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Todos deberíamos tener un cardboard

Justo ayer que estaba pensando que necesitaba imperativamente comprarme un Oculus Rift, es en ese momento que me regalan un cardboard; de la nada, como si fuera magia o una extraña coincidencia en la que recibo la versión SIMI del Oculus Rift que tanto deseaba, la nueva locura que quería hacer, o mejor dicho el nuevo gadget innecesario e inútil que quería añadir a mi colección de gadgets inútiles que son novedosos y sirven 5 minutos, ya después, nadie los necesita. Pero por un breve periodo de 30 minutos, estos artículos captan por completo tu imaginación y tu atención.

Así me paso ayer, lo que me resulta muy extraño, es que me dieron mi cardboard, en una especie de cartón extraño, si bien vi que el resultado eran unos extraños lentes, pensé que eso era una payasada promocional de una película de cine, para ver en 3D la película. Así que guarde mi cartoncito sin darle mayor importancia al asunto; pero en ese momento vino a mi cabeza la urgente necesidad de comprarme un oculus rift, que por 350 dólares me permitirían acceder a la realidad virtual como nunca antes la había visto. Para poder sumergirme en el mundo virtual, para vivir la vida sin necesidad de moverme; sí, yo necesito un oculus rift.

Pero no contaba con que mi suerte es increíble, y solo necesito desear algo con mucha fuerza para que el universo me lo mande; claro, yo quería un oculus rift, pero no todo en este mundo es posible, y menos cuando te lo manda el universo, por ello me mando su versión similar un cardboard, no será lo mismo, este está hecho de cartón, fue muy difícil armarlo y me lastima la nariz, sin embargo nada en esta vida es perfecto y el mero hecho de recibir la versión simple de aquello que quería, me hace saber que alguien en el cosmos está atento de mis deseos, incluso los más absurdos para aquello que deseo, sin importar que sea una versión simple de mis anhelos.

Seguramente los que saben que es el oculus rift y el cardboard en este momento probablemente se deben estar riendo y pensando, “eso es suerte”, y seguro los demás no tienen la menor idea de que es lo que hablo.

El oculus rift es una especie de casco, antifaz cibernético que cuenta con pantallas y sensores de movimiento que te permiten ver a través de esas pantallas una realidad virtual, llamada también VR, y el cardboard es la versión simple de este tipo de realidad virtual o VR.
El cardboard es el nombre genérico que se da a una estructura hecha con carton, varios dobleces y dos lentes especiales que se ensamblan para complementar esta experiencia con el uso de tu smartphone. El cardboard es tan simple y sencillo de usar, que solo necesitas poner tu teléfono inteligente, obvio, tiene que estar actualizado en las últimas versiones de software para correr los programas de realidad virtual, y así puedas divertirte descargando desde las tiendas de Google o iTunes todos los programas de realidad virtual, desde juegos en los que persigues a dinosaurios, matas zombies, o recorridos por el mundo, laberintos o subirte a una montaña rusa.

Todos deberíamos tener un cardboard, de verdad, son muy baratos y nos permiten explorar la realidad virtual en cualquier momento. Solo piénsalo, un pequeño aparatejo de cartón que cuesta desde los $50 pesos, puede hacer casi lo mismo que un oculus rift cuyo costo es de $350 dólares, bueno, no son lo mismo, pero ofrecen una experiencia similar y por lo pronto, para los que no somos ricos como para gastar tanto dinero en eso, creo que tener un cardboard es un buen aproximamiento a eso que deseamos.

Todos deberíamos tener un cardboard.

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com