Ícono del sitio El Blog de Yes

Tener miedo de hacer las cosas

Nuestros muchos miedos, son, los que nos hacen precavidos, los que nos hacen pensar antes de actuar, es ese miedo latente a que nuestra vida se extinga como si nada, lo que nos frena, lo que nos hace precavidos, es el miedo a morir lo que extrañamente nos mantiene vivos; ahora llámame loca, pero ¿no debería ser otra cosa?, no sé, algo así como la alegría de vivir, en vez del miedo a morir.

Bueno, seguro, lo tengo que pensar más, obvio, pero resulta muy loco, bizarro y extremo que sea el miedo, lo que es nuestro motor, lo que nos hace actuar o no hacerlo, digo, en la práctica eso sucede de forma natural, pero cuando se analiza la teoría de los miedos y como estos nos manejan o nos manipulan, pues, es algo para pensarse, el cómo el miedo es una directriz constante en nuestra vida, nos guste o no.

“El miedo a morir es lo que nos mantiene vivos”

Tener miedo de hacer las cosas ahora es tan común, que ya es raro cuando un acto de valor nos hace actuar.

Eso se me hace loquísimo, que el miedo nos diga cómo vivir, eso es bizarro en el nivel que lo quieras ver. Me pregunto qué pasó con el valor y la valentía y es que en un tiempo de la humanidad, uno lejano, por cierto, no era el miedo lo que nos movía, sino el valor a vivir haciendo lo que uno creía era el modo de vivir.

Tal vez esta filosofía de vivir con miedo, sea culpa de la evolución o tal vez la sabiduría, esa que adquirimos con la experiencia y en la que aprendemos que el dolor, se previene con miedo y el miedo nos mantiene cómodos, no felices, pero sí muy cómodos en nuestra zona segura de confort, esa en la que no nos pasa nada, estamos seguros, tranquilos y sin ningún tipo de riesgo; pero ¿dónde está la emoción de vivir con miedo?

Creo que no pasa.

Tal vez el miedo a hacer las cosas mal, a que nos suceda algo malo, a que nos lastimen o lo que sea, sea un mecanismo de sobrevivencia, pero quien quiere sobrevivir cuando se puede VIVIR.

Tener miedo de hacer las cosas puede ser que nos mantenga a salvo, pero es una manera segura, cómoda y directa a perderte de muchas experiencias tanto buenas como malas, y créeme, se aprende más de las malas.

Además, dónde queda nuestro coraje y valentía, donde queda nuestro valor para hacer algo valeroso y osado; viviendo con miedo, no hay chance de hacer nada que salga de nuestra zona de confort.

De hecho, uno de mis consejos recurrentes para que las personas dejen de tener miedo, es usar 10 segundos de máximo valor para atreverse a hacer algo que nunca harían o haríamos, pues. Imagínate cómo está la cosa y como nos dominan nuestros miedos, que hay que recurrir a nuestra fuerza sobrehumana de 10 segundos de valor.

Lamentablemente, eso dice mucho de cómo nuestros miedos pueden más que nuestros anhelos.

Y porque estoy pensando en los miedos, pues resulta que muchos años de mi vida he dejado de hacer cosas por miedo y algunos son miedos muy tontos y absurdos, por ejemplo, no uso collares porque uno de mis mayores temores es que alguien me ahorque con ellos, tal vez sea un miedo irracional o un reflejo que adquirí en otra vida, digo, puede ser que en otra vida me hayan ahorcado de esa manera.
Lo sé, es estúpido permitir que mis miedos me digan qué hacer, qué usar o cómo vivir, y, sin embargo, todos hacemos esto.

Supongo que en vez de permitir que nuestros miedos nos mantengan seguros, deberíamos preguntarnos sobre esos miedos y el valor.

Digo es una idea.

Salir de la versión móvil