Este es un eterno debate interno que a todos nos pone en modo filosófico, para decidir entre lo justo y lo correcto, para en base a ello actuar.
Pero bien, el otro día que decía en voz alta este debate, alguien me dijo que era una forma fría de ver la vida, una especie de decisión en la que no intervenían las emociones y meramente la inteligencia y la moral de una persona funcionaban como eje rector; pero ciertamente me quede pensando en esto. Realmente no creo que las emociones y los sentimientos estén fuera de lo justo o lo correcto; de hecho estoy convencida que todo lo que hagamos en esta vida está sumergido en la subjetividad que le dan nuestras emociones a todas las cosas que hacemos.
Yo, en lo particular no creo que nos podamos desechar nuestras emociones a la hora de una elección; las emociones siempre estarán en el medio de esos parámetros cuando estamos viviendo, eligiendo o pensando cómo es la vida o cómo debería ser.
Por lo menos para mí, suele ser muy difícil separar mis emociones de todo lo que hago, pero eso no evita que yo pueda ver lo justo y lo correcto; no creo que eso me haga fría ni mí, ni a nadie más que rija su vida en función de este eterno debate, que entre más lo piensas suena igual que el viejo dicho:
Qué fue primero, el huevo o la gallina
Y a veces la decisión entre lo justo y lo correcto es como la pregunta: porqué la gallina quiere cruzar al otro lado.
Tal vez, el hecho de pensar en estas cosas, sean problemas y debates de personas con exceso de tiempo libre; pero cuando piensas realmente en como debes fincar tu vida, que es lo que la debe guiar, este debate interno puede ayudarte a comprender mejor la vida en un todo y de forma singular, como la disertación sobre el valor y el honor:
“El valor es difícil de comprender… Algunas veces, tal vez ni siquiera sepas por qué haces algo. Quiero decir, cualquier tonto puede ser valiente. Pero el honor, ésa es la verdadera razón por la que haces algo o no. Tiene que ver con quién eres y lo que quieres ser. Si mueres haciendo el intento por conseguir algo importante, entonces eres honorable y valiente y eso es muy bueno… debes aspirar a ser valiente e intentar ser honorable y quizá hasta rezar porque la gente que te dice qué hacer también lo sea”.
Y es que entre más pensemos que es lo que nos hace mejores, entre más lo debatamos y entre más lo procesemos; esos pensamientos nos ayudan a convertirnos en la persona que queremos ser. Una que no solo basa sus actos en lo justo, sino que piensa en hacer las cosas correctas.
Que es mejor hacer lo justo o lo correcto
Bien, podrá parecer a simple instancia que lo justo y lo correcto son lo mismo; pero cuando analizas estos conceptos y no como una definición de diccionario, sino como un concepto filosófico puedes entender que lo justo siempre termina siendo lo opuesto a lo correcto.
Pero, ¿qué es lo justo?
Ser justo, es obrar con justicia en base a la equidad, muchas veces a las reglas establecidas y a lo que se espera que sean las cosas.
Lo correcto es hacer las cosas que están bien en un sentido universal.
Tal vez suene ambiguo y no muy claro, pero lo correcto es y será siempre las cosas que benefician a la mayor cantidad de personas posibles.
Por ejemplo, si la vida tratará mal a una persona, lo justo en un sentido estricto sería que esa persona reaccionará en una forma egoísta; pero lo que es correcto es mantener un carácter bondadoso con las personas que lo merecen y justo con las personas que no lo merecen.
Bien, creo que sigo sin explicarme o tratar de decir aquello que ya procese de forma personal, hay que ser justos siempre y en todo momento; pero hay que regirnos siempre por lo que es correcto en esta vida.
Que es mejor hacer lo justo o lo correcto
Debo decir que es mejor siempre hacer lo correcto.