A prácticamente nada de celebrar el comienzo de un año nuevo, muchas personas (la mayoría de ellas locas de atar) están preparándose con todo tipo de rituales chiflados y descabellados para tener la mayor de las suertes ya sea en el amor, la salud ó el trabajo.
Todo tipo de comportamientos bizarros pueden verse la noche del 31 de diciembre. Podría instituirse como la noche de los lunáticos. Desde calzones, bueno más bien interiores de colores, pero no cualquier color o combinación sino colores específicos que representen algo en concreto; gente vestida de blanco ó cargando maletas, la casa llena de velas, monedas doradas, dólares quemados, ó que me dicen de esa de barrer la casa, nunca la barren y resulta que ese día en la algarabía de la fiesta a las doce de la noche están barriendo sin importar los fiesteros que adornan la casa.
Yo digo que después de tantos años de hacer lo mismo hay que incluir nuevos y mejorados rituales que si aseguren buena suerte y prosperidad, porque conozco a muchos que por más veces que lo hagan nunca les funciona.
Por ejemplo para el amor habría que vestirse en forma de corazón y bailar en círculos alrededor de una mesa o podría invocarse a cupido y si no viene hay que obligarlo tomando como rehén al amor, así seguro que se aparece el ingrato.
Para el dinero buscarse un gnomo o un troll en todos lados, debajo de piedras, en los arcoiris o como le hizo Homero poner una trampa con el cereal “Lucky charms” una vez que tengas tu criatura mágica oblígalo a que te provea de buena economía.
En la suerte no hay nada mejor que armarse con 20 patas de conejo, 15 herraduras y mucho optimismo. En todo caso lo mejor es tener “un plan B” y tener una buena botella de wisky, que digo de tequila hay que ser nacionalistas y ver las cosas bajo una saludable perspectiva “ebria”.
Ya quitándole el chiste, dejando de lado lo gracioso que es verlos dando vueltas a la manzana con maletas, calzones de colores, quemando dinero ó cosas, comiendo uvas, barriendo, saltando y demás. Les recuerdo que el destino lo escriben ustedes, que ustedes dictaminan su suerte y que tan bien les va a ir el año venidero.
¿De verdad pueden creer que hacer algo de este tipo les traiga más suerte?
La mayoría de los que hace esto el 31 son personas que lo hacen tradicionalmente cada año les pregunto ¿les ha funcionado alguna vez?
Sé que en tiempos de crisis y de angustias muchas personas recurren a todo tipo de estrategias para asegurarse un buen porvenir. Creo que no esta demás, pero esperanzarse a que haciendo EXCLUSIVAMENTE esto pueden conquistar al mundo es muy soñador e inclusive iluso y peligroso. No quiero sonar amargada, pero soy realista al recordarles que es muy probable que nada de esto funcione. Y que solo sus actos les traigan recompensas.
Pónganse en marcha y acción, no crean que por atragantarse de uvas a las 12 pm doce deseos se cumplirán mágicamente. En vez de desear, realicen y si de plano aunque realicen de todo nada funciona ahora si vayan a Chalma por una limpia.