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¿Quién entiende a los hombres?

¡Yo no y tú tampoco, no te hagas ó finjas demencia!

Es más, ni los hombres entre ellos mismos se entienden, pueden convivir de forma primitiva pero no entenderse, por qué un hombre no sabe lo que quiere NUNCA o como lo quiere. Bueno, tal vez exagero un poco y entre ellos si se entiendan, veras, una canasta de alitas de pollo, un par de cervezas, un juego de fútbol y de repente los hombres son receptivos entre ellos y puedan conversar sobre asuntos de relevancia mundial como autos, mujeres y deportes. Pero bueno no son tan diferentes a un grupo de mujeres que en una reunión hablan sobre temas no más importantes que hombres, hijos y compras.

Bien quiero ser honesta y se me voy a quejar amargamente de ustedes los hombres también voy a darle duro al género femenino, porque es lo justo y ante todo yo soy una persona justa, pensante y divagante pero justa. Hombres y mujeres por igual tienen su lado obscuro, un lado tan obscuro que el sexo opuesto prefiere no desenmascarar y simplemente decir de forma frustrada “Quien entiende a las mujeres” o viceversa, porque la naturaleza atrás de sus actos es tan impactante que nadie decide ir en su busca.

Me pregunto en verdad somos tan distintos y funcionamos tan diferentes o es un asunto de hormonas; sí, una pelea entre testosterona y progesterona que se repele de forma inmediata como polos opuestos en un imán, hormonas que evitan una comunicación fluida y reciproca en la que dos personas se entiendan correctamente. Ó son las tripas las que impiden este intercambio de ideas, sí los sentimientos juegan en contra nuestra y no nos dejan escuchar, pensar y analizar.

Cuando paso que nuestros cerebros evolucionaron diferente y empezó cada género a atribuirles significados diferentes a las palabras, pero sobre todo a los hechos, cuando nos convertimos en expertos del lenguaje corporal para darle una interpretación totalmente subjetiva a los gestos, a los movimientos, a las sonrisas, a las miradas, significados tan ambivalentes y ambiguos (puedo ser un poco reiterativa pero es pá que amarre mi concepto), ó simplemente somos seres humanos muy complejos, seres humanos cuya naturaleza 100% egoísta nos traiciona y por más que deseemos pensar en los demás siempre se repite en nuestra cabeza YO, YO, YO, YO.

Y NO, no soy la versión moderna de Paquita la del barrio, simplemente soy una jovenzuela que no entiende a los hombres, y como yo hay muchísimas, de hecho cada mujer en el planeta concordará conmigo que entender el idioma marciano que hablan los hombres es incomprensible, y si eres hombre seguro estarás consiente que hacerte entender con una fémina es prácticamente imposible.

Pero quien es diferente, ó en que parte falla el proceso de la comunicación. ¿Somos nosotros o son ustedes?, trato de ser perspicaz y entender en donde está el corto circuito que evita una comunidad de hombres y mujeres felices, que se entiendan y comprendan. En qué mugroso lugar pasó eso, ó nos paso como en la Torre de Babel y cuando estábamos muy cerca de la perfección algo se quebró, ó también nunca nos importo refinar el fino arte de comprender a los demás y nos vale un pepino llegar a tal nivel de compenetración.

Saben, hace rato estaba platicando con una amiga sobre que los hombres nunca saben lo que quieren ó lo quieren cuando ya no pueden tenerlo, pero de pronto y ahora que lo he masticado un poco más, entiendo que las mujeres no son tan diferentes y a decir verdad tampoco nunca tienen idea clara de lo que quieren y cuanto lo quieren. Creo, que es más bien nuestra condición humana y sería más atinado decir el Homo Sapiens nunca sabe lo que quiere, pensándolo un poco más no creo que sea algo relativo al género, sino relativo a nuestra condición humana, a nuestras desidias, a nuestras dudas ó a la simple envidia que debe ser un gen que compartimos globalmente transmitido de generación en generación.

Porque no son solo los hombres los que desean a destiempos ó los que revaloran el amor de una mujer olvidado por el tiempo, somos todos, soy yo, eres tú, es el vecino, el que no sabe lo que quiere hasta que lo ve perdido, no creo que sea el corazón el que anhela revivir algo, sino más bien nuestra mente está apreciando algo, ó será que en verdad que cuando es feliz se nota y todos quieren que les irradies esa felicidad.

En cuestiones de amor y de relación de pareja creo que soy la menos indicada para dar una opinión, pero como todos tengo boca y sobre todo dedos para escribir, así pues ahí está mi derecho a opinar y a decir cuanta idiotez sobre la vida se me ocurra, así que no me hagas caso y vive tu vida y trata de entenderme y entender a los demás.

Solo quiero decirte algo más sobre el amor y las mujeres de Venus y los hombres de Marte, no nos entenderemos nunca, pero no podemos vivir aislados el uno del el otro.
Hasta hace un par de días yo renegaba totalmente del amor y pensaba por favor el amor es marketing para idiotas, una lucha interna en la que me gritaba que solo los débiles de mente podían creer tal mentira, y por otro lado una vocecita me decía, no puede ser tan malo, seguro existe un amor tan grande tan real que haga que se detenga mi respiración, un amor tan magnífico que me dé tanto sin pedirlo, un amor como de Hollywood y la otra me decía eso es una película que vimos el otro día.
Creo que me hice un buen coco wash porque me lo creí todo, si bien no he encontrado el amor y no sé qué tan cerca este de hacerlo, decidí que me lo voy a creer, decidí decirme a mi misma que sí en este mundo existe mi media naranja buscándome y esperando por mí.

Sé que voy a encontrarte, ahora sí estoy convencida, solo es cuestión de buscar y tener fe. Y como dice Innis “Detrás de la cortina debajo de una cama o en el interior de una manzana tal vez estés
perdido entre la gente o solo solamente como yo o tal vez no sales aún del vientre dime dónde buscar…”

No es cuestión de entenderse o más bien es cuestión de dejar a un lado los prejuicios y sentir para vivir plenamente.

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