Reseña de la película La Chica En La Telaraña – The Girl in the Spider’s Web (2018)

La saga Millennium ha dejado una huella profunda en el mundo literario y cinematográfico, con libros que se convirtieron en bestsellers y adaptaciones que lograron captar la atención del público. Ahora, llega La Chica En La Telaraña, una continuación dirigida por Fede Álvarez basada en el cuarto libro de la serie, escrito por David Lagercrantz. En esta ocasión, la talentosa Claire Foy, conocida por su aclamado papel en The Crown, asume el reto de dar vida a Lisbeth Salander, la icónica hacker sueca.

Un nuevo giro en la historia

La trama de La Chica En La Telaraña nos lleva de nuevo al mundo oscuro y retorcido que rodea a Lisbeth Salander. Esta vez, ella se enfrenta a una misión crítica: debe infiltrarse en la red de un programa que controla los misiles nucleares del mundo, una tarea que implica hackear a los estadounidenses. La premisa es intrigante, y aunque el filme presenta elementos de acción y tecnología, la historia se siente menos compleja y más digerible que sus predecesoras.

El primer reto que enfrenta la película son las comparaciones con las historias originales escritas por Stieg Larsson. Aunque el libro de Lagercrantz ofrece una continuación, los críticos han señalado que el guion tiende a ser más simple, dejando de lado la profundidad y el desarrollo de personajes que caracterizaron las obras anteriores. Los personajes en La Chica En La Telaraña a veces parecen más burdos y menos interesantes, lo que afecta la percepción general de la película.

Un filme de acción entretenido

A pesar de sus fallas, La Chica En La Telaraña logra mantener el interés del espectador gracias a sus secuencias de acción bien ejecutadas y un sentido de urgencia que atraviesa la narrativa. Claire Foy entrega una interpretación sólida, demostrando que no solo es capaz de realizar dramas, sino también de brillar en el género de acción. Su Lisbeth es ruda y decidida, lo que añade fuerza a la historia.

La química entre Lisbeth y Mikael Blomkvist, interpretado por Sverrir Gudnason, también aporta un aire de familiaridad a la cinta, aunque algunos personajes nuevos, como los interpretados por Sylvia Hoeks y Lakeith Stanfield, no logran destacar lo suficiente en un ensemble donde Foy realmente se roba el show.

Un thriller que deja un sabor agridulce

Una de las críticas más comunes a La Chica En La Telaraña es que, a pesar de su entretenido desarrollo y un ritmo que mantiene la tensión, carece del componente del suspenso que hizo famosas las entregas anteriores. La historia se siente lineal y predecible en su resolución, lo que puede decepcionar a los fanáticos de la saga que esperaban más giros inesperados y una intriga más profunda.

La película no deja de ser una opción entretenida para quienes buscan acción y un thriller ligero, pero es necesario acercarse a ella con la expectativa de un filme diferente al tono de la saga original.

Lisbeth Salander sigue siendo una figura poderosa en el cine, y La Chica En La Telaraña ofrece un vistazo a sus nuevas aventuras, aunque no logra igualar la complejidad emocional que forjó su legado. Al final, si bien no se trata de la mejor entrega de la saga, proporciona entretenimiento suficiente para disfrutar en una salida al cine. Si eres fanático de los thrillers de acción, esta película puede ser una adición interesante a tu lista.