Reseña de la película Demonio de Medianoche – The Midnight Man (2016)
Desde su estreno en 2016, Demonio de Medianoche ha intentado hacerse un lugar en el género del terror, pero, lamentablemente, sus intentos resultan en una propuesta que se siente más como un gran error. Este filme es una clara representación de por qué el terror actual sigue en una tendencia a la baja, con personajes poco creíbles y decisiones que abandonan cualquier noción de lógica.
Una historia que desafía el sentido común
La trama de Demonio de Medianoche gira en torno a Alex (interpretada por Gabrielle Haugh), una estudiante de enfermería que regresa a casa para cuidar a su abuela Anna (Lin Shaye), una mujer mayor que ha sido marcada por una ominosa experiencia en su juventud, relacionada con un juego de invocación al llamado “hombre de medianoche”. Tras descubrir una misteriosa caja que contiene un ritual, Alex y su novio Miles (Grayson Gabriel) deciden experimentar con este juego. Sin embargo, lo que empieza como curiosidad pronto se convierte en una pesadilla que culmina a las 3:33 a.m.
A pesar de la premisa intrigante, la ejecución resulta ser un compendio de clichés y situaciones incongruentes. La falta de desarrollo en la historia, sumado a los diálogos poco definidos, hace que los personajes se sientan tridimensionales y más bien absurdos, y el hecho de que el demonio converse con sus víctimas antes de asustarlas se siente risible y fuera de lugar.
Reparto que decepciona
El elenco de Demonio de Medianoche incluye a Lin Shaye, conocida por su trabajo en el cine de terror, pero incluso ella no puede salvar esta película de las garras de la mediocridad. Las actuaciones de Gabrielle Haugh y Grayson Gabriel son poco creíbles y, en muchos momentos, llegan a parecer exageradas, lo que contribuye a un ambiente de incredulidad que no puede ser ignorado. Lin Shaye, quien suele brillar en roles de terror, se ve atrapada en un personaje caricaturesco que no le hace justicia.
Una experiencia visualmente decepcionante
Los efectos visuales y el diseño de producción dejan mucho que desear, y no logran crear esa atmósfera de tensión que se espera en una película de terror. A pesar de los intentos por emular las leyendas urbanas y dar un giro moderno a relatos clásicos como Candyman, el resultado es una mezcla sin rumbo y de poco impacto.
La película de Demonio de Medianoche puede ser vista como un claro ejemplo de lo burdo que puede resultar el género de horror, especialmente cuando sus personajes toman decisiones que parecen sacadas de un guion mal escrito. Las absurdidades en las que caen los personajes para que la trama avance son constantes y se convierten en un lastre para su narrativa.
Queda claro que Demonio de Medianoche no logra cumplir con las expectativas, y su premisa, aunque interesante en un inicio, se desmorona rápidamente en un mar de situaciones absurdas. Si buscas una experiencia de terror que realmente te atrape, mejor olvídate de esta cinta y busca otras opciones que ofrezcan un contenido más sólido y menos risible.