Filosofando

Tengo que empezar a cumplir lo que digo

Alguien sabe como tener huevos, creo que últimamente soy muy vulgar y grosera; a pesar de que esta tachada la palabra huevos sigue siendo una grosería y no porque este tachada significa que dejo de serlo mágicamente o que ustedes dejen de interpretarla, y yo soy una dama.
Además debería tener huevos para decir groserías en internet o en persona, creo que ya estoy grandecita para respaldar mis palabras y mis actos.

Antes de seguir me gustaría aclarar el significado de la palabra huevos, en su contexto, en el contexto en el que la estoy empleando, ya saben solo por divertirme y tropicalizar el tema para que mis amigos de otros países entiendan un poco de la idiosincrasia mexicana, en especial la mía, de lo general a lo particular. ¡Si señor!

Huevos: No lo puedo creer, esta es una de las pocas palabras que tiene una cantidad absurda y abrumadora de significaciones, algunas sobre comida o bebidas, otra sobre carácter descriptivo de personas, lentitud, partes fisiológicas del cuerpo humano. Increíble, realmente increíble.

En este caso, la palabra se refiere literalmente a tener el valor o coraje para realizar alguna tarea, haciendo referencia a la hombría y fuerza del género masculino simbolizada en sus testículos. Bien las mujeres no tenemos testículos, pero si tenemos huevos para hacer las cosas, ya saben no soy feminista, más bien me inclino a pensar que la capacidad de una persona se encuentra determinada por su actitud y forma de ser, no por su género. Al igual que existirán hombres que carezcan de huevos, habrá mujeres que tengamos de sobra o viceversa.

Continuando.

En muchas ocasiones el ímpetu de una oración está encerrado en una simple y vulgar majadería, que no podría replicarse con el mismo énfasis de otra manera. Y no es que quiera ser una peladilla cualquiera, pero usadas sabiamente las groserías dan credibilidad a las emociones y actitudes que proyecta una persona.

Y para demostrarles la veracidad de mi punto va de nuevo:

“Alguien sabe como tener la suficiente fuerza de voluntad para cumplir los propósitos o metas que uno se hace a lo largo del día, o la semana, o la vida. Sin tener alguna recaída mental/física o caer en la tentación”

Muchas letras, varias líneas para decir lo mismo.
Cuando uno simplemente puede decir “alguien sabe como tener huevos” (sí mi subrayado funge como el sonoro BIP que censura en la televisión una grosería, aunque últimamente se escuchan muchas groserías y una persona adulta con criterio comprende el significado metafórico de tener huevos a veces me cuesta algo de trabajo no censurar este tipo de palabras, sobre todo habiendo mentes sensibles leyendo estas cosas. Mejor censuremos)

Pero estamos perdiendo de vista el tema de hoy enfocándonos en las groserías, cuando hay cosas más interesantes en la mesa de análisis, cosas como porque una persona no es capaz de mantener una postura ante ciertas circunstancias, por qué una persona dice YA NO VOY A COMER DULCES, PASTELES, GARNACHAS Y SIGUE TRAGANDOLAS COMO DESQUICIADO.

Ese es el tema, por eso decía por qué no puedo cumplir lo que yo solita me impongo, no son imposiciones de nadie más, más que ordenes mías que yo me hago, pero que simplemente no puedo seguir, ¿Qué no tengo fuerza de voluntad? ¿Nada más soy yo?, ¿existen más personas como yo que se dicen algo y al minuto dos hacen lo opuesto?

¿Qué sucede?

Es falta de carácter o voluntad, o simplemente aquellas cosas que nos auto prohibimos son deliciosamente irresistibles, por qué si puedo cumplirme ciertas cosas y otras simplemente no. Como ir todos los días al gym, cumplir con mis obligaciones del trabajo, tolerar a los demás seres humanos, no ser tan desconsiderada con las otras personas, pero cuando se trata de ciertos temas, simplemente no tengo temple.

Hay ciertas cosas, que por más que quiera hacer simplemente no puedo; ahí si no tengo huevos voluntad. Tampoco es que esté agraviando a mi palabra o que mi ego o dignidad NO ejerzan ese sentido de prevención y auto conservación para no caer en esas “ciertas cosas”.

Saben les recomiendo un ejercicio buenísimo para no llamarle a una persona a la que no le tienen que llamar, pero en ese caso, tendrían que tener una carta amenazadora de este estilo “no quiero volver a verte nunca jamás porque me das asco”, bueno asco no, pero si ondas al estilo y cada que quieran llamar, mensajear, facebookear o lo que sea, ESE ME DAS ASCO te frenará poderosamente, por más que tu absurda y ridícula mente lo quiera hacer bajo cualquier supuesto, NADA te permitirá contactarte con ese alguien, tendiendo un mensaje de ese tipo, así es tan fácil tener huevos dignidad.

Pero por el contrario que pasa cuando no tienes una declaración de me das asco, y lo que sucede es que eres adicto al buen comer, prohibirse a uno mismo no comer dulces, grasas o carbohidratos es la sentencia de todos los días, pero rápidamente somos embrujados por sus aromas.

Malditas cosas adictivas, es con ellas el problema, ellas merman nuestra fuerza de voluntad y nos hacen imposible resistirnos a sus tentaciones.

Creo que no solo son las tentaciones, sino también, pues sí, falta de carácter para no hacer cosas que a la larga nos hagan mal, porque no puedo dejar de comer dulces, porque no puedo dormirme temprano, porque no puedo alejarme de las malas compañías, maldita sea, algo tienen en su interior que se hacen adictivos y me hacen un ser dependiente.

¿Soy nada más yo?

Porque no pueden los dulces hacerme una carta que diga, DEJA DE COMERME OBESA, porque no me hago una carta yo misma donde me diga que desvelarme me hace mal, si ya saben hacer una búsqueda científica con razones reales y poderosas que me auto convenzan de no desvelarme, porque no pueden todos hacerme una carta de restricción para que yo no quiera acercarme a menos de mil metros, esa sería la solución y una buena, en vez de buscarme huevos bebería conseguir ordenes de restricciones judiciales de todo tipo para no acercarme a las cosas divertidas, peligrosas, que se traducen en vicios insanos para mi manipulable mente.

Esa es una gran conclusión, tengo que conseguir que me emitan ordenes de restricción para todo, para personas, para actividades, para cosas, para comida y en vez de desarrollar el auto control y la poderosa fuerza de voluntad simplemente me acostumbrare a evitar como una niña regañada aquellas cosas que me hacen generar codependencia.

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com

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