Filosofando

Reaccionar mal a las cosas

A veces uno simplemente reacciona mal a las cosas, a las situaciones, al estrés o a las personas, a veces simplemente pasa; y no es cuestión de tener un mal genio por default o ser el amarguetaz de lugar. A todos nos puede pasar que a veces enfrentamos cosas a las cuales no se sabe reaccionar y uno termina explotando de manera monumental, eso o comportándose como un niño, al mero y clásico estilo de una rabieta sin sentido. A veces pasa que hay cosas para las que no estamos preparados intelectual o sentimentalmente y simplemente reacciones de la manera opuesta, la peor manera posible.

Además, hay ciertas cosas que nos predisponen para reaccionar mal a las cosas, no lo digo en plan justificación, pero hay que aceptarlo, todos tenemos ciertos temas que son sensibles y por más que tratemos de madurar y ser personas adultas, esos temas que están estrechamente relacionados con nuestros traumas, nuestros demonios más profundos, nuestros miedos más arraigados eso siempre nos hará reaccionar mal a las cosas.

Para algunos esas reacciones son señales de alarma y alerta, que encienden muchas reacciones, emociones y sentimientos. Es decir, si nos da miedo la soledad, el que nos defrauden, las mentiras, oh que se yo, eso nos puede hacer exagerar una situación para comportarnos fuera de lugar y fuera de proporción, en una reacción en cadena en la que dejamos de ser adultos para convertirnos en animalitos asustados, que simplemente actuamos antes que pensar.

A todos nos pasa, nos pasó y nos pasará, a veces la vida pondrá nuestro carácter y temple a prueba para demostrar de que estamos hechos, a veces para reaccionar mal a las cosas y otras tantas, para comportarnos como adultos maduros, estables y capacitados para reaccionar bien ante cualquier circunstancia de presión o que ataque a esos miedos profundos dentro de cada uno de nosotros.

Y esto de reaccionar mal a las cosas, pasa cuando menos lo necesitas, cuando menos lo esperas y a en ocasiones en cosas muy simples, por ejemplo, cuando estamos en el trabajo, en una situación de mucho estrés, puede ser que el miedo y esa nueva situación nos haga reaccionar mal; pero esto puede pasar en cualquier momento, en una plática con tu novia, cuando surge algo incómodo; cuando estas platicando con tu amigo y la conversación se torna extraña; o cuando sientes que estas experimentando una situación que atenta contra tu estabilidad. Es en ese momento cuando algo en nuestro interior se enciende, apagando el cerebro para únicamente reaccionar.

ACCIÓN POR ENDE UNA REACCIÓN DE IGUAL MAGNITUD.

No importa cuán listo o maduro creas ser, a veces hay ciertas cosas que detonarán de manera inmediata reaccionar mal a las cosas, no importa cuanto lo pienses, cuanto lo analices, todos tenemos ciertos botones que si son oprimidos nos hacen reaccionar, para bien o para mal.

Lo más extraño es, que entre más analices esos errores de tu carácter y entre más trates de comprenderlos para que no te hagan explotar, eso no importa, cuando alguien oprime esos botones solo hay un escenario: reaccionar mal a las cosas.

En mi caso hay 3 botones que me hacen reaccionar mal a las cosas, puede ser que estalle en ira o en un pánico profundo o a veces en lágrimas, hay 3 cosas en esta vida que simplemente me hacen reaccionar mal.

1.LA INTIMIDACIÓN
2.EL RECHAZO
3.EL SENTIMIENTO DE BURLA

No importa cuán madura y evolucionada crea yo que soy, o la forma en la que soy capaz de manejar el estrés del trabajo, no importa, en el momento en el que esas 3 señales de alarma aparecen, simplemente reacciono mal.

Sé que es bueno identificar esas señales de alarma, cada quien tiene las suyas, sin embargo, no importa cuánto uno se prepare para enfrentar esas situaciones, a veces simplemente se reacciona mal a ellas.

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com

Los comentarios están cerrados.