Reseñas de Cine

Reseña de la película El Otro lado de la Esperanza

“El otro lado de la esperanza” es una película dirigida por Aki Kaurismäki (Luces al atardecer, El Havre) y cuenta con un reparto formado por Sakari Kuosmanen (Divorcio a la Finlandesa), Ilkka Koivula (Eila), Janne Hyytiäinen (Almas perdidas en la ciudad), Tommi Korpela (La casa de las mariposas negras), Kati Outinen (Playa del futuro) y Ville Virtanen (Bad Family), entre otros.

El cine de Aki Kaurismäki apuesta en favor de los sectores más desposeídos de la sociedad y, de nuevo, lo hace con su nueva película, un drama social con tono agridulce que es una especie de retrato de los inmigrantes que llegan a Europa, cuando en sus países natales la guerra les destroza su presente y su futuro. Esta película es la segunda entrega de la trilogía portuaria que Aki Kaurismäki inició con Le Havre: El puerto de la esperanza (2011).

La película “El otro lado de la esperanza” se estrena el 9 de marzo en las salas mexicanas.

Tráiler de la película “El otro lado de la esperanza”

Sinopsis de la película “El otro lado de la esperanza”

Escondido a bordo de un carguero de carbón, huyendo de los horrores de la guerra, un joven refugiado sirio llega a Helsinki. Durante el largo camino hacia Europa, ha perdido a su hermana, que era su única familia. Sin papeles y rápidamente señalado como una amenaza, su apariencia sucia y descuidada no le favorece a la hora de encontrar un lugar donde dormir. Perdido en ese país desconocido, la vida del joven se cruza con la del propietario de un restaurante, que acaba de separarse de su mujer, y que podría ayudarle a mejorar su situación.

Opinión de la película “El otro lado de la esperanza”

El filme despierta un cúmulo de emociones que explotan con la música exhibida y escuchada, principalmente cuando se recuerdan lugares de origen, aquellos en los que no podemos permanecer, pero no hay forma de que se nos acoja en cualquier otro lado. Resulta imborrable la melancolía que desprende Kahled, nuestro sirio protagonista, cuando toca el saz, un instrumento tradicional de cuerda en su país. Precisamente, el actor que lo interpreta, Sherwan Haji, de nacionalidad siria, consiguió el estatuto de refugiado en Finlandia, allá por el año 2010. Pero desde entonces, ha transcurrido una eternidad. El mundo occidental mostrado por Kaurismäki resulta patético: ese que intenta envolverse en un globo infranqueable, incapaz de alojar a aquellos seres humanos que huyen de la miseria, de la guerra, de la persecución indiscriminada, de la muerte en definitiva. Como en un momento determinado manifiesta Kahled, le encanta Finlandia, pero por favor, que le busquen el camino para salir de allí.

Todo lo narrado se hace con el estilo característico del director finlandés: esos coloridos intensos, unos cuadros formados y recreados desde el mínimo detalle, en donde sobresale una actitud de quietud pasmosa de los intérpretes y con recurso frecuente al plano detalle. La dirección de sus actores resulta tan especial, que recrea personajes que reaccionan desde la nada. Mientras va pasando la película, y su forma y fondo iba entrando en el interior, y en ese momento sabes que terminará dejando impagables huellas.

No hay que olvidarse de los toques de humor de Kaurismäki, esos instantes mágicos que surgen con naturalidad e ironía, sin necesidad de recurrir a aspavientos varios. Nos acordamos del perro, que como el extraño, el extranjero, el ilegal, el indeseado, debe permanecer encerrado en un aseo, hasta que las autoridades de turno decidan terminar su ronda; o de ese anillo, que empieza en un cenicero, y que no sabemos donde terminará. Por cierto, y a cuenta de esto último, merece destacarse el comienzo del filme, que con cuatro simples pinceladas o movimientos, explicita todo un recorrido vital.

La búsqueda de los sueños propios, en el mundo plasmado por el realizador finlandés, siguen adelante, a pesar de no dejar de encontrar piedras en el camino. Es una película que sabe mostrar la basura real en que parece haberse convertido nuestra sociedad opulenta, recurriendo a los instantes hilarantes para, como ha afirmado el realizador, intentar la obtención de mayor interés, en lo que no niega que pretende alzarse como denuncia.

Mi calificación para la película es 7.0