Reseña de la serie Freud Netflix

Está a todo lo que da el tren del mame con la nueva serie Freud Netflix, declarada por quien sabe quién, como la serie sensación del momento. Fuertes declaraciones que se leen en internet sin nadie que las avale, tal vez aquí aplica lo de “lo dijo el amigo de un amigo”, pues bien, con fuentes sin verificar, Internet en su gran anonimato, asegura que la serie Freud Netflix es la mejor serie del momento, esa que todos tienen que ver ya, ahora, NOW.

Así que, con el mame tan fuerte, y sin mucho que hacer o ver estos días, me dispuse a ver de principio a fin, de forma continua la serie Freud Netflix, en un maratón hipnótico que, según las promesas de fuentes desconocidas, eso sería una joya del suspenso hecha serie de televisión; pero, de nuevo, ¿Quién hizo semejante aseveración?, digo, para reclamarle, porque la serie es bastante floja y llega a ser bastante aburrida, y esos 8 capítulos que duran poco menos de 8 horas, fue una forma muy pesada de pasar el tiempo.

Digamos que esta serie, la serie Freud Netflix, al darse tantos permisos creativos para reinventar el hilo negro de la hipnosis y hacer algo interesante, cayó nuevamente en los grandes errores que cometieron otras historias del tipo históricas de horror, como Abraham Lincoln Cazador de Vampiros y Orgullo, Prejuicio y Zombies, supongo que los guionistas o creadores de estas nuevas versiones, creen que la historia original debe ser tan aburrida, que nadie en su sano juicio las vería, por ello, en vez de entregarnos una serie del tipo docuserie, o serie biográfica, naaaaaaaaa, mejor hay que meterle monstruos, espectros y cosas paranormales, para que sea entretenido y todo mundo conozca la historia, aunque sea en su versión fantástica, de estos grandes personajes.

Seguro fue eso, porque no veo otra manera en la cual a alguien se le haya ocurrido hacer del psicoanalista e hipnotista más famosa del mundo, un burdo cazador de monstruos.

Que digo, no estoy peleada con las historias del tipo victorianas en las que un grupo paranormal se da a la tarea de parar al mal encarnado, de hecho, yo disfrute horrores de Penny Dreadful de HBO, pero esta serie, Freud, muchas veces se siente como una burda imitación de esa fantástica obra de arte, pero sin conectar, ni hacer click con el espectador.

Tal vez el falló es con la historia misma, una que es tan fantástica y tan poco creíble, que no logra engancharnos nunca, y si bien, al principio puedes preguntarte si es o no basada en hechos reales, rápidamente cuando ves a los fantasmas, maestros hipnotizadores y demás parafernalia espectral, rápidamente descubres que esta es la versión de Abraham Lincoln Cazador de Vampiros, pero del del psicoanalismo, igual de mala y absurda.

Pero, creo que lo peor, es que, intentan vendernos la serie como un paseo surrealista por los descubrimientos del psicoanálisis y cada capítulo, es nombrado por los grandes conceptos que definen esta forma de estudio y análisis de la psique humana, sin embargo, en pocas palabras, la serie se olvida de los traumas, la histeria, el ego – super ego – yo, lo tabú, los sueños, la sexualidad, para simplemente centrarse en una trama muy irrelevante en la que otra hipnotista libera el mal interior de las personas para crear monstruos tan malvados que serán confundidos con el mismísimo mal, tarea que pondrá a Freud a buscar por todo Viena a dichos demonios.

La serie Freud Netflix daba para mucho más, incluso en formato fantástico, pero lamentablemente se quedó en la idea de ser algo revolucionario, para entregarnos una serie oscura, irrelevante y con un pésimo manejo sobre las emociones o la mente, para ser una serie más sobre fantasmas, en una trama que se centró por completo en el tórrido amorío de Freud, una médium y sus demonios.