Filosofando

Porque con el tiempo me hago más difícil con más defectos

Este es un verdadero enigma de este milenio, la razón del porqué con el paso del tiempo nos hacemos más irritables, intolerantes y el cómo cada uno de nuestros defectos, incluso los más ínfimos, terminan creciendo en una magnitud incontrolable, pá que me entiendas, algo así como el efecto bola de nieve.

Sí, ya sabes, imagina una caricatura vintage, y cuando una bola de nieve va rodando por una pradera, mientras rueda, crece, crece y sigue creciendo.

Así mero pasa con los defectos, y conforme pasan los años, nos endurecemos y mientras las anti-virtudes de nuestra vida giran con nosotros, más grandes se hacen.

¿por qué?

Tal vez ese es el efecto natural de la vida, por ello, casi todos los viejitos terminan siendo gruñones irremediables, porque la vida nos amarga, nos hace duros, fríos, pero, sobre todo acumula nuestros defectos.

O tal vez eso solo les pasa a las personas amargadas (hay que formar un club presidido por mí y usted diga presente), que permiten que las malas experiencias transformen su carácter intensificando su esencia más egoísta.

Sin lugar a dudas, todo esto, suena a un intenso debate filosófico sobre el carácter, el alma, los defectos e inclusive los traumas que enfrentamos en la vida; ya que todo termina siendo una suma de, usualmente malas experiencias, que nos hacen aceptar como bueno y deseable nuestros defectos personales.

Además, creo que termina siendo algo muy práctico, y tal vez no tenga nada que ver con lo filosófico, y los defectos de nuestro carácter, sí, todas esas fallas de nuestra personalidad son cosas que debemos detectar como malas, para trabajar en ellas diariamente para deshacernos de ellas; pero como nunca las identificamos como algo muy malo, entonces permitimos que esas pequeñas, pero finalmente fallas, se queden con nosotros para que, con el paso del tiempo se fijen en nuestro carácter, se hagan parte integral de nuestra esencia y a veces hasta nos definen.

Te imaginas lo loco qué es decir que un defecto define a una persona; pues, por más neurótico que parezca conforme crecemos permitimos que nuestras manías más compulsivas nos definan para sentirnos muy raros y fuera de órbita cuando no nos acompañan.

Pero ¿por qué?, ¿por qué nos aferramos tanto a nuestros defectos?, ¿acaso lo hacemos de forma consciente?, ¿por qué nos sentimos indefensos con el alma desnuda cuando no estamos siendo defectuosos?, ¿por qué?

Tal vez la clave no está en preguntarnos porqué son tan importantes nuestros defectos o porqué con el paso del tiempo se incrementan, tal vez la pregunta más interesante sea por qué no hacemos nada para deshacernos de los defectos.

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com