, fachoso, apestoso y despeinado, en el momento menos glamoroso de tu día y VAMMMMMM, alguien sale con este tipo de indecencias sucias y asquerosas.

Hoy puedo reírme del asunto y tomarme con menos seriedad la propuesta indecorosa que me hicieron el otro día, igual casualmente como tú, terminando spinning; sin embargo en esas cosas yo soy tajante y directa, no doy vueltas al asunto, sin rodeos y de forma clara NOOOOOOOOO.

Aunque tal vez, solo tal vez, si me ofrecieran un millón de dólares podría aceptar, digo, es muy diferente un millón de dólares a únicamente placer, placer que no necesito y no ando pidiendo, así que cualquiera que esté pensando en hacerme una propuesta indecorosa a mí, tendrá que agregar algo más a la propuesta, algo más que el simple hecho de disfrutar de acción cuerpo a cuerpo.

Sabes, ese día que recibí esa propuesta, me pareció indignante y sumamente molesta, más allá de hacerme sentir halagada y atractiva; esa petición o propuesta simplemente me pareció muy MOLESTA, y no, no soy mojigata. De hecho, ahora que lo pienso recibo mucho esas propuestas, que normalmente me parecen algo random, mmmmm, pero ahora que lo pienso, si es como muy indignante Y MUCHO, sin embargo en este momento puedo verlo con más madurez y algo de gracia, pero cuando pienso en estas propuestas, solo puedo deducir que yo no soy material para algo estable, largo y duradero, CHINGADA MADRE, y sí, esa grosería fue un lamento de frustración. Digo, soy una persona muy, muy analítica y todas las conversaciones que tengo, yo las analizo y deduzco que si solo se quiere hacer una propuesta indecorosa para una noche, es que no puedo ofrecer material para muchas otras noches más, o tal vez las personas no se animan a descubrirlo.

Eso es frustrante, porque tengo mucho que dar, CREO, digo a este punto de la vida hay que ver las cosas con humor y en su justa perspectiva.

Pero tengo que contarte bien como sucedió esa propuesta, para que tú también te indignes como yo, y si alguna vez se te ocurre hacer una propuesta indecente a otra persona, agregues un buen valor añadido, digo, Robert Redford ofreció un millón de dólares, así que cualquier persona que quiera proponer indecencias tiene que buscar algo que ofrezca una satisfacción similar a un millón de dólares.

Dato curioso, obvio yo no estoy a la venta, es neta, no te rías de mí, simplemente, no estoy a la venta por ningún numero, y no solo es este puerquecito, digo, cuerpecito curvilíneo que dios me dio; tampoco están a la venta mis ideales, mis normas, mis reglas o mis valores.

Resulta curioso, pero en estos tiempos modernos para algunas personas cualquier cosa esta a la venta y cualquier cosa es factible de comprarse; pero que creen, todavía hay personas incorruptibles con una alta ética, moral, valores y alta estima del honor, como yo, que soy como una ninja de la ciudad, una ninja escritora que nunca, NUNCA, NUNCA compromete sus valores o principios ante nada, nadie o precio.

No, simplemente no, yo no hago algo porque alguien me lo pida, excepto mi mamá, si ella me pide muy amablemente que lave los trastes, aunque vaya contra mis principios, lógicamente lo hago.

Pero fuera de ahí, no hago nada que sea incorrecto y eso fue lo que conteste el otro día cuando Fulanito X, después de una intensa campaña de “que chula eres”, “chulada de vieja”, un buen día cree que es el momento de desplegar su estrategia final, el remate, para decirme que me extraña un buen y que me trae ganas.

Obvio, yo conteste de forma muy propia, digo, cualquiera que me conozca sabe que no voy a permitir ese tipo de conversaciones, con nadie, así que le conteste como siempre:

Yes: ¿qué no eres casado y con hijos?
Fulanito X: desvía el tema diciendo que tengo buen cuerpo y que muchas horas de ejercicio deben pagar.
Yes: te repito, ¿no eres casado?
Fulanito X: eso que tiene que ver con el tema, los dos somos adultos y tú lo vas a disfrutar.

Yes: ENTRA RAPIDAMENTE EN MODO, WHAT?

Esa fue la conversación más awkward de la semana porque paso el tipejo este de decirme cosas tontas como “te tengo ganas” a contestar otra pregunta sobre su estatus civil con la respuesta más estúpida de planeta “los dos somos adultos y tú lo vas a disfrutar”, WEY, dime en donde me perdí, y quien hablo de disfrutar o placer, es como contestar quiero comer pizza cuando alguien te pregunta cómo te llamas, wey, neta que pinche pedo.

Ahora, si alguien te pregunta ¿eres casado?, solo puedes responder si o no, no entiendo en qué mundo bizarro ¿eres casado?, tiene que ver con disfrutar o no disfrutar algo.

Bien, como tal esta persona nunca me dijo de forma directa su propuesta indecorosa, pero entre líneas el buen entendedor no necesita muchas explicaciones, por lo que tuve que contestar muy tajantemente que ese tipo de conversaciones no me latían y que por favor se abstuviera de seguir hablándome en ese o cualquier otro momento del mundo.

Salir de la versión móvil