Reseña de la serie El mundo oculto de Sabrina – Chilling Adventures of Sabrina (2018)

De los comics de los sesentas a la serie juvenil en los noventas, en 2018 Netflix trae una versión muy adulta sobre el mundo de las brujas, ahora, esta serie es muy diferente a lo que habíamos visto anteriormente y con muchos cambios en la trama El mundo oculto de Sabrina es completamente diferente al comic y la serie protagonizada por Melissa Joan Hart.

Bien, he escuchado muchas críticas positivas y muy exageradas sobre lo buena que esta la serie, El mundo oculto de Sabrina, yo, mmmm, yo debo decir que es entretenida, y en la búsqueda de las diferencias entre historia, te dejar ir con la serie, pero de ahí a que uno diga “wow, es lo mejor del mundo”, mmmmm, a mí no me lo pareció, de hecho, quede bastante frikeada y con la gran preocupación de que condene mi alma al infierno por ver esta serie, y no creo que haya valido la pena.

La cuestión con El mundo oculto de Sabrina es que es una total y completa apología a lo malo; en verdad no puedo comprender como se hizo una serie en la cual es bueno, positivo, deseable y ponen al personaje principal el cual está encaminado a ser el nuevo líder del infierno.

En verdad esta serie me pareció bizarra en niveles épicos, la cuestión es que ponen como algo deseable y positivo ser satánico, matar, sacrificios, hacer conjuros, necromancia, y como ser egoísta, pensar únicamente en ti y tus emociones es exaltado.

Eso me parece súper mal, y el cómo pintan al diablo, al dios de la noche, y manejan a las religiones como algo malo, me pareció como dirían en la serie profano, descabellado, macabro y espantoso, esta serie es la defensa de como resucitar muertos, matar, invocar al demonio, tocar las fibras de maldad, es algo bueno, es algo relacionado con el libre albedrío.

No me considero santurrona y quien quiera ser satánico está en su derecho, pero mostrar en una serie de este tipo a las personas jóvenes que están formando su criterio este tipo de contenidos que exaltan de una manera positiva, como algo bueno, deseable, bello y sin consecuencias ser malo, ser obscuro y adorar al señor de la noche y seguir sus prácticas caníbales como algo cool, me parece descabellado.

Usualmente vemos a las brujas en dos tipos de roles, como entes completamente malvados y demoniacos y a las brujas buenas como Sabrina, La bruja desastrosa o hasta Hechizada, brujas buenas que no adoran a ningún señor oscuro y más bien están en sintonía con la naturaleza y la energía del universo, pero esta vez, esta Sabrina se desconecta de la naturaleza para ponerse en sintonía con los espiritus más malvados del mundo en un aquelarre salido del infierno.

Ah, pero eso sí, la serie es súper respetuosa e incluyente de las nuevas formas de expresión sociales, tanto que compara un aquelarre con un movimiento que empodera a las jóvenes estudiantes de la escuela de Sabrina.

Hay muchas cosas que no me gustaron de la serie El mundo oculto de Sabrina, creo que el ser tan originales y disruptivos para crear una serie más realista sobre lo que es el mundo de las brujas, termino siendo un proyecto que exalta como bueno cosas malas.

Yo me quedo con la versión de los noventas boba y hasta simplona, es más, prefiero el comic rosa de los setentas, todo menos esta Sabrina demoniaca.

Sinopsis de El mundo oculto de Sabrina

¿De qué trata?, es la historia de la mitad bruja, mitad mortal, Sabrina Spellman (Kiernan Shipka), quien a punto de cumplir 16 años debe decidir si vive como bruja o se queda como mortal, y debe hacerlo pronto, porque su bautismo negro está muy cerca.

Un ritual en el cual firma su nombre en el libro del demonio, mientras le da su alma y se hace un sacrificio animal a la luz de la luna llena; pero Sabrina decide no hacerlo, porque no quiere subordinarse al diablo, y prefiere rechazar sus grandes poderes, pero con la libertad de elegir qué es lo que debe hacer y claro, se niega a dejar su vida mortal por sus amigas y su novio Harvey (Ross Lynch).

Sus tías Zelda y Hilda, se enojan por esta decisión, pero la respetan y siguen su cuidado en casa, mientras tratan de protegerla de los peligros que se avecinan.