Reseña de la película Battle Angel: La Última Guerrera – Alita: Battle Angel (2019)
Desde su lanzamiento, Battle Angel: La Última Guerrera ha generado un entusiasmo considerable, impulsado por su espectacular promoción y su herencia del icónico anime GUNNM. Sin embargo, a pesar de las altas expectativas puestas en esta obra, la película presenta una experiencia dispareja que deja mucho que desear en términos de narrativa.
La propuesta visual de la película es indudablemente impresionante. Con un universo oscuro en el que conviven seres humanos y ciborgs, la dirección de Robert Rodriguez logra crear un entorno cautivador. Las secuencias de acción son dinámicas, y los efectos especiales son de primera categoría. La calidad técnica se manifiesta en las performances del elenco, donde destacan actores como Christoph Waltz, Jennifer Connelly y Mahershala Ali, quienes aportan autenticidad a sus roles. Sin embargo, a pesar de este potencial, la película no logra conectar emocionalmente ni con su protagonista ni con su historia.
Una de las carencias más notorias de Battle Angel: La Última Guerrera es la falta de profundidad en su trama. Aunque los elementos de acción y los impresionantes robos en el rollerball prometen adrenalina, la narrativa se siente vacía y poco desarrollada. La premisa de Alita, una ciborg que lucha por descubrir su identidad después de ser rescatada por el Dr. Dyson Ido, se convierte en un viaje que no logra capturar el interés del espectador a largo plazo. La falta de una conexión emocional con Alita, interpretada por Rosa Salazar, resulta en una experiencia que termina por ser superficial y, en ocasiones, aburrida.
Sinopsis de la película Battle Angel: La Última Guerrera
En esta historia futurista, Alita es encontrada en un depósito de chatarra por el Dr. Ido, quien decide repararla y brindarle una segunda oportunidad en la vida. Sin recuerdos de su pasado, Alita comienza a explorar su nueva existencia en un mundo hostil, y se embarca en una búsqueda de su identidad. Junto con Ido y Hugo, su amigo y potencial interés romántico, se enfrenta a numerosos desafíos mientras busca una forma de escapar de la opresiva ciudad de Hierro.
El Reparto de la película Battle Angel: La Última Guerrera
El protagonismo de Battle Angel: La Última Guerrera recae fuertemente en Rosa Salazar, cuya actuación como Alita, aunque técnicamente impresionante, está en gran medida limitada por el uso extensivo de CGI. Este enfoque digital hace que su carácter carezca de la esencia y humanidad que se esperaría de un héroe. Por otro lado, Eiza González, quien fue mencionada con entusiasmo en los avances de la película, termina yendo y viniendo en una participación que no tiene impacto.
La química entre Alita y Hugo, interpretado por Keean Johnson, es notoriamente deficiente, lo que crea un vacío en la narrativa romántica, siendo un elemento que podría haber añadido un matiz emocional significativo. A pesar de contar con un elenco talentoso, la sobresaturación en el enfoque de la historia hacia Alita hace que otros personajes no puedan brillar realmente.
Sin duda, Battle Angel: La Última Guerrera es un ejemplo de cómo un gran presupuesto y efectos visuales espectaculares pueden crear expectativas elevadas, pero fallar en el aspecto fundamental de contar una historia cautivadora. La película, aunque entretenida en momentos, no logra trascender más allá de ser un despliegue de tecnológicas y acción sin un núcleo emocional que lo respalde. A medida que la trama avanza, lo que podría haber sido un viaje épico se convierte en una experiencia común y algo olvidable.