Reseña de teatro: Mi primera cita
En el Foro Hojas de Té se presenta, por un breve período, la obra de teatro “Mi primera cita”, dirigida y protagonizada por Rodrigo Verastegui, quien comparte créditos con la actriz Miriam Sánchez, también involucrada en la dirección de la obra.
El Foro Hojas de Té, ubicado en Oslo #7, colonia Juárez, entre Niza y Reforma, constituye el escenario ideal para esta íntima propuesta teatral. Este espacio se ha convertido en un punto de referencia para la tertulia y las presentaciones de artistas y músicos independientes. A pesar de su ubicación céntrica, su capacidad es limitada, por lo que se recomienda llegar temprano para disfrutar de la música o de las distintas obras de teatro independiente que ofrece.
La obra, que podría considerarse muy independiente, evoca las manifestaciones artísticas modernas presentes en producciones indie a nivel global. No obstante, esto no desmerece su calidad; al contrario, representa un buen comienzo para explorar nuevas perspectivas en la escena teatral, alejándose de las propuestas tradicionales que predominan en los grandes teatros.
“Mi primera cita” se puede asociar con clásicos como “Los monólogos de la vagina” o “Confesiones del pene”, dada su interacción entre personajes y espectadores.
Sinopsis
La obra narra la historia de dos personajes, un joven y una joven, ambos inadaptados al mundo de las citas. En el transcurso de su encuentro, comparten con el público sus experiencias, temores y emociones.
Opinión Personal
En general, considero que el guion necesita ser pulido para ofrecer una representación más graciosa y satírica de las complejidades del amor y de la primera cita. Aunque hay destellos de espontaneidad, esperaba un desarrollo más profundo que explorara lo cómico de una cita incómoda.
Las actuaciones me parecieron algo exageradas, pero aprecio la intención de ofrecer una propuesta diferente en el ámbito teatral, más urbana e informal, y claramente independiente y de bajo presupuesto.
Confío en que habrá una evolución en las producciones de Rodrigo Verastegui, a quien seguiré de cerca, pues tiene un gran potencial, pero necesita esforzarse por alejarse de los convencionalismos y hacer creíble la narrativa que está compartiendo.