Reseña de Kimmy Schmidt temporada 3
La tercera temporada de Kimmy Schmidt llega con más energía que nunca, reafirmando su esencia y regalándonos momentos que son pura diversión. Después de una segunda temporada que, aunque entretenida, se sintió un tanto ingenua y centrada en las relaciones de Kimmy, esta entrega regresa a sus raíces cómicas, presentando nuevas situaciones que nos recuerdan por qué esta serie ha sido tan apreciada por su audiencia.
Definitivamente, Kimmy Schmidt temporada 3 es un festín de risas y sorpresas. A lo largo de sus 13 episodios, el tiempo vuela mientras nos sumergimos en la vida de Kimmy y sus aventuras en Nueva York. Los primeros ocho episodios son especialmente brillantes, cargados de humor inteligente y situaciones desenfrenadas. Sin embargo, como suele suceder en muchas narrativas, hay una ligera caída hacia el final, donde el enfoque vuelve a centrarse en los dilemas personales de Kimmy con su nuevo novio. En esta ocasión, su interés amoroso no es su ex de la prepa, sino un compañero de universidad, lo que añade una nueva capa de complejidad a su ya tumultuosa vida.
A pesar de mis reservas hacia el personaje principal, no se puede negar el gran trabajo del elenco. Titus, en particular, se roba el show con sus momentos hilarantes y sus dramáticas transformaciones. La química entre Kimmy, Titus, Lillian y Jacqueline es el corazón de esta serie, y es difícil no amar cada interacción que tienen. La creación de Tina Fey, junto con Robert Carlock, ha logrado una mezcla perfecta de comedia y lecciones de vida que resuenan en el espectador.
Sinopsis de Kimmy Schmidt Temporada 3
La trama en esta tercera temporada gira en torno a las vivencias de Kimmy Schmidt (interpretada por Ellie Kemper) y el misterioso regreso de Titus (Tituss Burgess) de un crucero en el que trabajaba. La historia se desarrolla en 2017 y sigue a Kimmy mientras navega por un mar de nuevos retos: desde divorciarse del reverendo, hasta asistir a la universidad, conseguir un empleo y ayudar a sus amigos a cumplir sus extravagantes sueños.
Titus, por su parte, busca recuperar a Mikey, a quien dejó ir por no sentirse preparado para una relación seria. A lo largo de su travesía, ambos personajes enfrentarán altibajos emocionales y descubrirán el verdadero significado del amor y la amistad. Lillian (Carol Kane) también juega un papel crucial al convertirse en consejera y encontrar su propio camino hacia la felicidad, mientras que Jacqueline (Jane Krakowski) por fin encuentra la paz en su relación con Russ, todo mientras intentan salvar el mundo de maneras poco convencionales.
Kimmy Schmidt temporada 3 es un recordatorio de la resiliencia y la capacidad de afrontar adversidades con una sonrisa, y aunque puede haber momentos de debilidad narrativa en los últimos episodios, el balance general de la temporada sigue siendo sumamente positivo. Con giros hilarantes y personajes entrañables, es una serie que merece ser disfrutada, especialmente por aquellos que valoran una buena comedia con un toque de locura.
Esta temporada no solo es una muerstra del talento creativo detrás de la serie, sino que también es un ejemplo de cómo la comedia puede abordar desafíos de la vida real de manera divertida y conmovedora. Si aún no has visto Kimmy Schmidt temporada 3, te invito a subirte a esta montaña rusa de emociones y risas que, sin duda, dejará una huella en ti.