Filosofando

¿Qué hubiera pasado? una pregunta que acosa a muchos

Esta pregunta esa una de esas tonterías que no solo te afecta cuando andas en modo brutus, o bien borracho/a, no, esta pregunta es de esas dudas internas de la vida que te acosan en cualquier momento, cuando menos lo esperas, cuando menos lo deseas y el pasado viene como demonio o fantasma a encantar tu cabeza, a acosarte con ideas necias; como si esos ecos del pasado se proyectarán en formato de película en el momento menos oportuno cuando estás viviendo la vida bien pinche feliz, bueno, a veces no, pero es un hecho que cuando menos lo esperas el ¿Qué hubiera pasado?, regresa a ti, para acosarte, para intimidarte y para hacerte pensar en todo tipo de supuestos locos.

Bien, estoy segura que todos sabemos lo útil que es pensar en los hubieras, en las elecciones que hemos hecho y que hubiera pasado si hubieras actuado de manera diferente en el pasado; todos sabemos lo útil que es encadenarnos al pasado y a los hubiera, al hubiera hecho esto, hubiera dicho esto, me hubiera quedado, hubiera elegido la otra opción, hubiera peleado por algo o por alguien.

Todos sabemos que es, como se siente y lo absurdo que es pensar en los hubiera, sin embargo siempre lo hacemos y a veces nos clavamos pensando en esas cosas que hubieran pasado, esas cosas que hubiéramos hecho y ahora nos reprochamos por haber hecho o por no haber seguido nuestro corazón.

Y entiendo de primera mano el poder embrujante que tienen estas ideas, y creo que todos hemos pasado malas noches pensando con remordimientos esas acciones tomadas o no tomadas en el pasado; pero, ¿qué caso tienen agobiarse con el pasado?, qué caso tienen preguntarse ¿qué hubiera pasado?, solo nos aferramos a una idea pasada y enterrada, una historia que nos repetimos una y otra vez, bueno y acaso es no es el pasado, una historia que nos repetimos sin cesar, pero ¿qué ganamos haciéndolo?

Dicen por ahí que quien olvida su pasado está condenado a repetirlo por siempre, porque al conocer tu historia y entender tus errores, puedes aprender de ellos; eso es sano. Pero en qué punto aferrarse al pasado, a esos aprendizajes, a esos errores y a esos hubieras, en qué punto aferrarse a esas ideas es saludable.

Aunque bueno, no es que antes de dormir te pongas a pensar en la persona que creías el amor de tu vida y como lo dejaste ir bien pendejamente, nooooo, uno no decide pensar en esas cosas; porque hacen daño y esa es la razón por la cual esos errores se ocultan en un rincón del corazón y la mente muy alejado de ti; pero a veces esos recuerdos del amor de tu vida perdido, alguna mala elección profesional, algún error de la vida, algún amigo olvidado, esos recuerdos llegan a las 2am cuando menos lo esperas, o a veces llegan una tarde fría de invierno, porque el hubiera está esperando salir del oblivion para apoderarse de tu mente.

Pero pensar ¿Qué hubiera pasado?, es tan inútil como almacenar muchos billetes de lotería, tal vez si tuvieras más suerte, eso hubiera sido diferente; pero el guardar y permitir que el ¿Qué hubiera pasado? se apodere de ti, es la receta mágica para volverte loco.

Así que cuando estés pensando en ¿Qué hubiera pasado? en el amor, con tus amigos, en el trabajo o la vida, recuerda esto:

Lo que pudo haber sido, es una abstracción, que es una posibilidad perpetua solo en un mundo de especulaciones.

Lo que pudo haber sido y lo que ha sido apuntan a un fin que siempre está presente
Los pasos hacen eco en la memoria
La recompensa es hacia el pasaje que no tomamos, hacia la puerta que no abrimos
De cierto modo siempre estamos aquí, en este momento tú y yo

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com