Amor y Sexualidad

No soy yo, definitivamente eres tú

A todos nos ha pasado que justo cuando terminamos una relación, o a veces ni siquiera es una relación, es nada, solo dos personas conociéndose y compartiendo, cuando eso termina por tu culpa, obvio, siempre es tu culpa, o eso es lo que has aprendido después de algunos años extraños en los que no puedes formalizar nada serio con nadie, pues obvio, te quedas con la fuerte sensación de que eres tú, de que la estas cagando abismalmente, de que la estas regando en cada manera posible, de que te equivocas sin parar, de que estas cometiendo los mismos errores una y otra vez con diferentes personas, diferentes rostros, diferentes situaciones.

Es entonces cuando a ti viene la sensación de que simplemente eres tú, hagas lo que hagas, te relajes, tomes yoga, un curso de sentimientos o esas payasadas, pase lo que pase estas tan mal, que simplemente nadie te podrá arreglar, así que estás pensando muy seriamente en salir del mercado, por eso de que eras mercancía dañada; porque siempre la cagas, porque siempre te equivocas y te dejas llevar por impulsos locos.

Un buen día descubres, como yo, que simplemente no puedes estar con nadie, por más que lo intentes, porque estas tan mal, tan loco, que siempre eres tú y terminas diciendo en voz alta y con pesadumbres, “no eres tú, soy yo” y lo dices en serio, como una especie de lamento y algo para no ahondar en más detalles.

Esa sensación de ser inadecuado siempre, te embarga así que cuando la vuelves a cagar con alguien que acabas de conocer, no te queda más que andar por todos lados tratando de disimular que estas contenta, bueno, contento, de esas veces que simplemente no tienes ganas de nada, pero tienes que hacerlo, porque la vida sigue, porque hay que continuar y te aferras a las cosas que te mantienen cuerdo y te hacen sentir útil, en mi caso mucho trabajo, ejercicio y MÁS TRABAJO, para evitar pensar en la otra persona, para evitar morirte en los remordimientos de que fue lo que hiciste mal, de que mejor te hubieras mantenido al margen, de que hubieras hecho otras cosas, dando gracias de que borraste todos sus contactos para no tener esa presión mental de llamarle, esos momentos en los que maldices ser tú, maldices tu carácter ególatra, egocéntrico, ese maldito orgullo tuyo, esa falta de comunicación, esa forma de ser en la que no das tu brazo a torcer para evitar que alguien te lastime, resulta que te lastimas.

Esa es una sensación que los solteros sobrevivientes sentimos, que sin importar que suceda, TÚ LA CAGASTE, o sea yo, jajajajajaja, sí la cague, la cagamos de mil maneras de formas indescriptibles, porque siempre eres tú, o bueno, yo, siempre soy yo la parte conflictiva.

Y recientemente, después de mucho tiempo sin tener problemas de amor, resulta que conozco a alguien, alguien que me hacía insospechablemente feliz, más que cualquiera, solo necesitaba ver en mi teléfono el símbolo de WhatsApp para que mi corazón rebosará de alegría, y esto lo logro en tiempo record, con su relajo personal, poco a poco me hizo creer que esta vez yo podría ser diferente, yo podría ser una persona diferente, no porque esperara un final de cuento de hadas, sino más bien una historia interesante y si tenía un poco de suerte, sería una historia algo larga; una de esas historias que valen la pena contarse, esas historias que todos deben pararse a escuchar, pero como siempre descubrí que de nuevo la cague, de nuevo fui yo, de nuevo mi extraña forma de ser de no involucrarme demasiado en ciertos momentos, alejaba de mi a una persona especial.

De nuevo, estaba esperando escuchar esa frase que me repetí tantas veces “no eres tú, soy yo”, pero yo si lo decía en serio.

Y así había tenido un par de días muy malos, extrañando a alguien que seguramente ya me había dado vuelta de hoja, y resulta que es cierto, pero un mensaje que recibí hoy por la mañana, como una respuesta a mis ególatras ideas, me dio el alivio que esperaba.

NO FUI YO, esta vez no fui yo, eso me hace sentir mejor y con un estupor frio, mientras la sangre se me helaba y leía ese mensaje que me recordaba quien soy, EGOYESICA, pensé, es cierto, yo suelo ser ególatra, pero esta vez no lo fui, y todos esos artículos que escribí, que pueden ser muy cursis, molestos o ególatras, lo hice porque así me sentía, porque muchas personas comparten ese sentimiento, así que si articulando en palabras mis ideas y sentimientos me sentía mejor y otras personas concordaban conmigo, pues eso es ganar-ganar.

Que aclaro ahora me siento bastante tonta, por regalar mis mejores sentimientos a alguien que claramente NO LOS APRECIO NUNCA, en fin MI VIDA, MI PROBLEMA, eso es algo que también me cayó como un balde de agua fría, el miércoles, creo, pero hoy esos mensajes crudos me hacen entender que después de todo, no fue toda mi culpa.

Si bien soy egocéntrica, egoloca, egolatrata, egoyesica, esta vez no lo fui.

Así que ya tengo la respuesta a la pregunta que hice el viernes ¿Cómo se deja de extrañar a alguien?, pues solo tienes que esperar un mensaje de esa persona en la que te diga “wey ni me importas, ya ni me acuerdo de ti y estás loca”, nada te ubica más en el contexto de la vida que eso, es con ese tipo de mensajes que me dejaron en shock por muchos minutos que descubro “wey, no tengo el corazón roto” y lo peor de tronar con alguien, si así se puede llamar a dejar de ver a alguien que ni era nada tuyo, no es extrañar todo eso que no fue, lo peor es tener que encontrarte con esos mensajes que te hacen sentir molesto, bueno, molesta.

Y ahora sí, estoy lista para nunca más nunca en la vida, pero nunca de los nunca tener que saber nada de esa persona, yo creía que me tomaría un mes mínimo sentirme así, pero no, me tomo solo unos segundos, en los que leía un mensaje.

No soy yo, definitivamente eres tú

Así que este es el último comentario al respecto de esta situación, de esta extraña persona, ahora si cerré capitulo, uno muy loco, que afortunadamente termino rápido, como un extraño sueño salido de la mente de Tim Burton.

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com